De acuerdo con National Interest, sin el mantenimiento adecuado de la superficie de los cazas, el camuflaje característico de estos aviones se degradaría con el tiempo y los dejaría vulnerables a los radares enemigos.
"Si el piloto es detectado por el radar [enemigo], puede ser derribado. Si no lo es, entonces, puede cumplir su misión, ir detrás de las líneas enemigas y ni siquiera sabrán que estuvo allí hasta que sea demasiado tarde", afirmó Joshua Moon, mecánico responsable de asegurar de que los cazas permanezcan furtivos después de cada reparación.
Según la publicación, la Fuerza Aérea estadounidense está siempre muy atenta al revestimiento de los cazas F-22 y su desempeño. Basado en estas informaciones, se determina adónde exactamente las aeronaves pueden ser enviadas, informó el medio.
Fuerza Aérea de los EE.UU. sargento. Zachary Dunn, 192a Ala de Combate estructuras de aeronaves de bajo observables técnico, el material absorbente de radar martillos de un F-22 Raptor durante la bandera roja 17-1 en la base aérea de Nellis, Nev., 3 de febrero de 2017. El material estaba cubriendo un panel de luz que luego serán fijados por los mantenedores de la unidad 27 de mantenimiento de aeronaves. (Foto de la fuerza aérea de los EEUU de sargento de personal. Natasha Stannard)
Según la Fuerza Aérea, el Red Flag —ejercicio avanzado de entrenamiento de combate aéreo— que se llevará a cabo en breve, es la oportunidad perfecta para poner a prueba a los cazas F-22 y sus tripulaciones, tanto en el aire como en tierra, en algunas de las condiciones más difíciles posibles.
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