Como informamos el lunes pasado, después del encuentro del 19 de julio de la Armada de los Estados Unidos EP-3 Aries II con un par de Su-30MK2 de la AMBV, los vuelos de la USN se reanudaron sobre la Zona de Exclusión Económica (ZEE) venezolana.
Aunque esto no es nada nuevo, está sucediendo tanto para la administración de Obama como para la de Trump. Sin duda, Venezuela y sus alrededores del Mar Caribe son uno de los principales intereses del Escuadrón VQ-1, con base en NAS Whidbey Island. VQ-1 es uno de los últimos escuadrones del P-3 Orion en servicio USN, en este caso la variante EP-3 Aries II específica de ELINT. A partir de 2023, el EP-3 será reemplazado por el MQ-4C Triton UAS con una suite MULTI-INT en la Marina de los Estados Unidos.
Estos EP-3 Aries II se están desplegando desde NAS Whidbey Island como desde el Aeropuerto Internacional de Curazao, como indican fuentes de inteligencia de código abierto. La Estación Aérea de la Guardia Costera Hato está ubicada en el extremo oeste del aeropuerto, en el cual la Guardia Costera del Caribe Holandés opera aviones de patrulla marítima Dash-8 y helicópteros AW139. Esto también se comparte con un FOB de la USAF, que ha sido desplegado en el pasado para aviones AEW&C, Tanques, Transporte e incluso F-16. Recientemente se ha firmado un acuerdo entre ambas partes para un nuevo despliegue del avión E-3 Sentry AWACS. El almirante Craig Faller, comandante del Comando Sur de Estados Unidos, declaró este sábado que la presencia de Estados Unidos aumentará aún más.
Dos sobrevuelos más ocurrieron el 22 y 26 de julio. Ambos confirmados por el Comando Venezolano de Defensa Aeroespacial Integral (CODAI), pero en este caso, ninguna aeronave se ha apresurado a interceptar a los intrusos. Según Venezuela, cualquier aeronave extranjera que entre a la ZEE es considerada un intruso, pero para Estados Unidos no hay jurisdicción sobre ninguna ZEE y el límite legal es el límite de territorio de 12 millas náuticas. En este caso, no hay ningún avión AMBV que pueda interceptarlo.
No hay ninguna razón oficial de por qué en este caso no hubo refriega, supuestamente la AMBV no tiene una buena tasa de servicio. No obstante, algunas fuentes indican que con el apoyo de Rusia se ha producido una mejora de los aviones disponibles. Recientemente no menos de 5 de una flota de 24 Su-30MK2 han sido vistos en ejercicios o desfiles y al menos dos pares de F-16. Sin embargo, no se puede decir mucho sobre el estado de mantenimiento de las armas guiadas.
Las razones detrás de estos despliegues de aviones de la USN supuestamente están detrás del apoyo a las operaciones contra las drogas por parte de las fuerzas de seguridad, pero en realidad el uso de dichas plataformas, y posiblemente también el uso de RQ-4 Triton o su variante BAMS como la que se derrumbó en el estrecho de Ormuz, también están relacionadas con el establecimiento de una Orden Electrónica de Combate o ORBAT de la Defensa Aérea Venezolana.
La Defensa Aérea Integral Venezolana cuenta con sistemas de defensa antimisiles S-125, Buk y Antey 2500 para intervenciones de corto, mediano y largo alcance, respectivamente. Mucho se ha discutido en cuanto a la tasa de preparación de las Fuerzas Armadas venezolanas en una economía en declive, pero como siempre, cualquier gobierno respaldado por las fuerzas armadas debe proporcionar tanto presupuesto como sea posible a sus fuerzas armadas. Estos sobrevuelos siguen siendo cruciales en la remota, o no, posibilidad de una intervención militar liderada por Estados Unidos en Venezuela y cómo evaluar la preparación y dar prioridad a la supresión de estos objetivos, así como cualquier otro elemento disuasivo por parte de los activos militares.