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miércoles, 20 de julio de 2016

Con energía nuclear y a 3.700 km/h: el catalán que imagina los aviones del futuro

Se llama Óscar Viñals, es diseñador industrial y gráfico y ha imaginado algunos de los aviones que podríamos ver en el futuro (con permiso de la ingeniería aeronáutica)

Fue en un viaje de Barcelona a Asturias que terminó en Madrid. En ese accidentado trayecto, a Óscar Viñals se le encendió una bombilla. ¿Cómo podía cambiar la aviación comercial para mejorar los avionesnbsp;"Era el mes de noviembre, llovía y había fuertes rachas de viento. El avión estaba en la maniobra de aterrizaje, tocó el tren trasero, se ladeó y, cuando parecía que iba a tocar con el suelo, el comandante puso los motores a máxima potencia", explica. Aquel vuelo tuvo un final feliz, aunque no fuera en el aeropuerto de Asturias sino en Barajas: "Acabé junto con mi padre aterrizando en la pista más larga de Madrid, rodeado de camiones de bomberos no teníamos frenos y los flaps tampoco funcionaban correctamente".

Pasado el mal trago, este diseñador industrial y gráfico decidió ponerse manos a la obra, tirar de programas informáticos para diseñar un catálogo de aeronaves de formas llamativas y pensadas para imponer un soplo de aire fresco a la aviación comercial. El último de ellos, llamado Flash Falcon, apuesta por una tecnología todavía no desarrollada, la fusión nuclear, para rescatar el sueño de los viajes supersónicos. Según el plan de Viñals, su nave sería capaz de volar hasta Mach 3, unos 3.700 km/h, y transportar a unos 250 pasajeros.

"La fusión no es peligrosa, no 'explota' y no deja residuos radioactivos", explica Viñals, que ha colocado seis reactores de fusión en el diseño del Flash Falcon, una aeronave cuya "fuente principal de energía sería un reactor portátil de fusión para generar grandes cantidades de electricidad que alimentaría a sus seis motores mixtos (eléctricos y de combustión)". Ese reactor formaría parte de "un motor supersónico para poder alcanzar las velocidades" que Viñals tiene en mente.

Aunque no tiene ninguna titulación en ingeniería, Viñals asegura que cuenta con una formación en ingeniería aerodinámica adquirida "tras horas y horas de estudios personales asistidos por profesionales" que le ilustraron tanto en el apartado teórico como en el práctico. Los diseños de Viñals dibujan un futuro en el que las mejoras tecnológicas radicales pueden dar un empujón a los aviones de pasajeros. Pero, ¿son viables desde un punto de vista técnico?

Ingenieros aeronáuticos consultados por Teknautas no descartan que algún día esa solución pueda ser viable pero en pleno 2016 es una tecnología "que no está desarrollada". Esas fuentes señalan a la NASA y a Boeing como dos grandes nombres de la industria que están investigando esta tecnología que, por el momento, "es muy inestable. Se presupone que será la energía del futuro aunque se dice desde hace cuarenta años y todavía no se ha conseguido un motor eficiente".

Dudas con el diseño

Pero es en el ámbito del diseño donde los ingenieros consultados por Teknautas expresan más dudas. Las alas son uno de los elementos cuya viabilidad está en entredicho. "Colocarlas enganchadas a la parte trasera del fuselaje crea un momento torsor —la presión que ejercen las fuerzas a las que está sometida el ala— de película. Las alas se sitúan en el centro de gravedad y el centro aerodinámico para reducir ese momento torsor. En la vida, todo es posible, pero hoy por hoy no parece la solución técnica más factible".



Esas mismas fuentes recuerdan que los aviones supersónicos tienen unas formas "muy esbeltas" a diferencia del Flash Falcon ya que, una vez superada la barrera del sonido, las fuerzas aerodinámicas se comportan de manera diferente. Pero el diseño de esta aeronave colocaría el centro de gravedad de las alas "muy adelante" lo que implicaría la instalación de una "estructura muy rígida y pesada" en la parte trasera para aportar estabilidad. Como indican las fuentes del sector, esa maniobra "exige un peso adicional al avión que es lo que se trata de evitar al diseñar una nave".



El diseñador asegura que el diseño está pensado para "reducir el 'drag'" ya que en las pruebas de dinámica de fluidos que ha ejecutado consigue mayor velocidad con menor empuje si colocaba "una forma limpia" en el centro del aparato. "El flujo de aire dividido daba mayor estabilidad a la nave entre las alas y fuselaje", argumenta.

Viñals sí cree que sus vehículos tienen una base "para alzar el vuelo" aunque no pueda asegurar con rotundidad que vayan a cumplir con las expectativas generadas: "Poner elementos porque resulten más atractivos estéticamente es correcto pero no funcional. Persigo la funcionalidad y que la producción sea factible. Las alas serían dinámicas y, aunque parezcan sacadas de una película de ciencia ficción, cumplen con los principios de sustentación y aerodinámicos que buscaba después de pasar los test en programas de simulación térmica y flujo de fluidos".

El declive del Boeing 747, las bajas ventas del A380 y la popularidad de naves bimotores de largo alcance parecen dibujar un futuro en el que los aviones de más de dos motores parecen abocados a la extinción. "No parecen la mejor solución para el transporte aéreo", opinan las fuentes del sector.

http://www.elconfidencial.com

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