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sábado, 25 de julio de 2020

Por qué submarinos rusos rondan cables de Internet en el océano Atlántico

La OTAN volvió a advertir que, en los últimos meses, la armada rusa está investigando agresivamente las redes de comunicaciones submarinas. Para qué sirven y qué pasaría si son cortados

Según datos oficiales, sólo en el Océano Atlántico se rompen 50 cables submarinos por año.

El mando militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) volvió a advertir que, en los últimos meses la armada rusa está investigando agresivamente las redes de cable de comunicaciones submarinas. Cabe mencionar que estos cables conforman un sistema de infraestructura global encargado de transmitir el 99% de los datos internacionales enviados a través de Internet. A pesar de las constantes advertencias, los responsables de la defensa no han proporcionado mucha información específica sobre el contenido real de lo que muchos consideran una amenaza rusa bajo el agua.

Un corte del sistema de cabes submarinos podría afectar seriamente o incluso cortar el acceso a Internet a nivel mundial.

Aunque cada cable submarino transmite grandes cantidades de datos, la red de cable tiene una gran capacidad de redundancia. La rotura de un cable puede causar interrupciones temporales, pero no interrumpe el servicio. Debido a que los protocolos de enrutamiento de Internet dirigen los datos alrededor de los puntos de fallo, los flujos de tráfico se ajustan a la conexión perdida y envían los datos a través de otros cables al mismo punto final. Los anclajes y tormentas caóticas ocasionan averías de cables con regularidad, alrededor de 200 por año. Dejar, por ejemplo, sin conexión a Estados Unidos con el resto del mundo requeriría cortar un gran número de cables: por lo menos 18 en el Atlántico Norte solamente, según el mapa de telegeografía, y muchos más conectando a los Estados Unidos con América Latina y Asia.


En 2018 los reportes de actividad submarina generaron gran preocupación entre lo países europeos y la OTAN.

El llamativo y particular interés de Rusia por los cables submarinos que cruzan el Atlántico se hizo público en 2015.

Los primeros cables submarinos de comunicación fueron tendidos en 1851 y desde entonces la red global no ha parado de crecer en tamaño y tecnología, conectando a todo el planeta de forma casi instantánea. Según un estudio elaborado por el sitio especializado TeleGeography, actualmente se calcula que hay cerca de unos 450 cables que cubren un total de 1.100.000 kilómetros de distancia,.

El llamativo y particular interés de Rusia por los cables submarinos que cruzan el Océano Atlántico se hizo público, por primera vez, a mediados de 2015, cuando el ejército de Estados Unidos detectó la presencia de submarinos rusos operando en áreas donde se colocan los cables. Dos años más tarde, Stuart Peach, por entonces jefe del Departamento de Personal del Ministerio de Defensa británico, manifestó que tanto Reino Unido como la OTAN debían priorizar la protección de las líneas de comunicación ante el aumento de la injerencia rusa.

Dejar sin conexión a EE.UU. con el resto del mundo requeriría cortar por lo menos 18 cables en el Atlántico Norte solamente.

Por su parte, John Sipher, un ex miembro de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Moscú, advirtió que el Kremlin tiene dos claros objetivos: espiar y cortar las comunicaciones en tiempo de conflicto. “También podrían querer mostrar su capacidad para amenazar a Occidente. Nuestro FBI ha pillado a los rusos tratando de obtener acceso a cables submarinos y terrestres. También buscan obtener acceso físico a enrutadores y nodos de comunicación”, afirmó el ex espía..

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