El consorcio Almaz-Antey —el mayor productor de sistemas antimisiles de Rusia— pretende implementar las altas tecnologías militares en la producción civil varios altos funcionarios de la compañía comentaron a qué se dedicará el consorcio en un futuro próximo.
Almaz-Antey es uno de los mayores representantes de la industria militar de Rusia. Al día de hoy, sus productos sirven en más de 50 países y sus cerca de 125.000 trabajadores están distribuidos entre decenas de fábricas y laboratorios de investigación.
El gran potencial científico del gigante industrial, sumado a sus propias instalaciones de producción, le permiten implementar los últimos avances en tecnología militar en la fabricación de una amplia gama de productos, sobre todo centrándose en los radares, sistemas de navegación, sistemas de control del tráfico aéreo, equipos electrónicos y de telecomunicaciones.
Recientemente, el consorcio se unió al recién creado programa gubernamental Konversiya que prevé adaptar la alta tecnología militar al uso civil.
En el marco de la feria industrial Innoprom 2017, Sputnik ha conversado con Alexandr Gorovoi, subdirector del Departamento de Desarrollo de Productos Civiles, quien denominó algunos de sus productos civiles que ya se encuentran en el mercado. Esta la primera vez que el productor de los sistemas antiaéreos S-300, S-400 y S-500 decide participar en la exposición industrial Innoprom; sin embargo, ya ha logrado convertirse en su socio estratégico.
"Hemos empezado a poner en práctica el ambicioso programa encaminado al desarrollo y la producción de una amplia gama de productos civiles con alto componente tecnológico. En este sentido, el consorcio ha tomado medidas concretas para aumentar la producción de estos productos, empleando con éxito nuestro potencial científico y las modernas tecnologías militares", explicó Gorovoi.
Como ejemplo, Gorovoi mostró el radar-localizador Sova (Búho, en ruso) empleado en los sistemas de protección y control de importantes instalaciones infraestructurales, comunicaciones y sus zonas aledañas. Creada en colaboración con la asociación científica Strela, este sistema está diseñado para la detección e identificación de objetivos en movimiento (personas o máquinas equipos) a una distancia de hasta ocho kilómetros en cualquier condición del tiempo, momento del día o estación del año, con la posibilidad de integración en todo tipo de sistemas de seguridad.
Otro ejemplo de implementación de radares —punto fuerte de Almaz-Antey— es la serie de antenas aerológicas Vector-M. Fabricados por la compañía Vector, integrante del consorcio, estos radares están diseñados para recibir datos de las sondas meteorológicas lanzadas a la atmósfera superior.
Además de tener la capacidad de ser manejados a distancia, el relativamente pequeño tamaño, durabilidad y transpirabilidad de estos radares meteorológicos le permiten ser localizado en zonas con difícil acceso.
Asimismo, Gorovoi presentó una tecnología para marcar fluorescente sin análogos en el mundo. Se trata de una especie de código de barras QR para productos metálicos, los que, al ser legibles por sistemas computarizados, permiten no solo leer información sobre su fabricante, serie o modelo, sino salvaguardar el producto de falsificaciones. Lo especial de esta tecnología patentada es que permite marcar las piezas con una superficie curvada, como las brocas, y permanece legible incluso si se le intenta borrar o se cubren de óxido.
En total, en el marco de la feria Innoprom 2017, la compañía ha mostrado unas tres decenas de productos de la esfera civil, recogidos en seis principales categorías: maquinaria industrial, medicina, transporte, comunicación, seguridad y equipos para la vivienda y los servicios comunales. Desde focos LED y mamógrafos, hasta compuestos aditivos, camiones superpesados todoterreno BAZ-69099 y sistemas de limpieza de aguas residuales.
Según comentó Gorovoi a pesar de la leve caída de la tasa de producción civil del 13% al 5-7% en el último año, su compañía ha incrementado la cantidad de productos civiles en cifras absolutas. Esta caída se debe principalmente al incremento sustancial de pedidos militares, relacionados con el programa de modernización de las FFAA de Rusia y cuya mayor parte será culminada para 2018.
"En términos absolutos, la producción de bienes civiles está creciendo. Solo este año hemos realizando entre unos 16.000 y 18.000 millones de rublos en productos, sin contar con los servicios. Por el momento, estamos trabajando sobre un proyecto conjunto de 63.000 millones de rublos en el marco del programa de diversificación", precisó Alexandr Vedrov, subdirector de producción de Almaz-Antey.
Después del 2018, el consorcio planea incrementar sustancialmente la producción civil, para intentar alcanzar el 30% establecido para el 2025 por el nuevo programa gubernamental Konversiya.
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