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lunes, 20 de noviembre de 2017

LA RECUPERACIÓN Y PUESTA EN VALOR DEL COMPONENTE AÉREO DE LA ARMADA ARGENTINA.

Los Aviones Super Etendart modernizados

Eduardo Ligio Ganeau

La Armada Argentina y la Aviación Naval

Como varios medios periodísticos han publicado, avanzarían las negociaciones para la adquisición de cinco aviones navales de combate franceses Super Etendard Modernizados para el Instrumento Militar Argentino. Ellos vendrían acompañados de un gran paquete de repuestos remanentes de la desactivación de dicha aeronave en la Marina Francesa.

Se sabe que la Armada Argentina sería la receptora de dichos aviones por cuanto su Aviación Naval opera desde su creación en 1916, recibió sus primeras aeronaves de caza en 1919 y ya cuenta con otros aviones Super Etendard comprados a Francia en 1980 que tuvieron destacada actuación en la Batalla de Malvinas durante 1982. En esta oportunidad, tan solo cuatro aviones en servicio y cinco misiles Exocet AM39 llegados en diciembre de 1981 como primera parte de un paquete adquirido bastante mayor, hundieron dos buques británicos con máxima eficacia y sin pérdidas (HMS Sheffield y portacontenedores Atlantic Conveyor) y muy probablemente averiaron también a uno de los portaaeronaves (HMS Invencible)

La Armada Argentina tiene en su Aviación Naval al componente aéreo del poder naval, que se conforma también con buques, submarinos e infantería de marina. Esta organización aérea del “Poder Naval Integrado” cuenta con aviones y helicópteros destinados a suministrar las capacidades de vigilancia, disuasión, intervención y apoyo, orientadas sobre objetivos de superficie, aéreos, submarinos y terrestres, ubicados en los espacios marítimos, fluviales y terrestres relacionados.

Para cumplir su misión con criterios básicos de eficacia y eficiencia, la Armada Argentina, como las demás fuerzas armadas, necesita una organización de sus recursos humanos, materiales y financieros con unidad de comando y control que facilite la integración y sinergia entre distintos elementos de superficie, aéreos, submarinos y de infantería de marina, respondiendo a sobrados fundamentos de administración. Merecen destacarse especialmente la unidad de formación de personal, de abastecimiento y mantenimiento de medios materiales, y de administración presupuestaria.

Los medios navales, como el caso de los aviones Super Etendard adquiridos a la fábrica francesa Dassault Breguet (la misma de nuestros ya retirados Mirage de la Fuerza Aérea Argentina), se emplean tanto para la protección de los intereses marítimos y fluviales de su ambiente natural (el mar y los grandes ríos), como de cualquier otro interés ubicado en zona terrestre que demande una protección o apoyo desde su litoral marítimo o fluvial.

SUE de la 2ª Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, en la Base Aeronaval Comandante Espora del COAN (nótese el “killmark” del Atlantic Conveyor en 1982)- Foto: Martin Otero


Los aviones Super Etendard

Estos aviones monoplazas de combate multifunción y propulsión monomotor a reacción fueron especialmente diseñados para la Marina Francesa y la operación desde sus portaaviones y pistas terrestres. Devienen de los aviones Etendard IV operados por esa Marina hasta los años 90 y, gracias a sus varias décadas de operación y evolución, ha quedado técnicamente demostrada la confiabilidad de sus sistemas.

Los Super Etendard son contemporáneos de los aviones Mirage 50 de la misma fábrica Dassault. Argentina compró a ese fabricante francés la suma de 14 fuselajes de aviones Super Etendard y un número mayor de motores y variado armamento aire-mar, aire-tierra y aire-aire (misiles Exocet AM39, bombas de distinto peso, misiles AA y cañones de 30mm.). En nuestro país se los llama familiarmente como “los SUE”.

Habiendo resultado muy buenos aviones navales de combate como quedó demostrado en la batalla de Malvinas, pueden operar desde portaaviones o bases en tierra. Para ello, pueden ser catapultados y anavizar sobre un buque con sistema de frenado. También pueden aterrizar normalmente en aeródromos terrestres y con paracaídas en pistas cortas tienen especial resistencia a la corrosión propia del ambiente salino del mar. 

Pueden reabastecerse de combustible en vuelo y también abastecer a otros, actividad que extiende su radio de acción y es indispensable por seguridad para la operación en portaaviones. Pueden lanzar minas marinas para interdictar líneas de comunicaciones, vías fluviales o áreas de mar, tienen capacidades de guerra electrónica para su protección, pueden cumplir misiones de reconocimiento aerofotográfico, son adecuadamente veloces y maniobrables para cumplir su multiplicidad de funciones, y poseen características constructivas que le dan apropiada fortaleza para la acumulación de daños.

En síntesis, éstos aviones qué aún constituyen los medios aéreos de la SEGUNDA ESCUADRILLA AERONAVAL DE CAZA Y ATAQUE de la Armada Argentina con asiento en la Base Aeronaval Comandante Espora (Bahía Blanca) siguen siendo uno de los mejores medios argentinos de combate en su tipo luego de varias décadas de desinversión. Ellos constituyen parte del apoyo aéreo de combate para la Flota de Mar y la Infantería de Marina y están destinados esencialmente a cumplir funciones en el ámbito marítimo. No obstante, también pueden realizar apoyo armado ante otros requerimientos del Instrumento Militar y de otras organizaciones nacionales. Por su trascendencia pasada, y a falta de otros medios mejores, siguen transmitiendo un mensaje estratégico. Perderlos a cambio de nada, también lo sería.

Además de haber sido los primeros aviones que hundieron un buque de guerra con un misil aerotransportado (al Destructor británico HMS Sheffield), la eficacia, eficiencia y confiabilidad de estos aviones ha sido también demostrada desde la década de los 80 hasta nuestros días a través de su participación en la mayoría de los conflictos armados internacionales de la República de Francia en Medio Oriente, Europa y África.

Su adecuación progresiva al estado del arte se fue implementando con varias modificaciones que le dieron progresivamente mejores capacidades. Así nació el avión SEM (Super Etendard Modernizado) que Francia ha ofrecido a la Argentina y que, de ser adquiridos a un precio excepcionalmente bajo, al país le permitiría conservar por cierto tiempo una capacidad militar a punto de perder.

Dassault Super-Étendard Modernisé – Foto: © www.ffsmc.com (Flying Frog Scale Models Club France)

Los aviones Super Etendard Modernizados (SEM)

La renovación hecha en los aviones Super Etendard Modernizados ha permitido la adaptación al empleo de nuevos, más precisos y versátiles sistemas de navegación y ataque, de armas de designación láser para los misiles aire-superficie AS-30L, de nuevos sistemas de reconocimiento táctico en misiones de vigilancia, de mejores sistemas electrónicos de autoprotección e interferencia radar, de extensión del guiado por láser a las bombas de 125 kg y 250 kg, de mejor piloto automático para facilitar las misiones de combate, de capacidad de operaciones de ataque nocturno al instalarse un pod láser Damocles y la utilización de armamento con guiado por GPS.

LA VIGENCIA E IMPORTANCIA DE LOS SUE/SEM PARA LA ARGENTINA

Frente a presupuestos de Defensa que por más de una década se mantienen francamente debajo del 1 % del PBI nacional, los aviones Super Etendard de la Aviación Naval tienen las siguientes fortalezas:

1. Relación con las necesidades actuales del Instrumento Militar argentino
2. Disponibilidad de medios similares ya existentes y vida remanente
3. Capacidad de operación integrada, conjunta y combinada
4. Satisface necesidades de complementación con otras fuerzas armadas y de seguridad
5. Contribuye a la integración regional



SUE haciendo un “touch and go” en la cuvierta del USS Ronald Reagan (CVN 76) en 2004 – Foto: U.S. Navy photo by Photographer’s Mate Airman Konstandinos Goumenidis
La posibilidad de adquisición de 5 aviones Super Etendard Modernizados más un paquete significativo de repuestos y un adiestrador tendría la siguiente significancia:

1. Desde el punto de vista estratégico de la Defensa: Implicaría mejorar inmediatamente las capacidades operativas de protección en forma disuasiva y efectiva de los intereses nacionales ya que se incorporarían aviones directamente al servicio con personal propio de vuelo, apoyo y mantenimiento mayormente capacitado. Habría una contribución efectiva a necesidades de control del mar en caso de unidades no identificadas u hostiles, interdicción de actividades aéreas ilegales o peligrosas, y de apoyo armado contra objetivos terrestres que lo requieran. La potencialidad de su empleo ya contribuye a evitar los acaecimientos indeseados por mera disuasión. Con una duplicación de la población mundial (4.000 a 8.000 mill.) en los últimos 50 años, el descongelamiento polar y la disminución de superficies emergidas, no es un arrojo presagiar mayores problemas en la seguridad mundial, incluyendo a nuestro país, en el futuro cercano.

2. Desde el punto de vista de la urgencia: Es conocido e indiscutible que la Argentina a consumido el Instrumento Militar heredado hace cuatro décadas por falta sostenida de suficiente presupuesto para mantenimiento y actualización. La adquisición de aviones en servicio con logística conocida implica el mejoramiento casi inmediato de ciertas capacidades operativas necesarias para protección de los intereses argentinos. Medios económicos de rápida adquisición posibilitarían transitar madura y progresivamente hacia medios más modernos y acordes a las demandas actuales.

3. Desde el punto de vista de la oportunidad: Los aviones SEM están disponibles hoy y su bajo costo relativo (unos 10 mill. de dólares por todos los aviones y repuestos) constituye una oportunidad única. La necesidad argentina es también en el presente, cuando la disponibilidad de medios armados es completamente exigua y, por poco, no se pueden cumplir funciones de protección aún frente a convocatorias internacionales de autoridades estatales, como en el caso de cumbres regionales o mundiales (por ejemplo la cumbre del G20 en 2018). Estos aviones posibilitarían conservar hoy cierta capacidad operativa hasta que puedan adquirirse otros medios modernos con una vida mucho mayor.

4. Desde el punto de vista de las capacidades operativas: el número de aviones a adquirir permitiría recuperar una masa mínima en varias de las múltiples capacidades de operaciones navales ya perdidas por falta de unidades en capacidad de operar.

5. Desde el punto de vista presupuestario: Teniendo en cuenta que la incorporación de nuevos aviones de combate demandan un costo variable entre 50 y 100 millones de dólares por unidad, más todo el costo del material de soporte logístico de mantenimiento, abastecimiento, armamento, simulación y apoyo, y de la capacitación del personal para atención del nuevo medio en un tiempo no menor de cinco años, la posibilidad de adquisición inmediata de cinco aviones en servicio a un costo difundido de 10 mill. de dólares resultaría altamente conveniente.

Super Etendard # 71 (último Super Etendard entregado a la Marine Nationale) de la flota 17F con 2 tanques adicionales y dos 2 misiles MAGIC 2 (4 de junio de 2005).- Foto: Franck Dubey

Para el caso de Argentina, es razonable demorar proyectos militares en función de otras prioridades, pero eso no implica desconocer las necesidades o conveniencias de importancia estratégica relacionadas con la Defensa. En este sentido, bien vale mantener ciertas capacidades mínimas y un balance entre las funciones de vigilancia, disuasión e intervención a pesar de las restricciones.

6. Desde el punto de vista de los RRHH: Permitiría mantener en vuelo con medios operativos de importancia a pilotos militares que de otra forma se perderían y migrarían a actividades no militares. Lo dicho tendría su correlato en el personal de apoyo y mantenimiento.

7. Desde el punto de vista del mantenimiento: Se aprovecharían las capacidades disponibles de mantenimiento adquiridas durante más de treinta años de operación de los aviones propios. Asimismo, serían mejoradas con la incorporación de todo el material.

8. Desde el punto de vista de las capacidades navales con asiento en bases embarcadas: Los aviones Super Etendard Modernizados permitirán conservar cierta capacidad latente de operar en bases flotantes como son los portaaviones o portaaeronaves. Vale resaltar que la conquista actual de los mares es indiscutible y hay un incremento de la cantidad de portaaviones en el mundo, que resulta lógico frente a la propia necesidad de operar y proteger las vastas jurisdicciones marítimas recientemente extendidas como resultado de la prolongación de la plataforma submarina argentina. Dicha necesidad se ve reforzada frente a la necesidad de protección de la enorme jurisdicción nacional apropiada hoy por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

9. Desde el punto de vista del apoyo a otras organizaciones nacionales: Se podría complementar las capacidades actuales de la Fuerza Aérea Argentina en sus funciones de defensa aérea y apoyo de fuego aire-superficie.

10. Desde el punto de vista de la cooperación en Defensa con otros Estados: Favorecería la eventual conformación de fuerzas combinadas de Defensa en el ámbito de Sudamérica, o a la cooperación con otras fuerzas armadas de países amigos, en contribución a la defensa y a la política exterior de la República Argentina. Tal es el caso de las operaciones combinadas que la Armada Argentina ha realizado por décadas con las Marinas de Brasil y Estados Unidos mediante la operación de los actuales aviones Super Etendard en los portaaviones de esas armadas.

11. Desde el punto de vista del poder nacional y militar: Indiscutiblemente, desde el punto de vista estratégico, el poder militar es uno de los componentes del poder nacional. Las capacidades de una aviación naval embarcada con base en un portaaeronaves no son desconocidas por las grandes potencias, ni por Brasil ni Chile.

SUE 0752/3-A-202 que dejo de volar por tener que entrar en inspección mayor , “en reserva” en el MUAN – Foto: Flikr oficial de Gaceta Marinera

Brasil incorporó aviación de ataque a su anterior portaaviones Minas Gerais en la década de 1990 y luego adquirió el portaaviones Sao Paulo a Francia con el doble de desplazamiento y capacidades respecto del anterior. Este último era la cubierta de los mismos SUE/SEM franceses antes de que fuera adquirido por Brasil. 

Hoy día se comenta que Brasil desactivaría este portaaviones en el futuro cercano, pero no se habla de lo que seguramente es el propósito a mediano y largo plazo: tener dos portaaviones como los británicos de 65.000 toneladas. Iniciando con ello, ya ha celebrado un acuerdo con el Reino Unido para la construcción de una serie de buques de combate que bien podrían ser la antesala de la construcción para Brasil de uno o dos portaaviones del tipo Queen Elizabeth. Tanto hoy, como si esto último se diera, Argentina no podrá aspirar a liderar ninguna fuerza combinada con ese país debido al mayúsculo desequilibrio entre la fuerza naval brasileña y la argentina. Brasil ha decidido hace años ser potencia del Atlántico Sur y tener una plaza permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU indiscutiblemente necesita de por lo menos dos portaaviones. Por qué no, uno podría ser argentino

Por su lado, desde hace varios años se comenta que Chile ha estudiado seriamente en su momento la posibilidad de adquirir alguno de los portaaeronaves británicos ex clase Invencible. Es un análisis razonable frente a un declarado “Mar Presencial” que llega en el Pacífico más allá de la Isla de Pascua y alcanza a casi 18 millones de km2 hasta más de 5.000 km. de la costa chilena.

En consecuencia, teniendo Argentina jurisdicciones de responsabilidad que llegan desde los 60° hasta los 10° de Long. Oeste (unos 5.500 km de nuestras costas) e intereses nacionales en todo el mundo, es muy lógico que Argentina mantenga seriamente el objetivo de disponer de pistas en el mar como son los portaaviones, aunque en la actualidad resulten de dificultosa adquisición. De aquí la conveniencia de mantener cierta capacidad aeronaval para alimentar las posibilidades y administrar la complejidad de este tipo de operaciones.

Epílogo

En síntesis, la posible compra de los aviones Super Etendard Modernizados ofrecidos por la Marina Francesa constituye una oportunidad del momento para conservar y mejorar ciertas capacidades militares que la Argentina necesita en el presente y que, a entero juicio personal del autor, no debería desperdiciar.

Como expresara anteriormente, por su trascendencia pasada, y a falta de otros medios mejores, los aviones Super Etendard siguen transmitiendo el mensaje estratégico de que Argentina desea proteger sus intereses nacionales. En el humilde juicio de este autor, perderlos hoy a cambio de nada, sería una comunicación estratégica para nada conveniente.

Eduardo Ligio Ganeau

Datos Personales

Nacionalidad: Argentina

Lugar y fecha de Nacimiento: Bahía Blanca, 13 de abril de 1959 E-mail: elganeau@yahoo.com


Oficial de la Armada Argentina, graduado como Guardiamarina (1981). Participó en la Guerra de Malvinas (1982). Especializado como Aviador Naval, en actividades de Caza y Ataque.

Profesor de nivel Universitario del Instituto Universitario Naval, Unidad Académica Escuela de Guerra de Guerra Naval, en la materia “Método de Toma de Decisión en Condiciones de Incertidumbre”.

Licenciado en Sistemas Navales 

Postgrado en Estudios de Defensa (“Master Degree in Defence Studies” en el Royal Military College, de Kingston, Canadá)

Oficial de la Armada. Comodoro de Marina de la Armada Argentina, del Cuerpo de Comando.

Piloto de Transporte de Línea Aérea – Avión; Piloto Comercial de Primera Clase – Avión; Aviador Naval, especializado en aviones de combate. Instructor de Vuelo.


Maestrando en “Estudios Estratégicos” del Instituto Universitario Naval. Cursado completo 2014. Tesis en elaboración.


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