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martes, 5 de abril de 2016

El plan satelital argentino sigue adelante, tal como se planeó”


Rodrigo De Loredo, director de ARSAT, asegura que el satélite número 3 sólo está postergado por un breve tiempo.

Ambos son, sin dudas, más que satélites de telecomunicaciones. Nacieron y se acrecentaron como símbolos. Los ARSAT 1 y 2, que vuelan en sus órbitas geoestacionarias a 36.600 kilómetros de altura, representan como pocos objetos la soberanía argentina, el avance científico tecnológico y la posibilidad de crear una industria de punta en el país. Colocaron a la Argentina entre los únicos diez países en el mundo con capacidad de fabricar satélites, un logro que nació al calor del riesgo de perder espectro y que se alimentó de decisiones estratégicas de largo plazo que exceden a un gobierno.
La semana que pasó amaneció con una de esas malas noticias que pusieron en guardia a más de uno: una nota periodística anunciaba el “freno” a la construcción del ARSAT 3, el satélite que debería ser lanzado al espacio en el año 2019. En tiempo récord, las actuales autoridades de la empresa ARSAT (a cargo de estos desarrollos, junto con el INVAP) salieron a aclarar que no se trata de la eliminación del satélite, sino de una “postergación” en el inicio de su fabricación. La aclaración redujo la ansiedad pero no restableció la calma por completo: en sectores científicos, consideran que un retraso en la construcción del nuevo satélite es mala noticia porque retrasa todo el desarrollo propuesto, incluida la formación de PyMEs fabricantes de partes.
Rodrigo De Loredo, abogado cordobés de 36 años con una larga historia dentro del radicalismo de su provincia, actual Director de ARSAT en representación del gobierno de Mauricio Macri, recibió a NOTICIAS en la sede de la empresa, en Benavídez, desde donde se controla el funcionamiento de los satélites.

Noticias: ¿Dónde estamos parados con el Arsat 3?

Rodrigo De Loredo: En una conducción nueva de la empresa que ha ratificado la importancia de que la Argentina se involucre en el desarrollo de una industria satelital. Eso implica que estamos de acuerdo con el plan de desarrollo de satélites geoestacionarios formulado durante el gobierno kirchnerista, que dispone que debemos producir ocho satélites en un plazo de 20 años. Ese es el cometido final y nos parece que es de interés como política de Estado porque se trata de desarrollar una industria de elevadísimo nivel tecnológico que produce una derivación de sus logros tecnológicos en toda una cadena industrial. Con esto se logra el cometido de todo actor que tenga roles públicos, que es generar trabajo genuino y de calidad.
El plan nace en el año 2006, por iniciativa del entonces presidente Néstor Kirchner. El primer satélite argentino fue lanzado el 16 de octubre del 2014. El segundo, un año más tarde, en setiembre del 2015. Todo nació debido a que la Argentina corría el riesgo de perder dos posiciones orbitales que se le habían asignado, y que estaba cubriendo con el alquiler de satélites extranjeros: la 72 grados oeste y la ubicada a 81 grados oeste.
“En el mundo hay contadas excepciones en las que un satélite se hace en un 100% con aportes del Estado. Pero lo cierto es que cuando se trata del primero, el dinero tiene que venir de algún lado. Si no de manos del Estado, llegará por medio de un crédito externo. Así sucedió con el ARSAT 1, que costó 300 millones de dólares y que además implicó innovar tecnológicamente –resume De Loredo-. INVAP tuvo que crear una plataforma nueva porque venía trabajando con otro tipo de satélites que sirven para monitoreos climáticos por ejemplo. Posteriormente se lanza el ARSAT 2, que tiene la misma plataforma que el 1 pero con una diferenciación porque posee, además de la misma banda que el primer satélite (la ku), la banda c, con lo cual provee servicios de internet corporativo y servicios de televisión”. El ARSAT 2 costó cerca de 250 millones de dólares y también se solventó con aportes del Estado.
Loredo plantea: “La verdad es que ya este segundo satélite debería haber sido financiado en parte por la comercialización de los servicios del ARSAT 1 pero sus lanzamientos fueron bastante simultáneos, con apenas un año de diferencia. En cualquier parte del mundo cuando ya estás encomendado a construir una flotilla de satélites, para construir un tercero es casi imperioso que esté sustentado por la comercialización de los dos primeros”.

Noticias: El Plan Satelitario Geoestacional 2015-2035 establecido en la ley 27.208 establece una financiación mixta.

De Loredo: Con Matías Bianchi, el ex director de esta empresa durante el kirchnerismo, tuvimos una transición muy ordenada y me llevé una muy buena impresión de él. Coincido con parte de su diagnóstico: el plan del negocio del ARSAT 3 preveía que el satélite sería financiado por la comercialización del ARSAT 2. No lo digo yo, sino el plan de negocios que Bianchi tenía armado y que nosotros, luego de modificar algunos puntos, validamos cuando llegamos. ¿Pero qué pasa con esa comercialización de los servicios del ARSAT 2? Está prácticamente en cero.

Noticias: Bianchi dijo en un programa de radio que está en el 30%…

De Loredo: Es preciso explicar algo en ese sentido. ARSAT 1 tiene una pisada, es decir un área donde puede proveer servicios, que cubre toda la República Argentina, la plataforma submarina, la Antártida y ciertas áreas de algunos países limítrofes. El ARSAT 2, en cambio, cubre desde Tierra del Fuego hasta Canadá. Para vender servicios satelitales en países que no es el tuyo es imprescindible pedir una autorización, que se denomina derechos de aterrizaje. Es un trámite burocrático, en algunos países son más ágiles y en otros más lentos, dependiendo de las políticas de apertura y las necesidades de cada nación. Los EE.UU, Canadá y Chile tienen una política de cielos abiertos y los trámites son más expeditivos. En casos como Brasil y México donde son más proteccionistas, los trámites pueden llevar años.

Noticias: Es preciso presentarse cuando el satélite ya está en órbita?

De Loredo: No, antes.

Noticias: ¿Y usted dice que la anterior gestión no hizo presentaciones?

De Loredo: No hay nada hecho. Y yo quiero ser muy claro con esto. Ya los hemos solicitado en los Estados Unidos, en Canadá, en la Comunidad Andina (que abarca a Perú, Colombia, Ecuador y Bolivia), en Uruguay, en Paraguay. Es posible que en el transcurso de un par de meses salgan los correspondientes a los EE.UU. y Canadá.

Noticias: ¿Y entonces el 30% al que se refiere Bianchi qué es?

De Loredo: Lo que nos dejó la gestión anterior es un proceso de migración de servicios que no trae más dinero. Como ARSAT se crea en el 2006 y por entonces la Argentina no tenía satélites pero sí entregaba servicios satelitales a través de equipos alquilados, teníamos clientes a los cuales les brindábamos servicios de megahertz sobre satélites que no eran nuestros. Comprábamos y vendíamos acceso. Lo que se hizo, y tal vez a eso se refiere Bianchi, pero no es algo que aporte ingresos nuevos, es a un proceso de migración de contratos que ya teníamos sobre satélites privados que en este momento están pasando al satélite propio, al ARSAT 2.

Las dudas. Matías Bianchi, que fue contactado por NOTICIAS pero que no respondió a los mensajes, sí habló con Diario Contexto, y allí comentó: “Dicen que no hay dinero para hacer el ARSAT 3. Nosotros teníamos ofertas de financiamiento de bancos extranjeros para poder llevar adelante el flujo de negocios del trabajo y, si bien había que optimizar las tasas, en teoría, si la Argentina le va a pagar a los buitres, deberían mejorar las tasas y no habría que pedirle dinero al Estado. También dicen que ARSAT 2 no está comercializado, lo cual no es cierto: ya tenía 30% de contratos firmados, más un plan de trabajo que, con servicios prácticamente solo de Argentina, tenía completa la capacidad. Dijeron que no estaban pedidos los derechos de aterrizaje, cuando se comenzaron los trámites en septiembre u octubre del año pasado en los EE.UU”.

Las posiciones parecen irreductibles. “Es injusto decir que hemos suspendido el ARSAT 3 –se defiende De Loredo-, cuando lo que hemos hecho es acelerar todo. En tres meses nosotros ya tenemos algunos permisos a punto de salir, estamos desesperados por comercializar el ARSAT 2 y que esto nos permita avanzar en la comercialización del 3, tal y como la gestión anterior tenía previsto”.

E insiste: “Estamos corriendo. comprometidos en lanzar el ARSAT 3, pero no podemos seguir levantando la mano para pedirle al Tesoro Nacional. Puede ser que el mes que viene arranque todo, o que sea en cuatro o cinco meses. Sin embargo, puedo dar cuenta de que lo que menos estamos haciendo es frenarlo. Hemos hablado con proveedores de servicios satelitales para tratar de hacer una preventa”.

NOTICIAS pudo saber que hay interesados con los cuales se han firmado cartas de confidencialidad. ARSAT 2 podría comenzar a brindar servicios (y recaudar) casi de inmediato.

http://noticias.perfil.com

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