Japón activará en 2018 una Brigada Anfibia con 2.100 efectivos y vehículos AAV7A1 RAMS/RS

La nueva perspectiva de las amenazas actuales y futuras han derivado en una serie de cambios en el equipamiento y la estructura de las Fuerzas de Defensa de Japón. Una capacidad de la que carecían, y que están generando con rapidez para que pronto esté disponible, es la de proyección de fuerzas militares de carácter expedicionario con las que afrontar diferentes tipos de situaciones.

Japón ha decidido, en un momento en el que tienen cierta tensión con China por el control geoestratégico de puntos japoneses en los que los chinos tienen interés y buscan controlar, crear una Brigada Anfibia (ARDB, Amphibious Rapid Deployment Brigade). Les va a aportar el potencial de despliegue rápido que requieren y en ella se van a encuadrar unos 2.100 efectivos. Se ha concretado que la activación final debería hacerse para marzo de 2018.

Entretanto, avanzando para conseguir ese fin, han establecido un intenso programa de cooperación con el Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos (USMC) de cara a avanzar en la preparación del personal y el adiestramiento propio en acciones anfibias que se inician en la mar y proyectan a los militares sobre tierra. Además de la preparación específica en lo que a procedimientos, tácticas y metodologías se refiere, han decidido contratar treinta vehículos anfibios del tipo AAV7A1 RAMS/RS (Reliability, Availability, and Maintainability/Rebuild to Standard) con BAE Systems, material que incorpora un motor más potente y un tren de rodaje mejorado. Servirá para proyectar al personal por el mar y para conferirle protección y mejor capacidad de despliegue. Están trabajando también con los aviones MV-22 Osprey del USMC y no se descarta que la ARDB acabe incorporándolos a su potencial, pues Japón ya ha adquirido cuatro de ellos por unos quinientos cincuenta millones de dólares.

En beneficio de esa Brigada disponen de nuevas naves con capacidad de uso en operaciones de asalto anfibio que han ido entrando en servicio en los últimos años en la Marina de Guerra japonesa, como los tres transportes del tipo Osumi o el destructor Hyuga que podíamos calificar de portaaeronaves ligero. Con lo reseñado, y a partir de mediados del próximo año,

Japón dispondrá de una mejor capacidad para hacer frente a situaciones complejas en escenarios variopintos, una fuerza militar que también puede ser de ayuda inestimable ante situaciones como tsunamis y otras catástrofes naturales. (Octavio Díez Cámara)