Desarrollo defensa y tecnologia belica blog de difusión de tecnologias de sistemas de armas,noticias,conflictos internacionales, y la evolución histórica de material bélico en general
Este evento se hará en el marco de la 11ª Exposición Internacional Aeronáutica y Aeroespacial de China que se celebrará del 1 al 6 de noviembre en la ciudad de Zhuhai, informan medios locales.
El J-20 es un caza chino de quinta generación previsto para entrar en servicio en 2018. Sus características técnicas todavía son desconocidas, y lo único que tienen los aficionados a la aviación —y los servicios de inteligencia extranjeros— son las fotos de los vuelos de prueba.
El portavoz de la Fuerza Aérea del Ejército de Liberación Popular, Coronel Shen Jinke, anunció en una conferencia de prensa que el J-20 fue diseñado para el combate aéreo del futuro y se espera que aumente aún más la capacidad de combate de la Fuerza Aérea china.
Avión no tripulado Reaper fabricado en Estados Unidos, parte de desprendimiento aérea de Operación barkhane, vuela por encima de un aeropuerto militar de Nigeria en Niamey en enero de 2015. (Dominique Faget / AFP / Getty Images)
El Pentágono ha expandido en secreto su red mundial de bases de aviones no tripulados al norte de África, el despliegue de aviones no tripulados y de personal militar de Estados Unidos a una instalación en Túnez fue para llevar a cabo misiones de espionaje en la vecina Libia.
Los aviones no tripulados Reaper de la Fuerza Aérea comenzaron a volar fuera de la base de Túnez a finales de junio y han desempeñado un papel clave en una ofensiva aérea de EE.UU. extendida contra un bastión del Estado Islámico en la vecina Libia.
La administración de Obama presiono para acceder a la base de Túnez como parte de una estrategia de seguridad para el Medio Oriente más amplia que requiere la colocación de aviones no tripulados y pequeños equipos de Operaciones Especiales en un número de instalaciones a distancia de ataque de militantes que podrían representar una amenaza para Occidente.
Funcionarios de Estados Unidos, hablando en condición de anonimato para discutir una operación que no ha sido reconocida, dijeron que los aviones no tripulados que se están volando fuera de Túnez estaban desarmados y principalmente estaban siendo utilizados para recopilar información de objetivos del Estado Islámico en Sirte, Libia, donde Estados Unidos ha llevado a cabo más de 300 ataques aéreos desde agosto.
Los funcionarios estadounidenses dijeron que trataron de tener acceso a la base aérea en Túnez para cerrar un “punto ciego” crítico para EE.UU. y los servicios de inteligencia occidentales en el norte de África, que se ha convertido en la mayor base del Estado Islámico de operaciones fuera de Siria e Irak. La región es también el hogar de combatientes vinculados a al-Qaeda.
En la administración de Obama dicen que han tratado de apuntalar la incipiente democracia de Túnez y posicionar al país como un socio clave contra el terrorismo en la región. A pesar de que los aviones no tripulados que operan en Túnez únicamente realicen misiones de vigilancia, funcionarios estadounidenses dijeron que podían ser armados en el futuro si Túnez le da permiso a Estados Unidos. La Embajada de Túnez en Washington declinó hacer comentarios.
El ejército de EE.UU. tiene otras bases de aviones no tripulados en el continente africano, de Níger a Djibouti. Sin embargo, funcionarios dijeron que estaban demasiado lejos de las áreas pobladas en la costa de Libia para ser útil en operaciones de contraterrorismo en el día a día allí. Los aviones no tripulados tienen un largo viaje para llegar a sus destinos, y menos tiempo tienen para “tirar basura” sobre sus objetivos.
Aviones. A comienzos de octubre, un movimiento de la fuerza aérea rusa en los cielos de Francia y España llamó la atención. /AFP
Los dos grandes protagonistas de este renovado drama niegan estar preparándose para la guerra atómica, pero los hechos demuestran lo contrario. El encontronazo entre EE.UU. y sus aliados de la OTAN (la alianza militar occidental), ha llevado el conflicto desde el estallido de la guerra en Ucrania a su peor nivel desde los tiempos de los cohetes soviéticos en Cuba, hace más de medio siglo.
¿Cómo se ha llegado a esta situación? A vuelo de pájaro se puede recordar que la triunfadora norteamericana y la perdedora rusa habían firmado acuerdos para no difundir misiles en Europa, incluir a Rusia limitadamente en los conciábulos de la OTAN y otras gangas que se apoyaban en el período en que el Kremlin fue puesto en el rincón, con la guía etílica de Boris Yeltsin que causó una debacle en un país humillado, reducido por la pérdida del imperio y en un marasmo económico de tal magnitud que redujo notablemente la expectativa de vida de los rusos, que como nunca se dedicaron al vodka para aliviar tantas penas.
Y entonces llegó Vladimir. El “zar” Putin lleva 17 años en el poder y ha revitalizado a su país y a su gente. Amado por su pueblo, que desprecia a sus políticos y burócratas. Putin, hijo de San Petersburgo y del aparatchnik soviético, que lo preparó como brillante agente de la agencia de espionaje, la KGB, fue siempre un panrruso, que consideró “lamentable” la desaparición de la URSS y estimuló las profundas nostalgias del ruso de a pié de que algún día la patria volvería a proyectarse como una superpotencia.
Actualmente Rusia está en la tercera fase del régimen putiniano, que intenta abrirse apaso en el mundo como una respetada potencia, menguada en la economía pero con un arsenal atómico capaz de borrar la vida de la Tierra, tarea en la que aún prevalecen los norteamericanos.
En la transición de la era Yeltsin a la actualidad, Rusia ha debido tragarse varios sapos gigantescos y no está dispuesta a seguir la dieta. Al final del mandato de George W. Bush, el hijo, que fue mucho peor que su padre, EE.UU. renunció al acuerdo con Moscú de control de armas convencionales en Europa. Después Washington ha ido desarrollando la teoría de implantar bases misilísticas contra el peligro de Irán, que en realidad nunca existió. En Rumania ha preparado una base de anti misiles y misiles de ataque y lo mismo ha hecho en Polonia, con un gasto superior a los dos mil millones de dólares.
La cooperación es un sueño feliz muy corto y ligero del pasado. En la era de la guerra híbrida, se ha vuelto a poner en el centro del escenario la disuasión, como en los años de la guerra fría. Entonces el MAD era una sigla que no quería decir locura (como seria la traducción del inglés) , sino mutua destrucción asegurada.
Después que Bush tiró a la basura el tratado de limitación de armas convencionales en Europa, la realidad del fin de la URSS abrió un tema que alarma a los rusos: el llamado “espacio postsoviético”. Allí se colaron Polonia, Rumania, Chequia, Eslovaquia y otros países del ex Pacto de Varsovia. Rusia tragó estos sapos y pataleó cuando en 2004 se incorporaron a la alianza militar occidental Estonia, Letonia y Lituania, los países bálticos, vecinos directos con las estepas rusas, demasiado cerca de San Petersburgo, la segunda metrópoli.
Ahora, la OTAN, por iniciativa norteamericana y con aceptación de los otros países miembros (entre ellos los del ex Pacto de Varsovia bajo la tiranía soviética), ha dado un paso más allá. A Polonia y los tres países bálticos han sido destinadas cuatro brigadas multinacionales para pasear la bandera de la alianza occidental, frotándola en las narices de los rusos.
Después estalló lo de Ucrania, que ha agravado y mucho la confrontación. Y vino la guerra en Siria, que cuenta con el apoyo ruso porque Moscú cuenta con varias bases en el Mediterráneo gracias a la alianza con Damasco.
Aunque se habla mucho de las respectivas malas intenciones, lo cierto es que tanto Estados Unidos como Rusia, y por contragolpe también los chinos, están aceleradamente renovando sus arsenales nucleares.
Los rusos presentaron hace poco el Satán 2, que actualiza el SS19, misil estratégico con un alcance de 10 mil kilómetros y 16 ojivas nucleares que dirigidas con precisión pueden borrar del mapa a un país del tamaño de Francia. Satán 2 está en experimentación avanzada y su existencia fue anticipada para que los enemigos sepan que Rusia acepta jugar con fuego.
Los norteamericanos están trabajando en sus propios juguetes nucleares. El Satán 2 cuenta entre sus ojivas atómicas devastadoras algunos ingenios hipersónicos, que funcionan con un combustible capaz de correr a una velocidad diez veces mayor que la del “viejo” SS-19.
Los misiles hipersónicos son el arma final. Estados Unidos quiere que los suyos sean capaces de llegar en una hora a cualquier parte del planeta. Los chinos preparan sus misiles con los mismos propósitos y naturalmente Rusia no se queda atrás.
“No nos preparamos a la guerra”, jura Putin. Lo mismo dice el premio Nobel de la paz Barack Obama. Y Pekín también asegura que la guerra nuclear no está en sus planes. El Papa Francisco sostiene que se está combatiendo ya la tercera guerra mundial “a pedazos”. Ahora que se entra en la era de las armas hipersónicas, se hace mucho más probable que la humanidad se encamine hacia su desaparición, sea con la guerra fría o con la guerra híbrida. Si es que los acontecimientos no se adelantan e igualmente llegue el fin. Con lo que hay hoy en los arsenales nucleares es más que factible.
En la Escuela de las Armas, sita en Campo de Mayo, la compañía alemana Dynamit Nobel Defence mostró armamento de última generación.
En el Centro de Simulación y Experimentación del Ejército de la Escuela de las Armas, y ante un numeroso público especialista, la empresa realizó una presentación de sus lanzacohetes antitanques de la familia Panzerfaust y del simulador DynaSim. La mencionada familia de armas antitanque está constituida por el lanzacohetes reutilizables “Panzerfaust 3” y los descartables RGW 60, RGW 90 y RGW 110.
El Panzerfaust 3 tiene una munición de calibre 110 mm y de tubo de 60 mm, pesa 14,3 kg y mide 1,2 m, puede atravesar aproximadamente 800 mm de blindaje y tiene un rango efectivo de 11 a 400 m. El RGW 60, es un lanzagranadas de 60 mm, que utiliza municiones HESH (High Explosive Squash Head), HEAT (High Explosive Anti Tank) y HEAT-MP (multipropósito), pesa 5,8 kg y posee un alcance efectivo de entre 15 y 300 m.
Por su parte, el RGW 90 es un lanzacohetes descartable calibre 90 mm, pesa 8,9 kg y mide 1 m de largo. Tiene un rango efectivo de 20 a 500 m, y una capacidad de penetración de 500 mm de blindaje homogéneo laminado.
Entre sus características más destacables puede citarse su sistema óptico, único para todo el sistema; su sistema de disparo, con agarre similar al de un fusil; la posibilidad de hacer fuego desde locaciones cerradas (15 m³) y sus municiones multipropósito, las cuales con la colocación de una espiga convierten una munición HESH antiestructuras, en HEAT antitanque.
Asimismo, la empresa también presentó el DynaSim, un sistema móvil de entrenamiento, conformado por un visor de realidad virtual montado en el sistema óptico del arma, que muestra un escenario en 360º y el software montado en una computadora con bluetooth. El instructor plantea el ejercicio en el programa y observa lo mismo que ve el usuario a través del lente de realidad virtual. Todos los movimientos son registrados, de modo que una vez finalizado el ejercicio el instructor puede analizar y mostrar los errores cometidos por el educando.