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jueves, 8 de agosto de 2019

Francia y Australia trabajan en el mismo submarino, pero con diferente propulsión

Submarino francés Barracuda

La presencia del ministro de Defensa australiano y del director general de futuros submarinos en el lanzamiento el viernes del Suffren francés, el primer submarino de ataque nuclear Barracuda de su clase, ha enviado una fuerte señal de que Francia considera a Australia un socio crítico en el proyecto.

En su discurso en la ceremonia de lanzamiento en Cherburgo, Normandía, el presidente francés Emmanuel Macron subrayó que “Francia estará al lado de Australia para acompañarla durante la duración de este contrato, que selló una alianza esencial entre nuestras dos naciones”. Australia ha comprado 12 de estos submarinos.

Los barcos australianos tendrán propulsión convencional, ya que el país no tiene un programa de energía nuclear y, por lo tanto, no tiene los conocimientos técnicos para implementar la energía atómica en un submarino. Esto significará cambios en el diseño para permitir un tipo de motor diferente. También significa que los submarinos australianos no tendrán la capacidad de permanecer sumergidos hasta 70 días sin escalas como el francés.

El director general del Grupo Naval, Hervé Guillou, dijo que tenía “cero preocupaciones” sobre la capacidad de entregar un submarino propulsado convencionalmente a Australia, dada la amplia experiencia del grupo. “Todos los días, un submarino del Grupo Naval de propulsión convencional navega por todo el mundo”, dijo a los periodistas, añadiendo que los que se venden a Brasil, Malasia, Chile, Pakistán e India son todos de propulsión convencional.

El lanzamiento también sirvió como una oportunidad para que Naval Group hablara sobre su acuerdo con la compañía holandesa Royal IHC. Los dos están preparando una oferta conjunta para el programa holandés de sustitución de sus cuatro submarinos de clase Morsa, de 30 años de antigüedad.


La reciente Estrategia de la Industria de Defensa del Reino de los Países Bajos especifica que, siempre que sea posible, el Gobierno debe “comprar holandés”, de modo que cualquier astillero interesado en licitar debe asociarse con una empresa holandesa. 

El sueco Saab-Kockums se ha asociado con Damen, un conglomerado privado holandés de defensa, construcción naval e ingeniería de propiedad familiar.

La licitación oficial -o “Carta B”, como se la denomina en Países Bajos-, que marcaría el inicio de la fase de definición del programa, debería haberse publicado hace seis meses, pero es probable que ahora se posponga hasta finales de año. El retraso se debe a que algunos partidos políticos holandeses cuestionan la necesidad de que el Reino tenga submarinos.

La empresa española Navantia y la alemana ThyssenKrupp Marine Systems también han expresado su interés en este proyecto.

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