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sábado, 1 de julio de 2017

La Marina brasileña interesada en las corbetas rusas clase Steregushchy

La Marina de Brasil ha mostrado interés en la construcción de corbetas del proyecto ruso 20380, ha informado el servicio de prensa Northern Shipyard’s tras una visita de la delegación naval de Brasil.

La delegación brasileña fue invitada por Rosoboronexport, la principal agencia estatal intermediaria para la exportación/importación de productos relacionados con la defensa a visitar el astillero donde se construyen las corbetas Tigre, una versión de exportación del proyecto 20380 o clase Steregushchy.

Estos buques pueden equiparse con los misiles anti balísticos Yakhont (Oniks) o Kalibr, dos misiles Kashtan-M de defensa aérea y los cañones A-190 de 100 mm. También pueden llevar el helicóptero Ka-27 a bordo. Los barcos del proyecto 20380 desplazan unas 2.000 toneladas y miden unos 100 metros de eslora, 13 metros de manga y son capaces de alcanzar una velocidad de 27 nudos.

La dirección del astillero mostró a los invitados en cooperación con la United Shipbuilding Corporation las características de este tipo de corbeta y señaló en concreto el proyecto 2032 Tiger que es el barco diseñado para la exportación.

“Las partes establecieron la posible participación de Northern Shipyard’s en la organización de la construcción de los buques en las instalaciones de producción en Brasil. El director general del astillero Igor Ponomaryov sugirió estudiar la opción de construir uno o dos barcos en el astillero Severnaya Verf de San Petersburgo y luego, continuar la producción de los otros barcos en el astillero brasileño”.

Los brasileños quedaron gratamente sorprendidos con las capacidades del barco y con la posibilidad de aumentar el rendimiento del Tigre incorporando tecnología local para hacerlo compatible con las necesidades que tiene la Marina brasileña. Actualmente la Armada de Brasil cuenta con cinco corbetas: 4 de la clase Inhúma y 1 clase Barroso.


Las corbetas de esta serie destacan por su carácter polivalente, (para lo cual disponen de una amplia gama de armas antibuque, antisubmarino y antiaéreas), la baja detectabilidad, el alto nivel de automatización de sus sistemas y sus modernos radares y sonares. Tienen una autonomía de 4.000 millas náuticas (a velocidad de crucero) y una tripulación de 100 hombres, incluido el personal técnico del helicóptero de ataque que incorpora.

Dichas corbetas son los primeros buques rusos diseñados de acuerdo con la tecnología furtiva (‘stealth’): sus lanzadores de misiles se encuentran en el interior del casco, tienen una arquitectura monobloque con amplio uso de materiales compuestos y sección transversal de radar disminuido en 3 veces, entre otros adelantos.

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