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martes, 29 de noviembre de 2016

La reducción de la cúpula militar argentina ahorrará más de cien millones de dólares a las arcas del Estado

Argentina el Ministerio de Defensa preparó una acción de recorte de personal en las Fuerzas Armadas que logrará un ahorro de unos dos mil millones de pesos, al cambio presente unos 130 millones de dólares, con el objetivo de reducir la planta permanente de personal y hacerla más eficiente, recomponiendo la pirámide jerárquica. La idea disminuir el número de los altos oficiales, es decir de generales, almirantes y brigadieres, ajustando las cúpulas castrenses a la dimensión actual de las fuerzas.

Se busca llegar a una media histórica de 35 generales, 25 almirantes y el mismo número de brigadieres, cifras más acordes con la realidad de las instituciones armadas, disminuidas en poder efectivo de combate, tanto en lo que hace al personal como al material. También se retirará a más de mil oficiales y suboficiales que han alcanzado o excedido los 38 años de servicio, conformando una cantidad aproximada de casi ochocientos del cuerpo de comando y más de doscientos del cuerpo profesional.

La situación ha llegado a límites inauditos: hay más oficiales jefes que jóvenes tenientes, faltando personal específico en ciertas áreas sensibles, pese a contarse con miles de suboficiales de grados medios y altos. Por razones varias, entre ellas que nadie deseaba pasar a retiro puesto que perdía gran parte de su salario, y de orden político, los anteriores jefes castrenses crearon numerosos puestos de jerarquía donde instalar a oficiales acólitos, provocándose el dislate de contarse con más de sesenta generales en actividad –hoy hay cincuenta y cuatro- , cuando en la década de los noventa la cúpula del generalato la integraban una treintena de generales en promedio.

Asimismo, creció de una manera desproporcionada el número de empleados civiles de las FFAA, conformando una masa de personal integrada mayoritariamente por familiares de los uniformados, muchos sin una función clara y mucho menos eficiente. La decisión del MINDEF fue bien recibida, puesto que está asociada a las expectativas producidas por la nueva administración, que ya produjo y producirá una mejora salarial y la recuperación de pirámide jerárquica.

El blanqueo de los salarios de la administración macrista, otro se realizará a principios del próximo año, implica un fuerte mejoramiento de los sueldos de los uniformados, a la vez que pone en la legalidad un importante número de suplementos que no figuraban en los recibos, pero que habían originado una gigantesca cantidad de juicios laborales, todos perdidos por el Estado Nacional, que forman parte de la pesada herencia recibida por Mauricio Macri.

Es difícil pensar en reequipamiento de material cuando existe una problemática de personal compleja, con pocos hombres dedicados al combate, que se supone es la quinta esencia del militar, y muchos en puestos burocráticos además de una millonaria cantidad de dineros públicos perdida en juicios laborales. (Luis Piñeiro)

Finalizó el Curso Básico Conjunto de Comandos 2016


El curso, dictado por la Escuela de Tropas Aerotransportadas y Operaciones Especiales con el apoyo de las tres Fuerzas, se desarrolló en diversos ambientes geográficos del país durante 155 días y finalizó el 10 de noviembre. 

Para comenzar, se llevó a cabo el módulo selección en Córdoba, que consta de las etapas nivelación e ingreso. Durante la nivelación, se buscó conocer las competencias de los postulantes respecto a instrucciones de cartografía, navegación terrestre, natación y adiestramiento físico; y además, se dictó el curso básico de paracaidismo militar para quienes no contaran con aquella aptitud especial. Luego, se les tomaron las pruebas físicas, los exámenes intelectuales y los cursantes debieron enfrentarse a actividades de técnicas anfibias, navegación terrestre, liderazgo, entre otras.

Superado el primer módulo, comenzó el de formación y se impartieron, todavía en Córdoba, las instrucciones de combate, tiro, defensa personal, explosivos, sanidad, comunicaciones y planeamiento. Luego, se dio inicio a la fase “montaña”, que tuvo lugar en el ámbito de la VIIIva Brigada de Montaña, en Mendoza, e implicó la participación de instructores de las compañías de Comandos 602 y de Cazadores de Montaña 8, y del Regimiento de Infantería de Montaña 16. Como primera actividad, se efectuó un lanzamiento desde un Hércules C-130; ya en Puente del Inca y Uspallata se instruyeron en técnicas de esquí, marcha en glaciar, búsqueda y rescate en avalancha, refugios en la nieve, tiro con esquíes, pasaje de itinerarios preparados, supervivencia en montaña estival, tiro y combate en ese ámbito geográfico particular.

El siguiente desafío se desarrolló en Moreno, provincia de Buenos Aires y consistió en la búsqueda y rescate de combate; situación en la que los cursantes adquirieron los conocimientos necesarios para efectuar el rescate de un piloto caído, y practicaron distintas técnicas particulares con empleo de helicópteros. 

Luego, en la fase de monte, los futuros comandos participaron de ejercicios de navegación terrestre, combate, tiro, supervivencia e instrucción en plaza de monte. Durante esta etapa, brindaron apoyo instructores de la Compañía de Comandos 601 y de la Escuela Militar del Monte, de Misiones. 

El último reto fue organizado por la Armada Argentina y tuvo lugar en la base aeronaval “Comandante Espora”, en la provincia de Buenos Aires. Allí, debieron realizar buceo, salto de borda de buque, supervivencia en balsa en el mar, natación de combate, ingreso/egreso de rompiente con bote, sembrado y recolección de buzo y un ejercicio integrador.

Por último, en el módulo final, los cursantes participaron durante 4 días en el planeamiento y ensayo de la operación, efectuando tiro con armas de distinto calibre, prueba de las armas de apoyo, lanzamiento de paracaidistas y regulación de fusil. Luego, en San Luis, atravesaron la sierra de los Comechingones y se trasladaron hacia la provincia de Córdoba. Tras resistir como prisioneros de guerra y escapar, realizaron una evasión asistida por Fuerzas Especiales dando por finalizada la actividad en la localidad de Almafuerte. 

Allí, los esperaban el director de la ETA y TOE y el jefe del curso, coronel Federico Javier Torres y teniente coronel Sergio Jurczyszyn, respectivamente. En una emotiva ceremonia, las autoridades y los instructores les entregaron las “boinas verdes” que los identificarán como comandos de ahora en adelante. En una misa de campaña, los flamantes comandos agradecieron a la providencia haber conseguido una de las más difíciles aptitudes de la vida militar.

Para cerrar, en la plaza de armas de la Escuela de Tropas Aerotransportadas y Operaciones Especiales, se realizó la ceremonia de egreso. Allí, estuvo presente el subjefe del Ejército, general de brigada Santiago Julio Ferreyra, acompañado por el director general de Educación, general de brigada Alejandro José Scarramberg, y el comandante de la 2da División de Ejército, general de brigada Marcelo Carlos Ocampo

Asimismo, asistieron a la formación el comandante de la Fuerza de Despliegue Rápido, general de brigada Aldo Daniel Sala; el comandante de la IVta Brigada Aerotransportada, general de brigada Martín Paleo; el presidente de la comisión de la Aptitud Especial de Comandos, general de brigada “VGM” (R) Sergio Fernández; el jefe III Operaciones del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, brigadier Arturo Gustavo Moyano; el subjefe III Operaciones del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, coronel Claudio Lindolfo Sustaita; el director de Educación Operacional del Ejército, coronel Jorge Luis Giudice; el director de la Escuela de Técnicas y Tácticas Navales, capitán de navío Juan Carlos Eduardo Fuentes; y el jefe de la Agrupación Fuerza de Operaciones Especiales, coronel Carlos Daniel Ludueña; entre otras autoridades.

http://www.ejercito.mil.ar

Finalizó la operación Poseidón


Consistió en el ejercicio final en el que participaron todas las unidades de la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar. Incluyó desembarcos en playa, tareas integradas entre los componentes y tiro real

Baterías – Hoy por la mañana concluyó la operación Poseidón. La misma se enmarcó en el ejercicio final y evaluativo desarrollado por la Fuerza de Infantería de la Flota de Mar (FAIF), en el cual se simuló la presencia de un enemigo movilizándose desde el Este hacia el Oeste.

“Las actividades iniciaron el martes por la mañana con el desembarco de vehículos anfibios y botes. Éstos tuvieron la misión de conquistar determinados objetivos en la playa para que luego una fuerza mayor pueda efectuar el desembarco administrativo”, explicó el Comandante de la FAIF, Capitán de Navío Bernardo Noziglia.

A continuación, se planteó una acción de retardo para demorar al oponente y conseguir así que otra fuerza de desembarque más grande pueda atacar y derrotarlo por completo.

Por su parte, los Batallones de Artillería de Campaña (BIAC) y Antiaéreo (BIAA) contribuyeron efectuando tiros efectivos de apoyo a distintos blancos según las indicaciones de los observadores dispersos en el terreno.

El BIAC disparó con cañones de 155 milímetros en apoyo a la Infantería, mientras que el BIAA se movilizó hacia Monte Olimpo para realizar tiros con cañones de 40/70 hacia un blanco aéreo remolcado provisto por Fuerza Aérea.

“Para poder llevar adelante esta operación anfibia y terrestre fue necesario una integración de todos los componentes, que se logró concretar gracias al trabajo parcial de cada uno durante el año”, resaltó el Capitán Noziglia.

La operación tuvo una etapa de planeamiento desarrollada en octubre y contó además con el apoyo de medios navales y aeronavales.

http://gacetamarinera.com.ar