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viernes, 24 de febrero de 2017

India prevé adquirir sistemas antiaéreos rusos S-400 Triumf por valor de 5,8 mil millones de dólares

Rusia y la India iniciarán este marzo las negociaciones de compraventa de los sistemas de misiles antiaéreos S-400 Triumf. El importe de la posible operación rondaría los 5,8 mil millones de dólares.

Durante la exposición aeroespacial 'Aero India 2017' que se celebra en la ciudad de Bangalore, India ha iniciado negociaciones con Rusia para adquirir los conocidos sistemas de defensa antiaérea rusos S-400 Triumf, informa The Economic Times citando a Víktor Kládov, director de Cooperación Internacional y Regional de la corporación estatal Rostec, que agrupa en su seno a la mayor parte de fabricantes de armas rusos.



"La parte india nos invitó a comenzar las negociaciones en marzo. Tardaremos cerca de año en formalizar el acuerdo. Espero que el contrato esté cerrado en este año en curso o en el primer trimestre de 2018", explicó Kládov.

En ese caso, las primeras entregas de S-400 a la India podrían comenzar a producirse entre 2019 y 2020. De acuerdo con The Economic Times, el Ministerio de Defensa de la India ha aprobado la compra de cinco sistemas S-400 por un importe de casi 6 mil millones de dólares.



La singularidad del futuro contrato es la probabilidad de que la India abandone su habitual exigencia de fabricar parte del producto en plantas de su país, tal y como hace habitualmente con los contratos internacionales, siguiendo las directrices del programa estatal "Fabrica en la India" ('Make in India').

Cabe recordar que Rusia ya suministra estas armas a China, que se ha convertido en el primer comprador extranjero de estos sistemas de largo-mediano alcance. Actualmente, se llevan a cabo negociaciones para una posible adquisición de los Triumf por parte de Turquía y Egipto.

General Dynamics presenta el LAV 700 para Arabia Saudí


Una de las presentaciones más interesantes que ha tenido lugar en la reciente feria IDEX, en Abu Dhabi, ha sido la de la última versión del longevo LAV (Light Armoured Vehicle), concretamente la versión denominada LAV 700 que tendría por cliente lanzador a Arabia Saudí. 

La unidad presentada en el stand de General Dynamics Land Systems corresponde a la versión de puesto de mando (Command Post), con techo sobreelevado sobre la versión normal. Aunque no se ha confirmado el cliente para el que se ha desarrollado este modelo, es más que probable que se trate, como veremos, de Arabia Saudí.

El LAV 700 presentado en IDEX tiene un peso de nada menos que 31 toneladas, por lo que no sería mala idea pensar en cambiar el nombre de Light Armoured Vehicle por MAV o “Medium Armoured Vehicle. De este peso, 11 toneladas es el máximo que el vehículo puede portar en forma de tropa, carga, munición o blindaje. Para poder mover el vehículo hubo que sustituir el motor original y emplear un motor diesel de seis cilindros en línea turboalimentado C13 de Caterpillar con 12,5 litros de cilindrada y nada menos que 711 cv. (pensemos que el motor del Stryker tiene 350 cv.) asociado a una caja de cambios automática Allison 2800. Se ha incluido una suspensión hidroneumática de altura regulable.

La versión del LAV seleccionado por Arabia Saudí parte de la versión más moderna en servicio como es el LAV UP o 6.0 que sirve de base al programa de modernización del Ejército de Tierra canadiense. Por ello dispone de protección contra minas y dispositivos explosivos improvisados (IEDs por sus siglas en inglés) mejorada gracias a la adopción del casco doble en V diseñado para los Strykers estadounidenses.

También se ha integrado asientos colgados del techo para absorber mejor el impacto de las explosiones, un sistema de alerta láser asociado a lanzadores de contramedidas Galix integrados en los laterales del techo. Existen muchas posibilidades de armamento que van desde torres de empleo remoto con ametralladoras ligeras de la familia Kongsber Protector como la que presentaba el vehículo expuesto o torres de mayor potencia, de la misma empresa Kongsberg o de otros proveedores, según necesidades del cliente.



El gobierno de Arabia Saudí lleva negociando discretamente desde 2014 con General Dynamics Land Systems Canadá un gran acuerdo de adquisición de vehículos blindados en el que el gobierno canadiense participaría a través de la Corporación Comercial Canadiense, como ya sucedió por ejemplo en la venta de los LAV III a Colombia. 


No se conocen aún las cifras oficiales de este programa pero podría suponer la adquisición de entre 600 y 900 vehículos 8x8 de la familia LAV configurados en distintas versiones por un importe que superaría los 10.000 millones de euros. (José Mª Navarro García)

Fotografías:

·El nuevo LAV 700 (SNAFU)

·La evolución de la familia LAV (GDLS)


IDEX 2017: Paramount lanza la producción Mwari

Charles Forrester, Abu Dabi - IHS Jane Defence Weekly


Paramount Group anunció el 20 de febrero, durante la feria IDEX 2017, que la producción de la variante militar de su aeronave AHRLAC (advanced, high performance, reconnaissance, light aircraft), el Mwari, se iniciará en abril.

La compañía sudafricana está comercializando Mwari como un avión de ala fija con las capacidades de un AH-64 Apache , un argumento que tiene mucho más sentido con Boeing desarrollando el sistema de misión del Mwari. Con una velocidad máxima de crucero de 272 nudos (504 Km/h), el Mwari impulsado por un turbohélice P&WC PT6 puede superar la velocidad máxima de 150 nudos (278 Km/h) del Apache. El Mwari también se jacta de un alcance máximo de 1150 nm (2.130 Km) y que puede volar por más de siete horas, ideal para misiones de patrulla y vigilancia a través de las amplias y remotas franjas de tierra africanas.

Se espera que el primer avión de producción se complete en junio o julio, y la compañía menciona un “aumento en la demanda de los clientes” para el avión. La producción del avión se trasladará a una nueva instalación de 15.000 m 2 construida específicamente en el aeropuerto de Wonderboom. Se entiende que los primeros aviones Mwari serán modificados en la nueva fábrica a partir de aviones AHRLAC existentes que ya se están construyendo, antes de que la producción de los Mwari de nueva construcción empiece en abril.

La fábrica tendrá la capacidad de producir 24 aviones al año con el potencial de escalar más allá de esta cifra. Ya se ha realizado un pedido, pero la compañía se negó a revelar cuántos aviones se contrataran.

El Mwari cuenta con 25 puntos fuertes en total, incluyendo seis en las alas. Se ha demostrado que el avión puede llevar misiles guiados anti-tanque Mokopa, pero también tiene la capacidad de transportar contenedores de cañón de 20 mm, cohetes guiados de 70 mm y bombas guiadas de precisión Mk 81.

En declaraciones a Jane, Ivor Ichikowitz, presidente del grupo Paramount, dijo que la aeronave “está demostrando ser la plataforma más emocionante en un momento en que la guerra asimétrica está exigiendo una plataforma como esta que no existe en ninguna otra parte del mundo”.

El avión es capaz de transportar una amplia gama de sensores para distintos tipos de operaciones, incluyendo sistemas electro-ópticos y designadores láser, escaners de rayos infrarrojos para el monitoreo de cambios, así como un radar de apertura sintética de largo alcance (SAR) para misiones de reconocimiento. El avión también es capaz de llevar sistemas de guerra electrónica tanto para el trabajo ofensivo como el defensivo.

“Todos estos sistemas están interconectados e interlinkeados a través de un sistema de un servidor inteligente a bordo de la aeronave, lo que permite la integración y superposición de todos los datos para que los operadores puedan identificar anomalías en su ruta de patrulla y tomar decisiones en la cabina en base a esa anomalía

http://www.janes.com

El rearme de EEUU relanza los bombarderos de nueva generación

Las claves de esta nueva generación son las técnicas furtivas, la capacidad de trabajar con misiles, robots y drones y su potencial uso no tripulado

El bombardero B-2 Spirit

PEPE CERVERA

En la era de los misiles balísticos, los sistemas antiaéreos de gran rendimiento y las amenazas hipersónicas, cabría pensar que el concepto del bombardero pesado ha quedado obsoleto. Sin embargo, las potencias militares de primer nivel (EEUU, Rusia, China) preparan nuevas versiones para este siglo. La Administración Trump ya ha indicado que quiere acelerar el programa del B-21 Raider, reemplazo del B-1 y del B-52 para la USAF; Tupolev trabaja desde 2014 en el desarrollo del PAK DA, un bombardero para reemplazar a los Tu-95 Bear y los Tu-22M3 Backfire, y China trabaja en el H-20, un reemplazo para sus vetustos pero mortíferos H-6 con el que amenazar a los grupos de portaaviones estadounidenses y quizá más allá de las bases de la Segunda Cadena de Islas. Las claves de esta nueva generación de bombarderos pesados son las técnicas furtivas, la capacidad de trabajar con misiles, robots y drones y su potencial uso no tripulado.

La misión de bombardeo fue la segunda después del reconocimiento a la que se dedicaron los aviones en sus orígenes militares, arrojando granadas o bombas creadas a partir de munición de artillería en las guerras de los Balcanes, y posteriormente desarrollando aviones específicos para esta función en la Primera Guerra Mundial. Desde muy pronto, se diferenciaron para cumplir dos misiones diferentes: las de apoyo a las tropas de tierra y las de ataque estratégico.
Durante el periodo de entreguerras, la capacidad de los nuevos modelos para infligir daños a blancos militares y civiles quedó en evidencia. Las teorías de Giulio Douhet sobre la capacidad destructiva del poder aéreo y ejemplos como el bombardeo de Guernica en la Guerra Civil española ayudaron a crear un auténtico pánico expresado por el político británico Stanley Baldwin en su famosa frase: "El bombardero siempre pasará".

Durante la Segunda Guerra Mundial, el Blitz, la campaña de bombardeo estratégico sobre Alemania y los ataques estadounidenses a Japón (que culminaron con las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki) demostraron la capacidad destructiva del bombardero estratégico, así como sus limitaciones. Al contrario de lo temido por los teóricos, la destrucción de las ciudades y las masivas muertes de civiles no causaron un colapso de la moral y de la voluntad de resistencia. Los daños físicos fueron significativos, pero no ganaron la guerra y su uso tuvo costes enormes también para los aliados.

XB-70 Valkyrie. (Wikipedia)

En la era de la Guerra Fría y armados con bombas atómicas o termonucleares, los bombarderos pasaron a ser una de las tres patas de la tríada estratégica. Los primeros aviones especializados se crearon para transportar enormes armas nucleares a grandes distancias y para dejarlas caer por gravedad sobre sus objetivos. Curiosamente, muchos de esos aviones siguen operando hoy. Aparatos subsónicos como el B-52, el Tu-95 y el H-6 chino (derivado del Tu-16 Badger) fueron diseñados a finales de los años cincuenta para esta misión, aunque pronto fue evidente que los avances en cazas y, sobre todo, en radares y misiles antiaéreos los hacían casi inútiles para su misión original.

Así nació una segunda generación de aviones diseñados para volar muy rápido y muy alto (B-58 Hustler, los bombarderos ‘V’ británicos), una tendencia que culminó en el XB-70 Valkyrie estadounidense y el Sujói T-4 soviético, prototipos diseñados para alcanzar hasta tres veces la velocidad del sonido a gran altura. Ambos proyectos fueron cancelados entre los años sesenta y setenta al resultar evidente que eran vulnerables a los misiles antiaéreos.

El coste de los 21 ejemplares de B-2 fabricados y de su uso es astronómico: más de 2.000 millones de dólares por avión

Una nueva generación intentó resolver el problema mediante la penetración a baja cota y gran velocidad para esquivar los radares, con diseños como el B-1 Lancer o los Tu-160 y Tu-22M rusos. Pero la gran velocidad reduce el alcance, y misiles antiaéreos más sofisticados hacían imposible garantizar el éxito de este perfil de ataque: si te pueden detectar y derribar centenares de kilómetros antes de llegar a tu objetivo, la velocidad es irrelevante. Parte de la solución fue dotar a los viejos tetramotores subsónicos (Tu-95, B-52) de misiles de crucero capaces de llevar las cabezas (nucleares o convencionales) hasta el blanco.

La siguiente solución fue el B-2 Spirit estadounidense: un radical diseño subsónico optimizado con técnicas furtivas para no ser detectado por los radares enemigos. Estas técnicas incluyen la planta de ala volante, los motores sobre el ala, el cuidadoso trazo de su forma para dispersar las ondas radáricas y sofisticados recubrimientos que las absorben; en conjunto, se dice que a las frecuencias adecuadas el B-2 es un ‘fantasma’ que ofrece un retorno eficaz radárico inferior a los de aviones furtivos mucho más pequeños, como el F-22 y el F-35.

A cambio, el coste de los 21 ejemplares fabricados (20 operativos) y de su uso es astronómico: más de 2.000 millones de dólares por avión, y dado que no pueden llevar misiles de crucero, deben sobrevolar el blanco para atacarlo, por lo que no son invulnerables ni útiles para lanzar armas atómicas hoy en día. El aparato va a ser sometido a una amplia modernización los próximos años. Aunque su diseño parece ser tan funcional como para basar en sus líneas principales el reemplazo de sus antepasados, el obsolescente B-1 Lancer y el venerable B-52 BUFF.

Los bombarderos saludan al siglo XXI

Por eso el Pentágono puso hace unos años en marcha el proyecto de un bombardero para el siglo XXI, asignado al fabricante Northrop Grumman en 2015 y bautizado el pasado año como B-21 Raider en honor al ataque sobre Tokio al principio de la Segunda Guerra Mundial, conocido como Raid Doolittle. Aunque el B-21 no estará operativo antes de bien entrada la década de 2020 y sus especificaciones exactas se guardan en secreto, se conocen algunos detalles generales. 

El diseño se basa en la misma idea de ala volante con motores superiores que el B-2, una especialidad del fabricante.

El programa pretende adquirir al menos un centenar de ejemplares (175-200 como óptimo) por un precio que ronda los 550 millones de dólares por unidad y un precio total entre los 80.000 y los 110.000 millones, incluyendo los costes de desarrollo. En el caso del Spirit, el coste por unidad se disparó cuando se redujo el número total de aparatos construidos; el nuevo bombardero tendrá que evitar esa trampa y además deberá pelear por partidas económicas de desarrollo con otros programas como el del F-35, con el que compartirá motores y elementos de electrónica.

En el 70 aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial, China presentó dos nuevos misiles específicamente diseñados para combatir portaviones, pero aún tienen que demostrar que funcionan

El B-21 contará con una arquitectura abierta e integrará una sofisticada red de sensores para garantizar la designación de blancos con gran precisión. Su perfil 'stealth' y la electrónica de a bordo le permitirán penetrar áreas cubiertas por misiles antiaéreos sofisticados en misiones de supresión de defensas (SEAD) pero también dispondrá de la capacidad de lanzar armas nucleares.



Los sistemas de control de vuelo lo convertirán en un avión de tripulación optativa capaz de volar como un dron de ser necesario; se espera que tenga la capacidad de interactuar con aviones no tripulados para diversas funciones, así como de actuar como plataforma de reconocimiento y control del campo de batalla. La reciente asignación de un contrato para crear una planta de recubrimiento en la factoría de Northrop Grumman indica que el nuevo bombardero contará con coberturas especiales antirradar, una de las características más secretas, potentes y caras del B-2. Para conocer la efectividad del nuevo aparato habrá que esperar décadas.

PAK DA y H-20, los rivales

Rusia cuenta con dos diferentes bombarderos con capacidad estratégica, ambos heredados de la antigua URSS pero extensamente modernizados. En total hay 64 ejemplares del cuatrimotor turbohélice Tu-95 Bear, ejemplares fabricados en los años ochenta aunque el diseño proviene de los cincuenta; alrededor de una treintena están operativos.

H-20

Los Bear pueden llevar hasta 8 misiles de crucero Kh-55SM, con un alcance de 3.500 km y capacidad nuclear; la última modernización que se está instalando les posibilita usar también los Kh-101/102, con mayor alcance (5.500 km) y mayor precisión (CEP de cinco metros). De los Tu-160 Cisne Blanco (Blackjack en la designación OTAN) hay 16 operativos: se trata de un aparato con alas de geometría variable similar al B-1 Lancer pero más grande y supersónico. El Tu-160 puede llevar hasta 16 misiles Kh-55 o Kh-101/102 y están siendo modernizados al estándar M2 con electrónica completamente renovada.

Sujói T-4. (Wikipedia)

Para reemplazarlos, se está trabajando en un nuevo diseño del que poco se sabe más allá del nombre: PAK DA, y que ha sido encargado al gabinete de diseño de Tupolev, especializado en bombarderos. Se espera que el PAK DA esté en vuelo hacia 2025, aunque muchos analistas consideran que esa fecha es optimista. Se especula con que el esquema básico del diseño sea similar al del B-21: un bombardero subsónico con características 'stealth' y electrónica avanzada con una planta del tipo ala volante y la capacidad de transportar un elevado número de misiles de crucero en una bodega interna, propulsado tal vez por un desarrollo del motor que equipa a los cazas furtivos PAK FA.

PAK DA

Algo similar ocurre con el proyecto chino de nuevo bombardero pesado, conocido como Xian H-20. China tan sólo dispone en su arsenal del Xi’an H-6, un bimotor derivado del Tupolev Tu-16 Badger ruso de los años cincuenta que cubre las funciones de bombardero pesado y de avión antibuque al estilo de los Tu-22M rusos. Este aparato no cuenta ni con el alcance ni con la capacidad de armamento como para poder ser considerado verdaderamente estratégico, sobre todo teniendo en cuanta que carece también de capacidad nuclear de acuerdo con la política china de estricto no primer uso. Aunque extensamente modernizados los H-6K están alcanzando el fin de su vida útil y deben ser reemplazados; tan evidente es el hecho que ya en 2007 se especulaba con la creación de un bombardero similar al B-2 Spirit (H-8). Actualmente el programa es real, aunque públicamente se conocen muy pocos detalles.

Desde que se inventaron las armas arrojadizas, y después las de fuego, los soldados se han tenido que enfrentar con el mismo problema: demasiados enemigos para tan poca munición

Se espera que China base el diseño del nuevo bombardero en los conocimientos desarrollados en los programas de cazas furtivos J-20 y J-31, además del transporte pesado Y-20 y el avión de pasajeros Comac C919. La idea sería crear un avión capaz de sobrepasar la Primera Cadena de Islas y atacar la Segunda e incluso más allá por medio de misiles de crucero del estilo del DH-10, de los que debería poder transportar 8 o más en una bodega interna; también debería ser capaz de realizar ataques con misiles antibuque a grandes distancias de la costa.

Se habla de la posibilidad de que el H-20 tenga una planta de ala volante como el B-2, aunque algunos analistas dudan de que la industria china tenga capacidad para construir un diseño tan sofisticado. Como siempre en la aviación china uno de los principales problemas serán los motores, dado que la industria nacional no ha conseguido crear diseños que aúnen potencia y fiabilidad. Se espera que el H-20 esté en vuelo hacia 2020-2025; si las fechas cuadran, hacia 2030 las grandes potencias podrían disponer de versiones diferentes de un concepto similar: el bombardero del siglo XXI.

http://www.elconfidencial.com

Ultiman detalles del primer portaviones de producción china

Los medios chinos informan que el primer portaaviones de producción nacional pronto puede estar completado. The National Interest en su reciente nota analizó las capacidades de la nueva arma de Pekín.
Los constructores militares chinos están a punto de finalizar las obras de construcción del primer portaaviones de producción enteramente nacional, que definitivamente entrará en servicio en el año 2020. Es decir, durante los próximos años el buque militar será equipado con sistemas de diferentes tipos, incluyendo sensores y otro hardware.

La publicación de The National Interest compara
el nuevo portaviones chino con la única nave de este tipo que ya está en servicio de la Armada china, Liaoning —buque soviético de la clase Kuznetsov—. Según el medio, la nueva nave china tendrá más capacidades: en particular, ha aumentado el espacio para la tripulación en el buque.



En una entrevista con Global Times el experto militar chino Song Zhongping señaló que a diferencia del Liaoning, el diseño, las tecnologías y la capacidad de combate del primer portaviones de producción china 001A serán "mucho más avanzados".

Él también agregó que una de las diferencias clave del diseño será el ambiente más cómodo y más moderno para los tripulantes.


Después de botar el buque los constructores van a equiparlo con sistemas como radares, equipos de comunicaciones y otros. Se añade que este proceso puede durar hasta dos años: luego la nave militar se someterá a las pruebas con fin de asegurarse de que todos los sistemas funcionan bien.


Cabe subrayar que una vez esté completado el 001A China dejará de usar antiguos sistemas de lanzamiento de aviones, como los de la clase Kuznetsov. Está previsto que los cambie por catapultas de vapor en sus futuros portaaviones.


Asimismo, se informa que China ha estado desarrollando sistemas electromagnéticos de lanzamiento de aviones, semejantes a los que EEUU planea instalar sobre su futuro portaaviones USS Gerald Ford. Es probable que Pekín utilice las catapultas hasta que la tecnología del lanzamiento electromagnético sea más avanzada.

El tercer portaaviones, llamado 002, diferirá completamente del Liaoning y el 001A, porque se parecerá más a un buque norteamericano que a una nave rusa, dice el artículo del medio estadounidense.

Concluye que es posible que en futuro Pekín construya unos seis portaaviones para cumplir con sus necesidades.