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jueves, 25 de mayo de 2017

Analizamos el multimillonario contrato militar de Estados Unidos con Arabia Saudí

La visita del presidente estadounidense Donald Trump a Arabia Saudí se saldó el pasado día 20 con la firma de un contrato de venta de equipo militar por valor de cerca de 110.000 millones de dólares, cifra que podría alcanzar los 350.000 millones durante la próxima década, lo que supone la mayor venta de armamento de la historia estadounidense.

Tras el acto de firma en Riad entre del presidente Donald Trump y el monarca saudí Salman bin Abdulaziz Al Saud, el secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson anunció que “23 licencias de exportación de inversión extranjera por valor de más de 350.000 millones de dólares, incluyendo 109.000 millones de dólares en ventas de armas para reforzar la seguridad de nuestros socios saudíes”. Estos acuerdos se materializarán mediantes diferentes fórmulas como programas Foreign Military Sales (FMS), Cartas de aceptación o Letters of Offer and Acceptance (LOA) y Memorandos de Intenciones (MoU)

Estas ventas son parte del apoyo del Gobierno estadounidense a los países musulmanes suníes y de la región del Golfo Pérsico frente a Irán y el terrorismo islámico, superando así el período de frías relaciones durante la presidencia de Barack Obama, que se saldó incluso con la cancelación de la venta de algunas armas de precisión. Además el refuerzo de las ya potentes fuerzas armadas saudíes permitirá liberar de carga de trabajo a las tropas estadounidenses.

Para el Departamento de Estado estadounidense, el acuerdo supone un refuerzo de la seguridad a largo plazo de Arabia Saudí y la región del Golfo y se suma al apoyo prestado en la lucha contra el terrorismo en forma de ayuda financiera, militar y de inteligencia a los países que combatan al Daesh. La mayoría de los equipos contratados estaban ya en proceso de adquisición, caso de los programas para los que se han firmado los LOAs y confirmados por la Agencia para la Cooperación en Seguridad y Defensa (DSCA).

Empezando por munición de precisión solicitada en 2013, como misiles aire superficie por 6.800 millones de dólares, los cuatro buques Multi-Mision Surface Combatant (MMSC) de Lockheed Martin basados en el LCS de la clase Freedom que emplea la U.S. Navy. Estos más los equipos asociados están valorados en 11.250 millones de dólares según el programa FMS de octubre de 2015. Las cifras y características de estos buques ya fueron adelantadas en 2015 si bien a comienzos del año pasado todavía se encontraba estancado el acuerdo y no ha sido hasta ahora que se ha formalizado


Lo mismo sucede con el programa de munición para el Ejército de Tierra saudí por 500 millones de dólares incluyendo munición de carro de combate, cohetes, de armas largas, lanzagranadas, minas, espoletas y otros dispositivos. Arabia Saudí ha solicitado la venta de 133 carros de combate M1 Abrams configurados a la especificación particular M1A2S y otros veinte carros para reponer unidades perdidas durante los combates en el conflicto de Yemen. También se incluyen vehículos de recuperación pesados M88 Hércules por valor de 1.500 millones de dólares.



Boeing por su parte suministrará 48 helicópteros de transporte pesado CH-47F Chinook según la petición realizada por el reino del Golfo cuyo visto bueno fue notificado al Congreso en diciembre. 


Estos helicópteros, con sus motores y equipo asociado y armamento tienen un importe de 3.351 millones de dólares. De Boeing son también los diez sistemas de radar sobre globo aerostático denominados 74K Persistent Threat Detection System (PTDS), cuya adquisición fue aprobada en enero y valorada en 525 millones de dólares.


Sin embargo quedan muchos otros programas de los que hemos ido conociendo detalles por diversas fuentes. Por ejemplo, durante esta visita Arabia Saudí ha dejado por escrito su intención de adquirir un número no revelado de aviones de patrulla marítima Boeing P-8 Poseidon o la fabricación bajo licencia de 150 helicópteros S-70 Black Hawk de Sikorsky, filial de Lockheed Martin. También se ha confirmado la adquisición de radares, sistemas de comunicaciones o tecnología relacionada con la ciberseguridad.



Lockheed Martin, la constructora de los cuatro buques anunció que los contratos que había logrado en el marco de este acuerdo con Arabia Saudí alcanzan los 28.000 millones de dólares. Además de los cuatro buques se incluyen sistemas de defensa contra misiles, aeronaves de ala fija y helicópteros. Lockheed Martin también suministrará el equipo de defensa antiaérea THAAD, por Terminal Altitude Area Defense.


Raytheon por su parte ha anunciado la firma de un Memorando de Entendimiento con una empresa saudí para constituir una empresa conjunta en Arabia Saudí, Raytheon Arabia que abordará programas nacionales en las áreas de defensa, aeroespacial y de seguridad, sistemas de defensa aérea, municiones de precisión, sistemas de mando y control y de ciberseguridad.

Boeing, además de asegurarse el contrato de los Chinook está suministrando también los helicópteros AH-64D/E y los AH-6 de ataque ligero y reconocimiento, aparte de los MD530F de MD Helicopters que se contrataron en 2.010 en el marco de otro gran contrato militar entre ambos países. Suyos son los 84 nuevos F-15SA cuyas entregas comenzaron en diciembre del año pasado y la puesta al día de otros 70 F-15 por 29.400 millones de dólares

No es de extrañar que tras la firma del acuerdo las acciones de las principales empresas de defensa estadounidenses incrementaron su valor y es que la materialización de estos acuerdos supondrá miles de nuevos puestos de trabajo en los Estados Unidos como afirmó el Departamento de Estado estadounidense.

Fabricación local

Arabia Saudí tiene en marcha un plan para reducir la dependencia de su economía del petróleo, que supone entre otras acciones, la apuesta por la implantación de la industria de defensa y aeroespacial en el país. Esta apuesta pasa por la constitución de empresas conjuntas, las alianzas comerciales y la financiación de programas conjuntos. En mayo del año pasado ya dimos las primeras pinceladas de este programa tras las declaraciones del ministro de Defensa saudí que anunciaba que la industria nacional debería aspirar a suministrar al menos la mitad de la demanda de equipo militar del país.

Esta no es una iniciativa aislada de Arabia Saudí sino que está siendo práctica común entre los países de la región del Golfo, a raíz de las últimas iniciativas comerciales puestas en marcha, de las que nos hemos ido haciendo eco en defensa.com

Por ejemplo, ahora se ha formalizado el acuerdo entre Sikorsky, del grupo Lockheed Martin y la empresa saudí Taqnia Aeronautics que adelantamos el año pasado relativo a la fabricación en el país saudí de los helicópteros Black Hawk. Recordemos que estas dos empresas anunciaron su intención de crear una joint venture para fabricar bajo licencia los helicópteros de transporte en Arabia Saudí, un programa que crearía hasta 450 puestos de trabajo en Arabia Saudí.

Otro gigante estadounidense como es Boeing constituyó otra filial en Arabia Saudí, denominada Saudi Rotorcraft Support Company junto a Alsalam Aerospace Industries y Saudia Aeroespace Engineering Industries, que trabajará en aeronaves civiles y militares en el país

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