Hay una revolución tecnológica de la guerra en marcha: silencioso e invisible, el láser emplea pulsos de alta intensidad de luz para matar o incapacitar, todo a la velocidad de la luz.
Después de décadas de promesas y salidas en falso, los láseres al fin están ocupando un lugar en el campo militar, y la guerra ya no será la misma.
El primer láser se remonta a 1960, cuando Theodore Maiman lo demostró en el Laboratorio de Investigación Hughes de California. Sin embargo, han sido necesarios más de 50 años para transformarlos en armas útiles en el campo de batalla, para lo que tuvo que superar numerosos obstáculos tecnológicos a lo largo del camino.
Fue a finales del año pasado cuando Lockheed Martin anunció que estaba explorando formas de poner un láser en el F-35 Joint Strike Fighter. También se considera su integración en el avión AC-130 y en los bombarderos B-1 y B-2.
La Armada de EE.UU. ya ha puesto en servicio un arma láser en el LPD Ponce de la clase Austin y anticipa armar el resto de su flota a partir de 2020-2021.
Mientras, el Ejército quiere emplearlo como medio de protección a sus tropas contra los proyectiles de artillería, misiles y aviones no tripulados.
Es relativamente fácil medir qué daño harán los proyectiles de artillería de 155 mm. o las bombas de 250 kg., pero incluso ahora que las armas láser se han convertido en una realidad, apenas nadie sabe cómo funcionan realmente y qué tipo de daño que pueden hacer.
LASER es un acrónimo que significa “amplificación de luz por emisión estimulada de radiación”. Los láseres funcionan mediante la excitación de los átomos, moléculas o iones en un medio – pensemos en gases, productos químicos, fibras, o diodos -, hasta que emiten luz exactamente en la misma longitud de onda. Esa luz se canaliza en un haz estrecho por un resonador y luego se dirige a un objetivo.
En otras palabras, los láseres son rayos estrechos de luz concentrada, que hacen daño por calentamiento del objetivo. Como ejemplos de efectos en el campo militar, podemos considerar los siguientes: dañar el cuerpo humano, perforar la estructura exterior de aeronaves y los cascos de barcos pequeños, sobrecalentar misiles atacantes o proyectiles de artillería en el aire, haciendo que exploten o pierdan estabilidad, incendiar depósitos de combustible, etc.
La fuerza de un láser no se expresa en libras como una bomba de la aeronave, o el diámetro de un proyectil de artillería, los láseres militares se clasifican por la energía eléctrica que consumen, en kilovatios o megavatios y su duración.
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