El proyecto soviético de misiles de pequeño tamaño Kurier podría ser reanudado si EE.UU. abandona el acuerdo bilateral de destrucción de misiles balísticos de medio alcance firmado en 1987
Supuesta imagen del misil RSS-40 Kurier y su posible lanzador
Rusia podría tener preparada una respuesta instantánea y verdaderamente contundente al posible abandono de Estados Unidos del acuerdo soviético-estadounidense de destrucción de misiles balísticos de medio y corto alcance firmado en 1987.
"Si los estadounidenses vuelven a instalar los MBAM [misiles balísticos de alcance medio] en Europa, como lo era antes de la entrada en vigor de dicho acuerdo, esto significaría que el tiempo de vuelo de los misiles balísticos estadounidenses a las instalaciones estratégicas de Rusia en la parte europea del país se reduciría a 7-10 minutos," explicó un experto anónimo citado por el portal de la industria de defensa rusa VPK.
La posible solución
La 'respuesta del espejo' rusa a tal amenaza sería desplegar armas similares en la región del Ártico, desde donde el tiempo de vuelo hasta las instalaciones estratégicas de EE.UU. sería más o menos el mismo. Los costos de este plan serían mínimos, especialmente si se utiliza para ello los territorios de islas rusas como la de Kotelny, en la cual se ha instalado últimamente una de las cuatro agrupaciones tácticas de la Flota del Norte rusa
"Es físicamente imposible identificar con precisión el contenedor marítimo dentro del cual se encuentra el misil entre otros miles, especialmente en las vastos territorios del norte ruso"
Es más, los misiles de medio alcance rusos dispersos en el enorme territorio ruso en el Ártico serían prácticamente indetectables, ya que estos encajan perfectamente en cualquier contenedor de transporte marítimo o terrestre de tamaño estándar, miles de los cuales circulan diariamente por los mares y vías férreas de la región, lo que los convertiría prácticamente en indetectables.
El actor principal
"Hablando sobre el componente técnico de esta posible respuesta rusa, la fuente sugirió que los 'candidatos' ideales para estos misiles serían los del proyecto de 15Zh59 'Kurier' [o SS-X-26, según la clasificación de la OTAN], un compacto misil balístico intercontinental de combustible sólido desarrollado en la URSS que fue concebido para viajar por todo el país dentro de contenedores de estándares normales: su longitud es solo 11,2 metros, y su masa de 15 toneladas", detalló el experto.
"Se llevaron a cabo varios lanzamientos exitosos de este misil hasta que en octubre de 1991 el proyecto fue cancelado como resultado de los acuerdos mutuos con EE.UU. sobre el cese del desarrollo de misiles balísticos intercontinentales de clase ligera", agregó.
Según el especialista, el Instituto de Ingeniería de Calor de Moscú [el principal centro de desarrollo de misiles balísticos de propelente sólido, con sede en Moscú] podría reanudar este proyecto en cualquier momento y a un nivel tecnológico superior.
También resaltó que el pequeño tamaño de estos misiles facilitaría su desplazamiento: "Es físicamente imposible identificar con precisión el contenedor marítimo dentro del cual se encuentre el misil entre miles de otros, especialmente en las vastos territorios del norte ruso".
"Podrían ser ubicados en cualquier lugar adecuado en las islas árticas, donde les protegerían combatientes de la Flota del Norte, o navegar por la ruta del Mar del Norte, o situarse en cualquier base de exploradores polares rusos", sugirió.