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viernes, 10 de junio de 2016

El Gobierno volvió a reclamar "diálogo" por Malvinas

En el nuevo aniversario de la creación de la Comandancia Política y Militar, Argentina reafirmó sus derechos "imprescriptibles" de soberanía.

El gobierno nacional volvió a reclamarle al Reino Unido "diálogo" por Malvinas y reafirmó sus derechos "imprescriptibles" de soberanía sobre las Islas, al conmemorarse un nuevo aniversario de la creación, en 1829, de la Comandancia Política y Militar en el archipiélago.

A través de un comunicado difundido por la Cancillería, el gobierno destacó el "objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino" de lograr "ejercer nuevamente de forma plena la soberanía argentina sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, respetando el modo de vida de sus habitantes y de conformidad con el derecho internacional".

"El Gobierno argentino reitera una vez más su plena disposición a un diálogo abierto con el Reino Unido, y a fortalecer la relación bilateral a fin de identificar posibles áreas de cooperación en el Atlántico Sur", subrayó el texto. 

Y reafirmó "los imprescriptibles derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes, por ser éstos parte integrante del territorio nacional".

"El 3 de enero de 1833, quebrantando la integridad territorial argentina, el Reino Unido ocupó ilegalmente las islas, desalojando mediante el uso de la fuerza a los habitantes y a las legítimas autoridades argentinas allí asentadas", denunció el Palacio San Martín

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Gobierno quiere revivir LADE con flota de Avianca

  • LA ESTATAL QUE OPERA FUERZA AÉREA PODRÍA PASAR AL MINISTERIO DE TRANSPORTE.
  • BUSCAN CUBRIR RUTAS CON LEASING

Por: Edgardo Aguilera


El Ministerio de Defensa estudia resucitar los vuelos de LADE, la empresa estatal que opera la Fuerza Aérea con aeronaves de Avianca. El artífice y gestor del negocio es Carlos Colunga, exdirectivo de la firma Mac Air Jet, que pertenecía a Franco Macri y que fue adquirida en su totalidad por Avianca. Colunga es ahora el CEO de la nueva empresa resultante de esa operación que permite el ingreso de la colombiana Avianca a las frecuencias nacionales. 

La idea es poner uno o dos aviones al servicio de LADE con el formato de un leasing, acotado a una cantidad de horas de vuelo a fijar por la ruta que se cubrirá. La iniciativa pasó por el tamiz de Walter Ceballos, secretario de Servicios Logísticos para la Defensa y Coordinación Militar en Emergencias, funcionario con injerencia directa en la operación de LADE. Las aeronaves de LADE son en esencia transporte estratégico y se utilizan a requerimiento en casos de ayuda humanitaria ante emergencias por desastres naturales. Una task force de asesores aeronáuticos de Ceballos, entre ellos el comodoro mayor Mario Rovella, analizó las alternativas de la opción Colunga. En esos cabildeos también se especuló con la transferencia de LADE a la órbita del Ministerio de Transporte que conduceGuillermo Dietrich. 

LADE está paralizada por falta de presupuesto, cuenta con dos aviones SAAB 340 sobre una dotación de cuatro incorporados en 2009 y sólo un Fokker F-28 que llegó al límite de su vida útil. Defensa ha recibido voces de reclamo desde provincias patagónicas que claman por la reanudación de los vuelos de fomento.

Germán Efromovich, uno de los dueños de Avianca, pasó por Buenos Aires a fines de mayo, se entrevistó conMacri y le confirmó que invertiría unos 100 millones de dólares y generaría fuentes de trabajo para 250 personas. La empresa tiene planes de traer seis aviones turbohélice en lo que resta del año, configurados para el transporte de unos 70 pasajeros y disponer de una flota de 18 a fines de 2018. El nicho es operar vuelos en rutas que no son atendidas por Aerolíneas o LAN. Ahí calzó el complemento de colocar dos aeronaves en el leasing pagado por LADE, empresa pública que se creó y opera por decisión política con el objetivo de impulsar el desarrollo territorial en particular del extremo sur del país. Vuela en misión de fomento uniendo destinos que ninguna empresa cubre porque resultan deficitarios. 

Colunga se enteró de la disponibilidad inmediata de u$s 5.791.367 destinados a la contratación de los servicios de horas de vuelo para LADE que había sido resuelta por la gestión kirchnerista y que fueron acreditados en una cuenta específica de la Organización Internacional de la Aviación Civil (OACI). La licitación internacional para el"alquiler con opción a compra de 2 aviones Regional Jet" se gestionó al término de 2014 con asistencia de la OACI, ente especializado de las Naciones Unidas que brinda servicios de cooperación y asistencia técnica al país miembro en contrataciones, adquisiciones, licitaciones y demás tareas que hagan al desarrollo seguro y ordenado de la aviación civil. La empresa mejor calificada por OACI fue Matrix, con aparatos Embraer ERJ 135 de 37 plazas, pero Defensa, a pedido de la Fuerza Aérea, congeló el contrato

Colunga tiene fluidas relaciones con un amplio sector de la fuerza porque los talleres de Mac Air se ocupaban del mantenimiento de los Lear Jet militares, contrataba técnicos y mecánicos de la propia Fuerza Aérea para brindar el servicio a esos aviones. Pero se ganó la enemistad de otros, entre ellos el titular del arma, brigadier Enrique Amreim, porque desplazó de la grilla de vuelos presidenciales a los pilotos militares que tradicionalmente comandaban esas aeronaves.

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Miras, sensores, drones y robots: la infantería del futuro ya está aquí

Pruebas de tiro con el lanzagranadas semiautomático 'inteligente' MX25

Existen en muchos países grandes programas para proporcionar al soldado de infantería capacidades cercanas a las de los trajes imaginados en las novelas futuristas

Desde que en el siglo XVI se introdujeron las armas de fuego en el campo de batalla, la revolución tecnológica militar ha dejado relativamente de lado al soldado de a pie, el sufrido miembro de la infantería. Es cierto que las armas actuales a su alcance son mucho más efectivas y contundentes que los mosquetes y arcabuces de avancarga, pero su papel en el combate no es muy diferente. Hoy, el soldado de infantería lleva un fusil de asalto y granadas (quizá con ayuda de un lanzagranadas) y es apoyado por ametralladoras y morteros de modo no muy diferente a como los alabarderos protegían a los arcabuceros o como los granaderos daban apoyo a los mosqueteros (con sus bayonetas) durante las guerras europeas de los siglos XVIII y XIX.

Los sucesivos avances en tecnología han hecho que el fusil automático sea mucho más preciso, las granadas mucho más letales y el apoyo cercano mucho más eficaz. La ametralladora, en particular, forzó importantes cambios en el despliegue y evolución de las tropas. Pero una serie de nuevas armas y sistemas se dispone a revolucionar el papel táctico, y la contundencia, del soldado de infantería, poniendo a su alcance nuevas formas de combate antes imposibles. La infantería del futuro será mucho más letal, y combatirá de un modo diferente al actual.

Una serie de nuevas armas y sistemas se dispone a revolucionar el papel táctico, y la contundencia, del soldado de infantería

Desde hace décadas, existen en muchos países grandes programas para proporcionar al soldado de infantería capacidades cercanas a las de los trajes imaginados por Robert Heinlein en su novela 'Tropas del Espacio'. Sistemas de geoposicionamiento y sensores electrónicos integrados en visores añadidos al casco que le den al soldado su posición absoluta y en relación con sus compañeros y con el enemigo; trajes que le protejan de proyectiles y otras agresiones e incluso le proporcionen fuerza sobrehumana; elementos de puntería que mejoren su capacidad de alcanzar al enemigo incluso cuando este está a cubierto, y todo ello integrado en un sistema operativo y racional. Programas como el Future Force Warrior estadounidense, con su componente Land Warrior, o sus equivalentes inglés (FIST), alemán (IdZ), francés (Félin), ruso (Ratnik) o español (COMFUT), han presentado propuestas de novedosos uniformes, miras aumentadas, cascos con visores HUD o chalecos de protección antibalas, algunos de los cuales han sido probados en combate.

Pero todos estos sistemas tienen problemas: son caros, no del todo fiables y frágiles; además, añaden mucho peso al que acarrea el soldado, lo que limita su movilidad en combate, y crean problemas logísticos (baterías, repuestos). La tecnología avanzada todavía no ha permitido crear chalecos antibalas ligeros, flexibles y capaces de detener un proyectil de fusil de asalto, y los exoesqueletos robotizados todavía no son lo bastante operativos y tienen baterías que duran muy poco. Estos grandes programas resultan útiles para hacer avanzar la investigación; por ejemplo, el blindaje personal Interceptor surgió del programa Land Warrior, pero en conjunto acaban siendo demasiado ambiciosos y fracasan en su intento de integrar todas las tecnologías a la vez.

Hay programas menos ambiciosos pero que ya tienen un impacto real en el campo de batalla, ayudando a los soldados a resolver problemas tácticos

En cambio, hay programas mucho menos ambiciosos pero que ya están teniendo un impacto real en el campo de batalla, ayudando a los soldados a resolver problemas tácticos en condiciones reales de combate. Algunos de ellos ofrecen la posibilidad de revolucionar el uso de la infantería en la guerra futura al aumentar enormemente la letalidad del soldado y proporcionarle capacidades verdaderamente nuevas, o al eliminar de su responsabilidad tareas repetitivas o físicamente agotadoras.

Mejor ver

Todo soldado de infantería quiere ver lo que hay al otro lado de la colina, porque su vida depende de ello. Conocer la disposición del enemigo, saber si dispone de armas pesadas, de cuáles y dónde, son asuntos literalmente de vida o muerte para quien camina para luchar. Por eso la introducción de nuevos tipos de sensores y plataformas para que el soldado de vanguardia pueda transportarlos, operarlos y recibir sus datos en tiempo real supone una diferencia vital para la efectividad de la infantería. Plataformas de sensores como los estadounidenses RQ-11 Raven, el RQ-20 Puma o el diminuto Wasp III son aviones teledirigidos lanzados a mano capaces de navegar por sí mismos y de enviar imágenes ópticas e infrarrojas a estaciones de control en primera línea, por lo que permiten mejorar la información de que disponen incluso las unidades más pequeñas. Algo de especial interés en áreas de terreno abrupto, o en combate urbano.



El problema de este tipo de aparatos teledirigidos es que permiten ver lo que hay, pero no atacarlo; se trata de poco más que aviones de aeromodelismo que son incapaces de llevar incluso los misiles más pequeños del arsenal EE UU. Para resolver este problema, las fuerzas especiales solicitaron al fabricante del Puma y del Raven un nuevo modelo que se acabó denominando Switchblade. Se trata de un avión teledirigido diseñado para ser transportado dentro de un macuto estándar, plegado dentro de un tubo; pesa apenas 2,7 kg y desplegado mide 61 cm de largo. Además de un sistema de control de vuelo GPS capaz de dirigir el aparato a unas coordenadas concretas y de una cámara en color, el Switchblade lleva una cabeza de combate equivalente a una granada de 40 mm diseñada para minimizar los daños colaterales: esto significa que el aparato no se limita a mirar, sino que puede atacar al enemigo actuando como kamikaze. Los Marines han demostrado que es posible lanzarlo incluso desde un convertiplano MV-22 Osprey en vuelo.

El Switchblade no se considera un aparato espía, sino una munición con capacidad de acecho, aunque su autonomía es muy escasa: apenas 10 minutos, ya que lleva un motor eléctrico. Se han diseñado versiones solares de modelos solo de vigilancia como el Puma o el Raven con autonomía de horas, aunque las limitaciones de peso siempre serán importantes. En todo caso, la mejora en el control de la situación de la infantería y la posibilidad de una limitada capacidad de ataque sin exponerse a fuego enemigo mejoran sustancialmente la situación del soldado de a pie. Estos micro-UAVs han sido probados en condiciones de combate en Irak y Afganistán, y algunos de ellos (Raven, Wasp III) han sido exportados a ejércitos como el español. Otros países disponen de sistemas comparables como los ZALA 421-08 y ZALA 421-12 rusos, el Skylite y la familia Bird-Eye israelíes, el Bayraktar turco.

Otros tipos de sensores llegarán también pronto al campo de batalla, como los equivalentes militares de los sistemas de detección de disparos

Otros tipos de sensores llegarán también pronto al campo de batalla, como los equivalentes militares de los sistemas de detección de disparos que ya emplean determinadas fuerzas policiales estadounidenses. Estos sistemas son capaces de localizar el origen de un disparo antes de que la bala llegue a su destino, pero los actuales son pesados y necesitan ser fijos o instalarse en vehículos; están en desarrollo versiones portátiles. También en desarrollo están las contrapartes militares de los sistemas radáricos que permiten visualizar personas a través de un muro, o nuevos sistemas biométricos de identificación individual incluso a distancia. En todos los programas del tipo 'soldado futuro' se incluyen también sensores personales para los soldados propios que puedan facilitar sus datos biométricos en tiempo real a sus camaradas y superiores, para asistir en caso de resultar heridos. Las versiones militares de las pulseras tipo FitBit no tardarán mucho en estar en los campos de batalla.

Mejor disparar

Saber dónde está el enemigo es mucho mejor que no saberlo, pero lo ideal es poder además dispararle antes de que te dispare a ti. La capacidad de alcanzar a un enemigo cuando está a cubierto supone cambiar las reglas del juego para la infantería: poder disparar a alguien oculto tras un muro o en una zanja dificulta las emboscadas del adversario y facilita el ataque de las fuerzas propias. Para esta tarea se diseñó el lanzagranadas XM25 CDTE ('counter defilade target engagement', combate contra blancos en desenfilada), que por fin va a ser repartido a las tropas en grandes números a partir de 2017 tras un larguísimo y polémico proceso de desarrollo. Promete ser un antes y un después.




Pruebas de tiro con un MX25.


El XM25 es el primer sistema de armas ligeras que puede calificarse de inteligente, es decir, que hace uso de la electrónica para funcionar. Se trata de un lanzagranadas semiautomático que emplea varios tipos de granadas de 25 mm de diámetro con diversas cargas explosivas. El arma está dotada de un medidor de distancias láser que transmite su información a la granada antes del disparo: el usuario puede ajustar la distancia exacta a la que desea que haga explosión la granada en el aire. El proyectil ‘cuenta’ la distancia usando su propia rotación desde que deja el cañón; la explosión, al producirse a media altura, puede batir blancos que están en desenfilada de modo muy eficaz. El lanzagranadas pesa poco más de seis kilos vacío, por lo que puede ser transportado y operado por un soldado con facilidad, tiene un alcance efectivo de hasta 600 a 700 metros y utiliza cargadores de cinco granadas.

Según los estudios del ejército estadounidense las granadas del XM25 son hasta tres veces más efectivas, al explotar a media altura, que las de cualquier otro lanzagranadas de igual calibre en su arsenal, y el alcance del arma es también superior. Tras un largo proceso de desarrollo que tiene sus orígenes a finales de la década de 1990, el sistema se desplegó en pruebas en Afganistán en 2010; en aquel teatro de operaciones se habían desplegado viejos lanzacohetes de la época de Vietnam para ayudar a defenderse de emboscadas a las tropas.

La 101 División Aerotransportada recibió cinco ejemplares y 1.000 granadas, que empleó con notable éxito en sus enfrentamientos con guerrillas locales. Los soldados llegaron a usar el lanzagranadas como arma principal y lo apodaron ’The Punisher’ (el castigador), ya que resultó ser muy efectivo en combates de baja intensidad’. Pero aunque funcionaron sin problema, las armas eran prototipos muy caros y las granadas se fabricaron a mano a un coste de más de 1.000 dólares/unidad: el ejército solicitó que se ampliaran las líneas de montaje para hacer un gran pedido.

Aunque funcionaron sin problema, eran prototipos muy caros y las granadas se fabricaron a mano a un coste de más de 1.000 dólares/unidad

En 2013, un XM25 explotó durante un entrenamiento, dejando inoperativa el arma e hiriendo levemente a su servidor; así que inmediatamente se retiraron todos los ejemplares del servicio, aunque se habían realizado casi 6.000 disparos sin incidentes. El ejército EE UU deseaba adquirir hasta 10.900 unidades para equipar a todos los pelotones y equipos de operaciones especiales con uno. Pero en 2014, el Congreso vetó el gasto al considerar que hay problemas de seguridad con el diseño. A pesar de ello y tras realizar cambios de detalle, las fuerzas armadas continúan con el proceso de compra y quieren que el arma esté a disposición de las unidades en 2017. A partir de entonces, enfrentarse a la infantería EE UU será mucho más peligroso de lo que ya lo es hoy.

No es el único sistema de artillería para las tropas del frente que quiere poner a disposición de sus soldados el ejército EE UU, que ha solicitado a las empresas del ramo propuestas para lo que denomina Precision Shoulder Launched Missile (misil de precisión lanzado desde el hombro). Se trata de desarrollar un misil que pueda lanzar un soldado y que sea capaz de alcanzar y destruir tanto enemigos a cubierto como vehículos ligeros para complementar al XM25 a mayores distancias. Algo similar al Pike diseñado por Raytheon, una munición inteligente pensada para el uso de la infantería de primera línea.

El Pike es un pequeño misil de calibre 40 mm que puede ser lanzado desde algunos de los lanzagranadas estándar del ejército EE UU pero tiene un alcance de más de 1,2 km. Con un peso de apenas 770 gramos tiene una cabeza de combate de 270 gramos optimizada para alcanzar un radio letal de 10 metros, y su localizador láser es capaz de llevar el proyectil hasta menos de cinco metros del blanco. Un arma así complementada por el XM25 y sistemas más pesados como los misiles anticarro Javelin le daría a la infantería capacidad de ataque a distancias desde cero a 3-5 km, en abierto y en desenfilada, lo cual tendría sin duda un enorme impacto en las tácticas disponibles.

Existen otros programas de investigación y desarrollo que podrían mejorar sustancialmente la precisión del fuego de la infantería utilizando sistemas inteligentes

Y esto no es todo: existen otros programas de investigación y desarrollo que podrían mejorar sustancialmente la precisión del fuego de la infantería utilizando sistemas inteligentes. Desde la invención de las armas de fuego, y sobre todo desde la creación del armamento automático, la cantidad de balas necesarias para acertar un blanco no ha dejado de aumentar. Se calcula que en la Segunda Guerra Mundial las tropas estadounidenses necesitaron de media 20.000 balas por cada baja enemiga; la cifra llegó a las 200.000 por baja enemiga en la Guerra de Vietnam. Y según un informe oficial en Irak y Afganistán se han necesitado de media 250.000 proyectiles por cada insurgente muerto. De modo que cualquier mejora en este campo supondría un importantísimo ahorro: hoy por hoy la mayoría de los tiros se hacen para que el adversario agache la cabeza.

Por eso tecnologías como las que usa la empresa TrackingPoint en el mundo civil podrían ser de enorme interés para los militares. Sus armas de fuego guiadas de precisión (PGF; 'precision guided firearms') emplean un sistema integrado de rifle, munición y mira computerizada para conseguir niveles de puntería inimaginables. En esencia el tirador determina el punto de impacto deseado a través de la mira computerizada y el ordenador entonces calcula el momento exacto del disparo para garantizar que la bala llega hasta allí. El departamento de desarrollo de las fuerzas armadas estadounidenses DARPA tiene desde 2007 un programa con los mismos objetivos denominado ‘One shot (un disparo) para desarrollar tecnología que amplíe el alcance efectivo de los francotiradores.



De DARPA es también el programa EXACTO, que desarrolla un rifle de calibre 12,7 mm que dispara balas capaces de variar su trayectoria en vuelo (mediante un mecanismo aún secreto) para llegar al punto deseado. En los vídeos de pruebas efectuadas en febrero de 2015 con el actual prototipo puede verse cómo una bala altera su trayectoria terminal para alcanzar a un blanco en movimiento, incluso cuando quien dispara es un tirador no experto. No hace falta echarle mucha imaginación a lo que un soldado podría hacer con un sistema de mira computerizada que pudiese transformar en francotiradores a todos los fusileros, o que mejorase sustancialmente la probabilidad de hacer blanco de cada bala disparada.
Mejor 'soldadear'

Y como habrá menos soldados, y tendrán que estar mucho mejor entrenados y pagados, mejor proporcionarles herramientas que les liberen de algunas tareas rutinarias, peligrosas y penosas que se convierten con facilidad en la pesadilla del soldado de infantería. Para lo cual nada como los robots, que están ya reemplazando a los soldados en algunas de sus más antiguas y venerables tareas. Como por ejemplo el transporte de carga: la infantería ha llevado su mundo a cuestas por los terrenos menos transitables que quepa imaginar. Y esto ocurre desde siempre: no en vano a los legionarios romanos se les apodaba ‘las mulas de Mario’ por la cantidad de peso que acarreaban durante las marchas.

En el ejército israelí son muy conscientes del valor que tienen sus soldados de infantería, por lo que están muy avanzados en liberarles de este tipo de tareas

En el ejército israelí son muy conscientes del valor que tienen sus soldados de infantería, por lo que están muy avanzados en liberarles de este tipo de tareas mediante vehículos terrestres robotizados como por ejemplo REX. REX, que parece una especie de jeep en miniatura con seis ruedas, es capaz de transportar 200 kg de equipo durante 72 horas sin necesidad de repostar. Su mecanismo de control se basa en la voz: es capaz de reconocer u obedecer órdenes simples, y una vez programado sigue a un soldado a una distancia fija por sí mismo con independencia del terreno. El vehículo robotizado es también capaz de evacuar heridos si se le fija una camilla, y puede formar convoyes; cuatro soldados pueden levantarlo si un obstáculo se le hace demasiado abrupto.

El mismo objetivo tenía el robot experimental BigDog/BullDog del programa LS3, diseñado para transportar pesadas cargas sobre cuatro patas sobre cualquier terreno por el que pudiese caminar un soldado. Aunque el desarrollo consiguió una mula mecánica de sorprendente capacidad para caminar, e incluso para mantener el equilibrio al ser pateada o al andar sobre terreno resbaladizo, finalmente las pruebas efectuadas por los Marines decidieron la paralización del proyecto. El problema: el motor de gasolina que propulsa al prototipo es muy ruidoso, algo muy poco conveniente en condiciones de combate. También había problemas de fiabilidad mecánica y de reparación en caso de averías, que limitaban mucho su potencial utilidad. De momento la mula mecanizada quedará como ejemplo de una buena idea de mejorable ejecución.

Otros vehículos robot están disponibles para cumplir tareas peligrosas como el SAHAR, diseñado como una pequeña excavadora encargada de localizar e inutilizar bombas trampa o minas. Diseñado para patrullar una zona concreta, SAHAR podrá incluso cooperar con otro tipo de drones como los aéreos para mantener una ruta o un área libre de explosivos. Tanto los REX como los SAHAR están siendo evaluados por el ejército israelí para su uso en combate



Y para relevar a la soldadesca de la milenaria tarea de hacer guardia en situaciones expuestas ya se están empleando robots de vigilancia capaces no sólo de detectar intrusos, sino de atacarlos, con o hasta sin indicaciones humanas para hacerlo. Un ejemplo son los Guardium israelíes que patrullan las fronteras de la Franja de Gaza: del tamaño aproximado de un jeep y dotados con sensores (sonido, infrarrojos, cámaras, radares, detectores de impacto), estos robots pueden patrullar de modo autónomo durante varios días vigilando y enviando sus datos a centros de retaguardia.


En caso de ser atacados disponen de blindaje ligero y de armas no letales y letales con las que responder; de ser necesario pueden agruparse en ‘enjambres’ para atacar. Similares en concepto, aunque inmóviles, son las torres robotizadas que Corea del Sur desplegó en su frontera con Corea del Norte en 2010, que están armadas con ametralladoras y lanzagranadas. Los Marines, por su parte, han puesto a prueba robots esféricos capaces de nadar y de andar en tierra para usarlos como infiltradores mecánicos y comprobar la actividad en playas donde planeen desembarcar.

Mejor conocimiento de los alrededores gracias a robots; mejor puntería y mayor letalidad mediante granadas y misiles inteligentes; alivio de tareas penosas y rutinarias como el transporte de impedimenta y la patrulla de zonas peligrosas. El barro, el calor y el frío seguirán siendo los mismos para los soldados que en los tiempos de los ejércitos de Sargón I de Acad, pero sus capacidades y peligrosidad serán irreconocibles. El soldado futuro aliado con la tecnología será mucho más mortífero, aún, que el de hoy. Si se consigue que todo esto funcione como debe, claro está.

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Tensión en el Mediterráneo: la escalada de tecnología militar en el norte de África

En los próximos años, esta zona se va a encontrar con varias agrupaciones de combate más que serias, centradas en buques anfibios y con armamento moderno y letal



Submarino iraní

Una de las más inesperadas consecuencias de las primaveras árabes ha sido la súbita aparición de una carrera de armamento naval en el Mediterráneo sur. Egipto y Argelia han relanzado de repente sus dotaciones navales (algunas casi arqueológicas) con una súbita compra masiva de navíos. Túnez también ha invertido en su armada, aunque desde presupuestos y con objetivos mucho más pequeños. Hasta Libia ha mostrado su interés por reconstruir su armada en los raros momentos de menor tensión en su guerra civil. Y, por supuesto, Marruecos sigue reforzando su marina de guerra y mejorando sus instalaciones portuarias.

En los próximos años, esta zona del Mediterráneo se va a encontrar con varias agrupaciones de combate más que serias, centradas en buques anfibios y con armamento moderno y letal. Lo que no acaba de quedar claro es cuál es la amenaza a la que pretenden enfrentarse.

El primer ejemplo es Egipto, que desde el golpe de Estado de 2013, y especialmente desde el ascenso a la presidencia del exgeneral Al Sisi en junio de 2014, ha iniciado un ambicioso programa de rearme que incluye múltiples adquisiciones de armamento: nuevos cazas (Dassault Rafale franceses, MiG 29 rusos), helicópteros de ataque (Mi-35 rusos), sistemas antiaéreos (S-300 rusos), misiles antitanque y antibuque y, sobre todo, toda una nueva flota naval. La armada egipcia se ha convertido ya, y con enorme rapidez, en una de las más importantes del Mediterráneo

El primer ejemplo es Egipto: desde el golpe de Estado de 2013 ha iniciado un ambicioso programa de rearme y compra de tecnología militar


La mayor compra fue la de los dos buques anfibios de clase Mistral que Francia había construido para Rusia y que quedaron sin entregar tras la invasión de Ucrania, la anexión de Crimea y las subsecuentes sanciones europeas a aquel país. Los barcos, uno de los cuales acaba de ser entregado a la marina egipcia donde operará con el nombre de ENS 'Gamal Abdel Nasser', serán el núcleo de dos grupos de tareas, uno en el Mediterráneo y otro en el Mar Rojo


Estos buques están protegidos por las cuatro corbetas clase Gowind, también adquiridas por Egipto, y probablemente por fragatas de clase FREMM, y equipados con helicópteros antisubmarinos y de ataque Ka-52 Alligator.


Los Mistral pueden llevar hasta 30 helicópteros en situación de emergencia, y transportan entre 450 y 1.000 tropas y hasta 40 vehículos que pueden desembarcar mediante dos catamaranes EDA-R

El helicóptero antisubmarino y de ataque Ka-52 Alligator

Las corbetas Gowind versión 2500, de las que hay cuatro pedidas y en construcción, están equipadas con misiles antiaéreos VL Mica en 16 celdas verticales y también llevan ocho misiles antibuque Exocet, además de un cañón OTO Melara de 76 mm, dos NEXTER Narwhal de 20 mm y dos montajes triples de lanzatorpedos. Diseñadas con criterios furtivos, las Gowind disponen de plataforma para operar helicópteros, radares y sonares, además de señuelos para engañar radares atacantes.

La fragata clase FREMM es un barco mucho mayor con sus 6.000 toneladas de desplazamiento; está armada con un lanzador vertical de 16 celdas para misiles de crucero SCALP (versión de ataque a tierra del Storm Shadow), ocho misiles Exocet antibuque, un cañón OTO Melara de 76 mm y lanzadores de torpedos, todo guiado por un sistema de radar Herakles. 

MBDA Storm Shadow

La versión francesa lleva un helicóptero pesado NH-90 navalizado; el ejemplar egipcio ha sido bautizado ENS 'Tahya Misr', pero comenzó su vida en la marina francesa con el nombre de 'Normandie': la prisa egipcia era tal que la armada gala cedió la nave ya operativa. Al parecer, Egipto negocia la adquisición de otra FREMM y dos Gowind más.


Submarinos alemanes

A estas adquisiciones se une la compra de cuatro submarinos clase Tipo 209 diésel eléctricos de construcción alemana. Los Tipo 209 adquiridos por Egipto (versión 1.400) desplazan alrededor de 1.500 toneladas, tienen 55,9 metros de eslora y una tripulación de 30 submarinistas; pueden desplazarse a 11 nudos en superficie y 22 sumergidos, tienen una autonomía superior a 10.000 millas y 50 días y son la versión más moderna de un modelo diseñado en los años setenta y muy exportado (60 unidades de 12 marinas diferentes)


Egipto cuenta con otros cuatro submarinos de fabricación china, fragatas de clase Oliver Hazard Perry y hasta 45 lanchas torpederas


Uno de ellos ya ha sido entregado, y el resto lo será a partir de 2016. Egipto cuenta con otros cuatro submarinos clase Romeo de fabricación china que han sido modernizados en los últimos años. Además, la lista de la armada egipcia cuenta con cuatro fragatas de clase Oliver Hazard Perry de los años ochenta, varias fragatas más antiguas y hasta 45 lanchas torpederas y lanzamisiles, cuatro de ellas de la moderna clase Ambassador armadas con misiles antibuque Harpoon.


Con estas naves se pueden formar dos potentes grupos de tareas, cada uno centrado en un Mistral y sus helicópteros y capacidades de desembarco y escoltado por dos Gowind y (cuando llegue la segunda) una FREMM y quizá una Oliver Hazard Perry además de un submarino. Cada uno de esos grupos supondrá un serio vuelco de la situación en su área ya que dispondrá de la capacidad de realizar ataques de misiles, aéreos y terrestres en cualquier punto de las costas, además de defenderse y atacar a cualquier flota que intente impedírselo.

No se trata solo de ampliar las capacidades antiterroristas, de control de migraciones y del área económica nacional: estas dos formaciones tienen capacidad de proyección estratégica. Y su súbita llegada en términos de estrategia naval, donde los planes de construcción suelen durar décadas, hace pensar en cuál puede ser la necesidad egipcia de esta flota


La armada soviética de Argelia


Lo mismo ocurre con Argelia, que de los restos de una armada de origen soviético casi geriátrica ha creado en los últimos años en plena época de turbulencia social una sustancial armada. Basándose en la necesidad de proteger las conexiones gasísticas con Europa de cualquier posible interferencia, el país ha adquirido un buque anfibio de 8.800 toneladas que opera con el nombre de 'Kalaat Beni-Abbes', un derivado mejorado de la clase San Giorgio italiana.

El barco argelino tiene 143 metros de eslora, 21,5 de manga y está diseñado para llevar tres helicópteros pesados o cinco ligeros. Puede transportar 440 soldados y 15 tanques. Dispone de un cañón de 76 mm, 16 células verticales para misiles antiaéreos ASTER y dos cañones de 25 mm. Su tripulación es de 150 marineros y tiene un alcance de 7.500 millas náuticas a 20 nudos; últimamente ha sido visto en la recientemente ampliada base naval de Mers el Kebir.


Rusia está construyendo dos submarinos de la clase Kilo que se unirán a los otros cuatro de esa clase más antiguos de los que ya dispone Argelia


No es la única compra reciente de la armada argelina. Rusia está construyendo dos nuevos submarinos de la clase Kilo que se unirán a los otros cuatro de esa clase más antiguos de los que ya dispone el país. Dos de ellos fueron recientemente modernizados para extender su vida útil; los Kilo más recientes desplazan unos 3.000 toneladas sumergidos, disponen de seis tubos lanzatorpedos y pueden llevar hasta 18 torpedos pesados o 24 minas. Esta última capacidad es especialmente importante, dado que Mers el Kebir no está lejos del Estrecho de Gibraltar.

Se considera que las versiones más avanzadas de la familia están ente los submarinos diésel eléctricos más silenciosos y letales en operación. En Alemania se han construido también dos fragatas clase MEKO 200AN, buques de 3.400 toneladas de desplazamiento fuertemente armados con un cañón de 127 mm, dos de 25 mm, 16 misiles antibuque SAAB RBS, 32 células de lanzamiento vertical para misiles antiaéreos DENEL Umkhonto-IR y dos tubos lanzatorpedos. También llevan de dotación un helicóptero pesado. La familia ha sido muy exportada, con 25 ejemplares activos en siete armadas diferentes.

La armada argelina tiene encargadas tres fragatas (o corbetas) de la clase C28A construidas por China, con opción a otras tres más, en dos clases especializadas en guerra antisubmarina y antiaérea, respectivamente. Se trata de buques de 2.800 toneladas de desplazamiento, 120 metros de eslora y 114,4 de manga y alrededor de 100 tripulantes, que disponen de hangar para un helicóptero antisubmarino ligero. Además, llevan un cañón de 76,2 mm, dos sistemas de defensa de punto Tipo 730, un lanzador de misiles antiaéreos FM-90N y dos lanzadores de misiles antibuque C-802 (total, ocho misiles de cada tipo). Han entrado ya en servicio dos, con la tercera prevista para este mismo año



También se han recibido dos corbetas clase Tigr, versión de exportación de la clase Steregushchy rusa. Las Tigr son barcos de 1.800 toneladas de desplazamiento, 104,5 metros de eslora y 11,6 de manga con una tripulación de 90 marinos y 15 días de autonomía, durante los cuales tienen un alcance de 3.800 millas náuticas. Disponen de un cañón naval de 100 mm, un sistema de defensa de punto Kashtan CIWS-M y dos AK-630M, dos lanzadores cuádruples de misiles antibuque Kh-35 y 12 células verticales para lanzamiento de misiles antiaéreos Redut, de la familia S-350 Vityaz. Se cree que Argelia está interesada en al menos otras dos Tigr.

A estos buques modernos se unen barcos más antiguos como tres fragatas clase Koni de los años ochenta modernizadas, así como tres corbetas clase Nanuchka fabricadas por Rusia en los años ochenta y otras tres clase Djebel Chenoua de fabricación local (1988, 1995 y 2001). Además la armada argelina cuenta con varias decenas de lanchas rápidas, entre ellas al menos 21 de la clase FBP tipo 98 de 30 metros de eslora, armadas con un cañón de 30 mm y capaces de alcanzar los 30 nudos de velocidad. En su inventario se contaban 9 lanchas de misiles soviéticas clase Osa II construidas en los años ochenta y tres buques anfibios de desembarco también de esa época.

Con esta nueva flota, Argelia cuenta con capacidades antes insospechadas, especialmente para estrategias del tipo denegación de área y minado de zonas estratégicas. Aunque los buques y sistemas no están considerados como de primera línea ni muy aptos para funciones ofensivas, sus capacidades son más que suficientes para suponer un serio riesgo para cualquier atacante. Y desde luego desbordan con mucho los principales problemas actuales en la zona, como son la inestabilidad interna, el terrorismo, el tráfico de drogas y la migración ilegal.

¿Qué hay de Túnez, Libia y Marruecos?

Los vecinos de Argelia desde luego no están en condiciones de plantar cara a semejante arsenal. Libia se encuentra en plena guerra civil, con varios gobiernos controlando diversas zonas y una flota demediada que ya partía con una composición de pocos barcos bastante obsoletos; se cree que tan solo están operativas una fragata clase Koni y algunos buques menores (ninguno de los submarinos clase Foxtrot que llegó a tener).

La última fuerza naval en el norte de África es la Real Marina Marroquí, que desde 2012 ha recibido una fragata clase FREMM

Mientras la situación interior no se estabilice, el principal riesgo que supone para la seguridad en el Mediterráneo no es militar, sino de tipo policial, aunque el país ha mostrado su interés futuro en mejorar sus fuerzas armadas. Túnez, por su parte, dispone de unas cuantas lanchas patrulleras y lanzamisiles, muchas de estas últimas bastante antiguas, todas ellas dedicadas a la persecución del tráfico ilegal de drogas, personas y armas. De la marina siria muy poco queda tras estos años de guerra civil, y la armada israelí es un caso especial diseñada como está exclusivamente para la protección costera y la proyección de fuerza a largas distancias.


La última fuerza naval en el norte de África es la Real Marina Marroquí, que desde 2012 ha recibido una fragata clase FREMM en configuración antisubmarina y tres clase DAMEN Sigmade dos subtipos diferentes. Los cuatro son barcos capaces armados con cañones de 76 mm, misiles antiaéreos y antibuque y una pista de aterrizaje y hangar para helicópteros. El país cuenta también con dos fragatas clase Floréal de fabricación francesa botadas en 2002 y 2003, varias corbetas antiguas y algunas patrulleras con misiles de la clase Lazaga construidas en los años ochenta. Marruecos no dispone de buques anfibios, por lo que el reciente refuerzo de la flota de su vecino Argelia supone una pérdida de la primacía local



También se han recibido dos corbetas clase Tigr, versión de exportación de la clase Steregushchy rusa. Las Tigr son barcos de 1.800 toneladas de desplazamiento, 104,5 metros de eslora y 11,6 de manga con una tripulación de 90 marinos y 15 días de autonomía, durante los cuales tienen un alcance de 3.800 millas náuticas. Disponen de un cañón naval de 100 mm, un sistema de defensa de punto Kashtan CIWS-M y dos AK-630M, dos lanzadores cuádruples de misiles antibuque Kh-35 y 12 células verticales para lanzamiento de misiles antiaéreos Redut, de la familia S-350 Vityaz. Se cree que Argelia está interesada en al menos otras dos Tigr.

A estos buques modernos se unen barcos más antiguos como tres fragatas clase Koni de los años ochenta modernizadas, así como tres corbetas clase Nanuchka fabricadas por Rusia en los años ochenta y otras tres clase Djebel Chenoua de fabricación local (1988, 1995 y 2001). Además la armada argelina cuenta con varias decenas de lanchas rápidas, entre ellas al menos 21 de la clase FBP tipo 98 de 30 metros de eslora, armadas con un cañón de 30 mm y capaces de alcanzar los 30 nudos de velocidad. En su inventario se contaban 9 lanchas de misiles soviéticas clase Osa II construidas en los años ochenta y tres buques anfibios de desembarco también de esa época.

Con esta nueva flota, Argelia cuenta con capacidades antes insospechadas, especialmente para estrategias del tipo denegación de área y minado de zonas estratégicas. Aunque los buques y sistemas no están considerados como de primera línea ni muy aptos para funciones ofensivas, sus capacidades son más que suficientes para suponer un serio riesgo para cualquier atacante. Y desde luego desbordan con mucho los principales problemas actuales en la zona, como son la inestabilidad interna, el terrorismo, el tráfico de drogas y la migración ilegal.

¿Qué hay de Túnez, Libia y Marruecos?

Los vecinos de Argelia desde luego no están en condiciones de plantar cara a semejante arsenal. Libia se encuentra en plena guerra civil, con varios gobiernos controlando diversas zonas y una flota demediada que ya partía con una composición de pocos barcos bastante obsoletos; se cree que tan solo están operativas una fragata clase Koni y algunos buques menores (ninguno de los submarinos clase Foxtrot que llegó a tener).

La última fuerza naval en el norte de África es la Real Marina Marroquí, que desde 2012 ha recibido una fragata clase FREMM

Mientras la situación interior no se estabilice, el principal riesgo que supone para la seguridad en el Mediterráneo no es militar, sino de tipo policial, aunque el país ha mostrado su interés futuro en mejorar sus fuerzas armadas. Túnez, por su parte, dispone de unas cuantas lanchas patrulleras y lanzamisiles, muchas de estas últimas bastante antiguas, todas ellas dedicadas a la persecución del tráfico ilegal de drogas, personas y armas. De la marina siria muy poco queda tras estos años de guerra civil, y la armada israelí es un caso especial diseñada como está exclusivamente para la protección costera y la proyección de fuerza a largas distancias.

La última fuerza naval en el norte de África es la Real Marina Marroquí, que desde 2012 ha recibido una fragata clase FREMM en configuración antisubmarina y tres clase DAMEN Sigmade dos subtipos diferentes. Los cuatro son barcos capaces armados con cañones de 76 mm, misiles antiaéreos y antibuque y una pista de aterrizaje y hangar para helicópteros. El país cuenta también con dos fragatas clase Floréal de fabricación francesa botadas en 2002 y 2003, varias corbetas antiguas y algunas patrulleras con misiles de la clase Lazaga construidas en los años ochenta. Marruecos no dispone de buques anfibios, por lo que el reciente refuerzo de la flota de su vecino Argelia supone una pérdida de la primacía local

http://www.elconfidencial.com

El Ejército del Aire tendrá su radar 3D móvil desplegable en 2017

El programa de desarrollo de un radar 3D móvil desplegable basado en la familia LANZA de INDRA Sistemas está en su recta final, concretamente en la fase de fabricación e integración de los diferentes subsistemas una vez que se aprobó su diseño. La entrega tendrá lugar una vez que se superen las preceptivas pruebas de funcionamiento, ambientales en fábrica y operativas en campo con el radar desplegado.


http://www.indracompany.com

LARUS 2016. El gran ejercicio de las Fuerza Aérea Argentina “Muy lejos de su fin”

Como rezan las palabras signadas en el escudo alegórico de esta ejercitación, la Fuerza Aérea Argentina continúa con sus ejercicios y maniobras, en medio de espantosas penurias presupuestarias, prosiguiendo las mismas pese al cambio de la administración política en el país. Con muy pocas aeronaves en servicio y un cierto grado desazón que está llegando al espíritu de su personal, este resultado no es caprichoso ni es por la negligencia o impericia de algunos jefes temporales.

Muchas veces y a lo largo de los años hemos explicado en estas la permanente debacle de aquellos componentes de las Fuerzas Armadas que combatieran con inaudito valor y preparación, en la contienda en el Atlántico Sur. Eso no fue gratis, ni para la Aeronáutica ni para la Aviación Naval, ambas en grave situación desde hace lustros, fue el precio de la derrota y los términos de la rendición, acto que los políticos que han gobernado este país del sur del continente han refrendado año tras año, pasan los gobernantes de cualquier signo partidario y todo sigue igual o peor. La otrora Fuerza Aérea Argentina, poderosa y con sus laureles ganados en lucha desigual, hoy es una sombra doliente, que pese a todo no se rinde.

Así se desarrolló Larus 2016, un ejercicio previsto por el Comando de Adiestramiento y Alistamiento (CAA), con el objetivo de adiestrar y evaluar a todo el personal calificado en tareas de defensa contra-aérea, lanzamiento de cargas aéreas y paracaidistas, apoyo de fuego cercano, utilización de fuerzas especiales para el rescate de pilotos y toma de objetivos y los clásicos procedimientos de interceptación en combate, realizando toda este movimiento en los amplios sectores de entrenamiento de la Armada Argentina, más precisamente en la Base Aeronaval Comandante Espora, en la ciudad de Bahía Blanca y con una amplísima zona de operación marítima, todo esto con condiciones climáticas bastante adversas lo que permitieron exigir más al personal y a los materiales.

Para el mejor aprovechamiento y optimización de las capacidades de los sistemas, se planificaron y realizaron misiones con la Fuerza Naval en la búsqueda y rescate de tripulaciones derribadas o accidentadas en las frías aguas del Atlántico, así como el lanzamiento de cargas aéreas, lo que incluyo a jeeps MB-230G del Ejercito y provisiones de dicha institución, como así también a lanzamientos de paracaidistas de las tres fuerzas.

Para llevar adelante estas tareas, se dispuso de un número reducido de aeronaves, como aviones de ataque al suelo IA-58 Pucara, de entrenamiento y ataque liviano IA-63 Pampa, Helicópteros Bell 212 para tareas de transporte, búsqueda y rescate, maquinas FOKKER F-27, en el tramo final de su vida operativa, esperándose su sustitución por aviones Airbus 295W, modelo preferido por los estudios técnicos realizados, Hercules C-130H para transporte y lanzamiento de carga y paracaidistas y de transporte liviano Twin Otter.

También se desplazó al GOE (Grupo de Operaciones Especiales), excelente unidad de combate de la institución, que pudo utilizar las instalaciones que tiene la Infantería de Marina, para realizar cursos de combate urbano y operaciones de rescate de rehenes. El GOE pudo coordinar y trabajar con el Centro de Instrucción del Comando de Instrucción y Evaluación de la Infantería de Marina (COIE), que puso a disposición de la aeronáutica los medios y edificaciones, que son en, cuanto a dimensiones y calidad, muy aptos para el trabajos de unidades de intervención. Asimismo, fueron alistados y enviados a Espora, efectivos del Escuadrón de Vigilancia y Control del Aeroespacio (VYCA), que tiene por misión el control del espacio aéreo en una operación de este tipo.

Se realizó el control de tránsito aéreo en toda la zona, la supervisión de interceptación a los sistemas Pucará y Pampa, que hicieron practicas extensas de combate aire-aire y de ataque a objetivos terrestres, estos últimos en el polígono naval de Isla Verde, además del guiado táctico de los aviones Hércules y Twin Otter para el lanzamiento de cargas y paracaidistas, todo esto en cambiantes condiciones climáticas lo cuales exigieron al personal y equipo.

Un importante número de asistentes al Curso Básico Operacional VYCA, que habían realizado su curso en el año anterior y que ahora están aplicándose para la Etapa III (Aptos para el Combate) pudieron hacer su primer despliegue operativo real e instruirse en el terreno, con la misión de ser efectivos controladores del espacio aéreo.

Dejaron atrás los simuladores y computadoras para interactuar con otros sistemas muy diferentes y en un ámbito que hoy les resulta extraño, pero que será muy común en su futuro en la institución, ya que deberán operar los sistemas de radar de la FAA y buena parte del sistema de vigilancia de la Nación.

No olvidemos que los planes de radarización en curso, que ya hemos explicado extensamente en esta publicación, siguen en marcha para cubrir los cielos nacionales, por lo que se requiere de un fuerte número de especialistas que realicen el apoyo a la navegación y el control seguro de las operaciones aéreas.

El infalible Apoyo Aéreo

El Escuadrón I de Transporte Aéreo participó no solo del movimiento de equipos y personal hasta esta Base Naval, situada a ochocientos kilómetros de la capital argentina, sino que realizó los lanzamientos de cargas aéreas y de paracaidistas durante las maniobras. Fueron lanzados contenedores con cargas varias, así como vehículos tipo jeep MB-230G de la fuerza terrestre, que habían sido previamente acondicionados por efectivos de la Brigada Paracaidista del EA, que también tuvieron importante participación en este ejercicio.

Paracaidistas de todas las instituciones fueron lanzados desde los beneméritos Hércules, e incluso debió suspenderse algún lanzamiento por los excesivos vientos en el sector, los cuales estaban fuera de todos los parámetros autorizados para dicha tarea. Estas mismas dificultades impuestas por las complicadas condiciones climáticas, complicaron el lanzamiento de contenedores y cargas pesadas, que tienen cada uno distintos procedimientos para la carga y estiba en el interior de la aeronave y de los procedimientos en cabina de vuelo, que también son distintos.

Mientras tanto, los aviones IA-58 Pucara de la III Brigada Aérea y los IA-63 Pampa de la IV Brigada Aérea, realizaban misiones de ataque a blancos que estaban situados en un sector marítimo, donde se encuentra el polígono de Isla Verde, donde lanzaron bombas Expal de 125 KG y ametrallaron blancos diversos.

También se realizaron intensos combates aire-aire y se usaron blancos remolcados por los Pucaras, no olvidaron que estos sistemas de armas tienen amplia tarea en los operativos de protección de la frontera norte, contra las incursiones de aviones ilegales que transportan estupefacientes.

Todo esto fue supervisado férreamente por el Director de este ejercicio, el Comodoro Fernando Rubio, con amplia experiencia operativa en la institución, a lo que se agregó la mirada inquisidora del Comandante de Adiestramiento y Alistamiento, Brigadier Mayor Oscar Charadia, que revisto a los efectivos intervinientes.

Casi dos semanas de operación continua fueron lo suficiente para demostrar que la Fuerza aún está viva e intenta, por todos los medios posibles, continuar con el adiestramiento de su gente. Con el aliciente moral de los últimos veteranos que aun prestan servicio y que transmiten los valores de patriotismo y entrega a los jóvenes, la FAA no se entrega fácilmente, así lo recuerda el logo de este ejercicio: “Muy lejos de su fin”. (Luis Piñeiro)

Fotografía: IA-63 Pampa con pods de ametralladoras calibre 762 mm.