La Fuerza Aérea Turca ha probado recientemente dos clases indígenas de misiles aire-aire, el Gokdogan Beyond Visual Range y el Bozdogan Visual Range. Ambos misiles se encuentran todavía en una fase relativamente temprana de sus pruebas y fueron disparados desde lanzadores basados en tierra contra aviones teledirigidos.
Los misiles parecen destinados a ser análogos al AIM-120C AMRAAM americano y al AIM-9 Sidewinder respectivamente, ambos actualmente desplegados por los F-16 Fighting Falcons turcos.
Mientras que varios estados han integrado misiles autóctonos de corto alcance en los cazas americanos para el combate a distancia visual, siendo el AIM-132 británico y el Python-4 israelí los principales ejemplos, el Gokdogan parece ser el primer intento de reemplazar el armamento de largo alcance del F-16.
No se ha publicado información sobre la fecha de la prueba, el alcance del misil y cuándo se puede esperar que entre en servicio. Se estima que el alcance del misil se encuentra entre el del AIM-120B, a 75 km, y el del AIM-120C, a 105 km, aunque también es posible un alcance ligeramente mayor dada la antigüedad de estos diseños estadounidenses.
Al igual que el AIM-120, el Gokdogan se beneficia de la localización por radar totalmente activa, lo que le proporciona capacidades de disparo y olvido críticas para los cazas modernos. Mientras que el F-16C, la única clase de cazas modernos de Turquía, está preparado para integrar los misiles, es probable que el próximo caza TF-X también esté equipado con los misiles autóctonos. También existe la posibilidad de que Turquía trate de integrar los misiles en las clases de cazas rusos cuya compra está negociando actualmente, como el Su-35 y el MiG-35, de la misma manera que la India ha hecho con sus propios aviones rusos Su-30 integrando su misil Astra de fabricación nacional. Si Turquía mejora aún más el diseño y supera potencialmente las capacidades del AIM-120C para finales de la década, podría tener un considerable potencial de exportación a través de Oriente Medio y más allá a estados como Pakistán y Jordania, que también despliegan el F-16. Los operadores de F-16 que no tienen acceso al AIM-120 - a saber, Egipto, Venezuela e Iraq - también podrían ser clientes importantes.