Las corbetas de la clase K-130 son el caballo de batalla de la marina Alemana.
Se utilizaron con éxito en numerosas tareas en el Mar Báltico, el Mar Mediterráneo y en el Cuerno de África.
La demanda de más barcos para la Armada Alemana se debe a los esfuerzos cada vez mayores y las crecientes demandas a la OTAN.
Con el fin de aumentar aún más las capacidades operacionales, un segundo lote de este probado tipo de buque es exactamente lo que la Marina Alemana necesita ahora.
La demanda de más barcos para la Armada Alemana se debe a los esfuerzos cada vez mayores y las crecientes demandas a la OTAN.
Las corbetas clase K-130 han demostrado sus capacidades, entre otras cosas, en la operación Atalanta contra la piratería, la operación Sophia de rescate en el mar y en los despliegues marítimos de la OTAN.
Por ejemplo, la corbeta “Erfurt” se desplegó en 17 misiones en sólo tres meses. Durante este período, la tripulación cambió cuatro veces antes de que el barco regresara a Warnemünde.
Por lo tanto, la adquisición posterior de estas corbetas es sólo lógica. Debido a que los barcos pueden ser entregados a la marina con relativa rapidez, traerán un alivio urgente. Además, el lote de seguimiento evitará los primeros problemas iniciales que retrasaron considerablemente el despliegue de las corbetas hace diez años, cuando se introdujo por primera vez la K-130.
El inspector de la armada, vicealmirante Andreas Krause, subrayó una vez más la importancia de la postproducción de las corbetas K-130 en la reunión de la armada a principios de enero de 2017: “Estos buques no sólo reforzarán las misiones de emergencia que la marina de guerra alemana tiene asignada, también permitirán reasumir las operaciones en el flanco norte, que ha sido descuidado. Alemania originalmente ordenó sólo cinco corbetas K-130.
Este tipo de buque es capaz de desplegarse en todo el mundo, y complementa las capacidades existentes de la flota. Las corbetas están optimizadas para misiones de patrulla y control, especialmente en aguas costeras.
Por ejemplo, la corbeta “Erfurt” se desplegó en 17 misiones en sólo tres meses. Durante este período, la tripulación cambió cuatro veces antes de que el barco regresara a Warnemünde.
Por lo tanto, la adquisición posterior de estas corbetas es sólo lógica. Debido a que los barcos pueden ser entregados a la marina con relativa rapidez, traerán un alivio urgente. Además, el lote de seguimiento evitará los primeros problemas iniciales que retrasaron considerablemente el despliegue de las corbetas hace diez años, cuando se introdujo por primera vez la K-130.
El inspector de la armada, vicealmirante Andreas Krause, subrayó una vez más la importancia de la postproducción de las corbetas K-130 en la reunión de la armada a principios de enero de 2017: “Estos buques no sólo reforzarán las misiones de emergencia que la marina de guerra alemana tiene asignada, también permitirán reasumir las operaciones en el flanco norte, que ha sido descuidado. Alemania originalmente ordenó sólo cinco corbetas K-130.
Este tipo de buque es capaz de desplegarse en todo el mundo, y complementa las capacidades existentes de la flota. Las corbetas están optimizadas para misiones de patrulla y control, especialmente en aguas costeras.
El puerto de origen de la 1ra escuadrilla de corbetas, con cinco corbetas, es la base naval en Rostock-Warnemünde, en la costa báltica.
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