El gobierno y los empresarios ven con expectativa los cambios que introdujo el macrismo, pero son cautelosos
Jorge Liotti
PARÍS.- Expectativa y cautela. Esos dos términos definen la actitud con la que el gobierno y los empresarios franceses observan a la Argentina a partir de la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada. La visita del presidente François Hollande en febrero actuó como un verdadero relanzamiento para las relaciones bilaterales y para las oportunidades de negocios. Y el reciente paso por París de la
canciller Susana Malcorra y del ministro de
Finanzas,
Alfonso Prat-Gay, contribuyó a consolidar ese proceso.
"Son muy interesantes las medidas que está adoptando el nuevo gobierno, aunque aún es muy reciente para hacer una evaluación. Queremos ser observadores y socios privilegiados de la Argentina", explicó a LA NACION Romain Nadal, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En la cancillería francesa hacen una evaluación "muy positiva" de la gestión de Cambiemos, pero admiten que les plantea un interrogante la sustentabilidad política de Macri con un Congreso en el que no tiene mayoría y con una mayoría de gobernadores peronistas. De todos modos están trabajando para impulsar las inversiones francesas en la Argentina, que quedaron interrumpidas en gran medida tras la crisis de 2001-2002 y el litigio que se generó por la interrupción del contrato de aguas con la empresa Suez.
La primera señal concreta se producirá en septiembre próximo, cuando llegue a Buenos Aires una delegación de hombres de negocios reunidos en el Movimiento de Empresas Francesas (Medef), el equivalente a la UIA argentina. Ese contingente estará integrado por varias de las principales firmas que han tenido o aspiran a contar con proyectos e inversiones en el país.
"Hemos firmado una hoja de ruta en materia económica con los ministros que nos visitaron y vamos a sondear oportunidades en energía, transporte público y servicios", explican en el gobierno francés. El estancamiento de la economía local es para las empresas galas un gran estímulo para la búsqueda de nuevas oportunidades fuera de sus fronteras. Sin embargo, no están urgidos y se manejan con prudencia. Difícilmente haya gestos concretos hasta 2017, un poco más tarde de lo que desearía Macri y su expectativa de repunte para el segundo semestre de este año.
Thibault Desteract es un viejo conocido de la Argentina. Fue el representante de la firma de transporte Alstom en América latina durante muchos años y ahora es el jefe de ventas globales de la compañía.
"Estamos dispuestos a evaluar proyectos en materia de trenes, subtes y tranvías, pero también nos interesan las tareas de mantenimiento de los trenes chinos que compró la anterior gestión", explica.
Pero también marca que es importante ver qué acompañamiento tienen las empresas francesas del sector financiero. "Ahora es el turno de los bancos", señala como condición para poder competir con los beneficios que suelen conseguir sus competidoras chinas.
En la cancillería francesa anticipan que también habrá una misión de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) para ver qué oportunidades de desarrollo pueden financiar.
Otro sector en el que existe un interés concreto es en el
desarrollo satelital. Stéphane Israel, CEO de Arianespace, la empresa que realizó los exitosos lanzamientos del Nahuel I y los Arsat I y II, exhibe su entusiasmo.
"La Argentina es un país muy importante para Arianespace, en el marco de una cooperación muy fuerte." En la mira de la compañía está el contrato del lanzamiento del Arsat III, cuya construcción a cargo del Invap se encuentra bajo análisis por razones presupuestarias. "Seremos pacientes porque entendemos que es un tiempo de evaluar prioridades, pero queremos que el proyecto se lleve a cabo", complementa Israel
El interés de la Casa Rosada en promover las energías renovables es vista en Francia como otra ventana de oportunidades, en un momento en el que el gobierno de Hollande busca un esquema de progresiva reducción de dependencia de la energía nuclear. "La Argentina siempre fue muy interesante para nosotros. No pudimos vincularnos más en los últimos años por el contexto financiero, pero ahora regresó la confianza
La estabilidad de la Argentina abre nuevas posibilidades", remarca Jean Ballandras, asesor de la cancillería en Energías Renovables. El objetivo esencial del sector está puesto en la licitación que prepara el macrismo en materia de energía eólica, pero también apunta a la venta de paneles solares.
Más allá del lógico interés comercial, los actores políticos y económicos de Francia transmiten una genuina voluntad de volver a vincularse con la Argentina, un país al que sienten cercano culturalmente y del cual fueron separados por varios años de kirchnerismo y crisis económica europea.
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