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martes, 22 de noviembre de 2016

Industrial aeroespacial: futuro incierto

Empresas de los sectores aeronáutico y espacial se reunieron junto con organismos estatales y universidades en el Congreso Internacional de las Industrias Aeronáutica, Defensa y Espacio 2016. El futuro de esta industria y la necesidad de políticas públicas fueron ejes del encuentro.

Por Natasa Loizou, para Agencia TSS 
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Córdoba fue la ciudad elegida para debatir sobre el futuro del sector aeroespacial en la Argentina. En el marco del Congreso Internacional de las Industrias Aeronáutica, Defensa y Espacio (CIIAE) se reunieron representantes de empresas del sector aeroespacial, de organismos públicos y de universidades para encontrar formas de promover el desarrollo tecnológico aeronáutico, espacial y de defensa en el nuevo contexto político-económico nacional y regional. TSSestuvo allí y presenció exposiciones, como las del presidente de la Fábrica Argentina de Aviones (FADEA) y el gerente de Asuntos Espaciales de INVAP, en las que se dieron pistas –y también se abrieron interrogantes– sobre el futuro del sector.

El encuentro se llevó a cabo a principios de noviembre en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Regional Córdoba y fue organizado por la Cámara Argentina Aeronáutica y Espacial (CARAE). La CARAE fue creada en diciembre de 2014, impulsada por el sector empresarial aeronáutico y promovida por la anterior gestión del Ministerio de Defensa de la Nación. Agrupa a más de 30 empresas de los sectores aeronáutico, espacial y de defensa del país.

En los primeros paneles estuvieron los ministros de Industria, Comercio y Minería, y de Ciencia y Tecnología de la provincia de Córdoba, quienes le dijeron al sector empresarial presente que cuentan con“el apoyo absoluto e irrestricto del gobierno provincial y nacional” para “volver a refundar la industria aeronáutica y la industria para la defensa”. Ambos hablaron devlas características de los instrumentos normativos y técnicos para la promoción industrial disponibles para pequeñas y medianas empresas instaladas en Córdoba, como la Ley de Promoción Industrial y la Agencia ProCórdoba. Asimismo, anunciaron la presentación de un proyecto de ley para crear una Agencia de Innovación Tecnológica que brinde financiamiento para proyectos de desarrollo innovadores

Encuentro  que se llevó a cabo a principios de noviembre en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Regional Córdoba y fue organizado por la Cámara Argentina Aeronáutica y Espacial (CARAE).

La directora de la Coordinación de las Mesas Productivas del Ministerio de Producción de la Nación, Sabina Trossero, recordó que la industria aeroespacial ya conformó una mesa sectorial en septiembre pasado, en una reunión en el polo espacial de Punta Indio con la presencia de alrededor de 110 actores del sector público, privado y educativo. Esa mesa se dividió en cuatro ejes de trabajo que agrupó a diversos actores vinculados a cada temática: fabricación de aeronaves y autopartes, mantenimiento y reparación de aeronaves, vehículos aéreos no tripulados y proyectos espaciales. Trossero admitió que “el diálogo entre los diferentes ministerios no es tan fluido como quisiéramos. No es fácil articular el diálogo entre organismos tan diversos y es nuestro mayor desafío”.

La nueva FADEA

Ercole Felippa, un productor lechero que asumió como nuevo presidente de FADEA tras la victoria electoral de Cambiemos, realizó una presentación sobre el estado de situación de la empresa histórica del sector aeronáutico nacional. Gran parte de su exposición la dedicó a manifestar las condiciones económicas negativas en las que heredaron la empresa pública, con una “estructura de personal sobredimensionada”, con “clientes insatisfechos por el incumplimiento de los plazos y los contratos” y “erosionada en materia de confianza y credibilidad”. Felippa manifestó que recibieron una empresa con “el resultado operativo del año 2015 de casi 1.600 millones de pesos de carga negativa, con un patrimonio neto negativo de 1.450 millones de pesos (por una deuda existente con el principal accionista de FADEA, el Ministerio de Defensa), con una cadena productiva interrumpida y con 1.600 operarios desmotivados”.

Felippa dijo que FADEA ha puesto en marcha el “Plan Lanzamiento” para reactivar a partir del próximo año la línea de producción de los aviones Pampa. Y adelantó que planean la fabricación de “tres unidades de Pampa III a partir de septiembre del año que viene y cinco Pampa II a partir de 2018”. Sobre la interrupción de esta línea de producción durante este año y principios del que viene, explicó que “no se disponían partidas presupuestarias, dado que el Estado nacional tiene otras prioridades en una situación en la que el principal objetivo es reducir los índices de pobreza”.

Ercole Felippa, titular de FADEA, adelantó que planean la fabricación de tres unidades de Pampa III a partir de septiembre del año que viene.

Con respecto al achicamiento de la planta de personal de la firma, Felippa destacó que “durante estos meses, de 1.600 hemos llevado a 1.243 la cantidad de operarios, no porque ese número sea el óptimo, sino porque sabemos y entendemos que debemos convivir durante un tiempo con una estructura sobredimensionada”. Y agregó que dicha reducción de operarios generó “un ahorro de 200 millones de pesos a través de un plan de suspensiones semanales, retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas y reducción de horas extras”.

En cuanto a la proyección estratégica de la empresa, el actual presidente aclaró: “Nos interesa el Estado nacional como cliente, pero si queremos una empresa sustentable tenemos que pasar a un amplio abanico de clientes”. Y agregó: “Si bien la Fuerza Aérea se lleva la parte mayoritaria de los contratos, tenemos otros con la Armada, como el proceso de modernización de los aviones de patrulla marítima P-3 Orión, y con el Ejército, con el que tenemos contratos de producción de aviones no tripulados —LIPAN—, que en este momento estamos certificando para poder fabricar en serie”.

Con respecto al desarrollo nacional de vehículos aéreos no tripulados (VANT), Felippa expresó que la intención del Gobierno nacional es centralizar la producción en serie de este tipo de naves no tripuladas en FADEA. “Hay una decisión por la que se han dado de baja otros proyectos”, dijo. Esto confirmaría el anunciado final del proyecto SARA, desarrollado por INVAP y el Ministerio de Defensa, y que tenía un importante grado de avance.

Otro de los proyectos en desarrollo que FADEA dará de baja es el IA-100, ya que Felippa manifestó que se utilizará para “generar las bases para un modelo posterior, que va a ser el IA-74, que, si bien tiene las mismas características,tendrá un costo muy inferior y tiene un mercado muy interesante”.

Finalmente, el presidente de la firma destacó que la empresa que dirige tiene por primera vez un lugar en la mesa de negociación del Estado nacional en la concreción de compras de sistemas de armas. Así, reveló que “con Airbus ya hay una operación cerrada y con la empresa coreana de aviación —KAI— se está analizando la compra de 24 aviones supersónicos, de los cuales cuatro se producirían en Corea y el resto se ensamblaríanen FADEA”.

¿Hay futuro en el espacio?

Guillermo Benito, gerente de Asuntos Espaciales de la empresa rionegrina INVAP, enfocó su presentación en el desarrollo histórico de los proyectos espaciales y la generación de capacidades nacionales a partir de ellos. Benito hizo mención al Plan Espacial Nacional ejecutado por la CONAE y al Plan Satelital Geoestacionario Argentino, establecido por la Ley 27.208.

Benito habló sobre la continuidad en el plan diseñado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que implica el desarrollo del satélite SAOCOM II (cuyo lanzamiento se realizaría en el año2023) como reemplazo del SAOCOM I (que se lanzará entre 2017 y 2018). También hizo referencia al desarrollo de la serie SARE, una constelación de satélites livianosque serán puestos en órbita por el lanzador argentino Tronador, y del potencial desarrollo de un satélite geoestacionario para observación de Tierra para uso meteorológico.

Con respecto al Plan Espacial Geoestacionario Argentino establecido por ley, Benito resaltó la necesidad de una plataforma de nueva generación para un satélite de comunicaciones, si es que la Argentina quiere ser competitiva a la hora de exportar ese tipo de tecnología. No obstante, Benito advirtió que “no se sabe con qué intensidad se ejecutará ese plan”. En ese sentido, expresó: “Tenemos que salir a exportar:hay que agrandar la olla y salir a buscar trabajo afuera”.

Con manifiesto interés por el sostenimiento de la actividad de los proveedores tecnológicos del sector espacial –del que INVAP es la principal referencia en la Argentina–, Benito destacó las capacidades de las empresas locales para el desarrollo de software, de mecanizado, de placas electrónicas a medida, y de análisis mecánico y térmico. “Uno de los desafíos que tenemos es generar empresas de base tecnológica. El programa SARE, que plantea varios lanzamientos, daría volumen y plantearía una redundancia por segmento que justificarían el desarrollo de nuevos productos”.

“El programa SARE, que plantea varios lanzamientos, daría volumen y plantearía una redundancia por segmento que justificarían el desarrollo de nuevos productos”, dijo Benito.

Benito también resaltó la necesidad de agregarle valor a los datos: “En el mundo se compran soluciones más que datos. No se compran imágenes satelitales, sino la interpretación de esas imágenes. Es una oportunidad para que las pymes desarrollen una actividad económica que hoy no tenemos en el país”.

Una de las preocupaciones compartidas por algunos panelistas fue la pérdida de recursos humanos en el sector aeroespacial. El presidente de la CARAE, Javier Siman, manifestó: “Tenemos que dejar de exportar tecnólogos y exportar tecnología. Es una situación grave cuando nuestros estudiantes, ingenieros, científicos y tecnólogos se van es porque no generamos un mercado”.



La financiación del plan para reequipar a las Fuerzas Armadas argentinas

El Gobierno argentino destinará más de 275 millones de euros para la compra de 12 (se habían solicitado 24) aviones de entrenamiento T-6 Texan –que servirán también para vigilar la frontera Norte- y 4 de transporte mediano Airbus DS C295 para la Fuerza Aérea y la Marina y reparación de material en 2017, parte a través de créditos, mientras se proyectan otras inversiones. 

En medio de la necesidad de ajustar gastos, la Administración de Mauricio Macri tiene, como venimos informando, un plan plurianual de recuperación de la capacidad militar para las Fuerzas Armadas. En los próximos tres años, hasta 2019, se pagarán hasta 920 millones. El ministro de Defensa, Julio Martínez, tiene previsto hacer las compras con financiación externo y negocia tasas del 3 por ciento, tanto de bancos, como de proveedores del exterior.

Si el Presidente le autoriza más endeudamiento, las inversiones podrían llegar a cerca de 1.880 millones en 2019, con buques oceánicos y polares y decenas de vehículos de combate blindados, si bien esta posibilidad está más lejana. Tenemos que recuperar la capacidad militar. En los 12 años de ‘kirchnerismo ‘se perdió equipamiento, logística y entrenamiento. Y hay una decisión del presidente de recuperar el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, dijo Martínez. Para diseñar el presupuesto 2017, las Fuerzas Armadas presentaron al Tesoro pedidos de endeudamiento para vehículos, aviones y buques de diverso tipo por 2.400 millones, en un plan hasta 2019. Pero las necesidades económicas determinaron que Macri autorizara gastos por 920 millones para los cuatro años de mandato: más de 600 millones con financiamiento externo para nuevos aviones y 315 millones presupuestados (recursos propios) para mantenimiento de material aeronáutico en ese periodo.

Para las compras de aviones se pagarán el año próximo 216 millones con deuda y para el mantenimiento se ejecutarán 59 millones: un total de 275 millones. De todos modos, altas fuentes del Ministerio de Defensa confiaron que Macri podría autorizar en estos cuatro años algunas compras más: decenas de vehículos de combate blindados a rueda y buques oceánicos y polares, que sumarían otros 955 millones. Para el año próximo está presupuestada una partida de cerca de 185 millones a cuenta de los futuros cuatro años, para el caso que se autorice, pero lo más probable es que se use parcialmente o no se utilice. La prioridad será la Fuerza Aérea. Los aviones de entrenamiento se financiarían a seis años y en 2017 se ejecutaría la primera cuota de 29 millones de euros.

Además, la Fuerza Aérea Argentina comprará 2 aeronaves de transporte de tropas de mediano alcance Airbus DS C295 con créditos a tres años. Se presupuestaron 85 millones para 2017 y 225 millones hasta 2019. La Armada, por su parte, adquirirá un avión idéntico a estos últimos y otro similar, pero en la versión de patrulla marítima, mejor equipado. Tendría financiación del BBVA y se pagarían 100 millones el año próximo y 200 millones para 2019. El mantenimiento aeronáutico, con recursos propios, demandará cerca de 60 millones el año próximo y 316 millones hasta 2019. Para mantener las aeronaves en horas de vuelo habrá 6,3 millones y 20,5 millones hasta 2019.

No se autorizó finalmente la compra de 12 cazabombarderos Mirage, para lo cual se habían pedido más de 82 millones al Tesoro y se negociaba con oferentes de Estados Unidos, Europa, China e Israel. El ministro Martínez, sin embargo, no descarta una autorización presidencial para nuevas inversiones por 960 millones en estos tres años: vehículos blindados de combate sobre ruedas por 240 millones, un patrullero oceánico multipropósito OPV por 440 millones, un buque polar por 200 millones y un buque multipropósito por 77 millones. Si esto prospera, en el presupuesto 2017 hay una partida de 185 millones a la espera de la autorización, pero sólo se usará si hay una venia del Tesoro. Por otra parte, el rompehielos Irízar espera el dragado para salir del puerto del complejo Tandanor a navegar y a hacer pruebas de motores.

El Obús de 155 mm M777A2 duplicará su alcance

Ingenieros del Picatinny Arsenal del Ejército de EEUU están trabajando para desarrollar un obús M777A2 modificado, que duplique el alcance del actual.

El M777 tiene en estos momentos unos 30 km. de alcance y se pretende que, cuando se le hayan integrado las modificaciones, aumente hasta los 70 kilómetros.

En torno a este obús, existen dos programas: el M777ER (Extended Range), con el que se pretende conseguir un obús de mayor alcance y el ERCA (Extended Range Cannon Artillery), que desarrolla el tubo XM907 y otros subsistemas, tales como el proyectil cohete asistido XM1113, la super-carga de proyección XM654, un cargador automático, y el nuevo sistema de control de fuego.

El tubo ERCA se basa en uno antiguo de 52 calibres modificado para que encaje en la cureña de un M777A2. Esta modificación añade 0,557 m al tubo y unos 450 kg. a todo el sistema



Curiosamente, la primera prueba que se realizará, empleando incluso una maqueta, es la de movilidad, dado que “la preocupación de los usuarios es que, como consecuencia de este programa, obtengan una versión del arma que no puedan remolcar, cuando éste es su principal modo de transporte”, dijo David Bound, de la Lead, Artillery Concepts and Design Branch, que forma parte de Armament Research, Development and Engineering Center (ARDEC).

“El prejuicio que su visión nos despierta es que el obús con sus extras, pudiera volcar, por lo que estamos tratando de aumentar su confianza en que el M777 es un candidato aceptable para una ampliación del alcance”, dijo Bound.



La demostración no incluirá pruebas de fuego pero mostrará cómo responde el sistema cuando se mueve y cómo reacciona cuando la tripulación interactúa con los controles. Después de que el programa de ERCA (desarrollo del tubo) tenga éxito, el trabajo del programa M777ER será garantizar que el nuevo tubo es adecuado para el sistema M777.

El sistema final ERCA se demostrará en un sistema de artillería autopropulsado M109A7 (Paladin)

https://www.pica.army.mil

La OTAN de nuevo se 'ejercita' en los alrededores de Rusia (fotos)

Once países de la OTAN han enviado un total de 4000 soldados a Lituania para participar en los juegos de guerra Iron Sword 2016. Los ejercicios tienen como fin poner a prueba la habilidad del país báltico para el despliegue eficaz de un gran número de tropas.

"En el futuro, el Ejército [lituano] se enfrentará a amenazas desconocidas; por eso la necesidad de reaccionar rápidamente a las nuevas situaciones es de importancia vital tanto para los soldados como para los oficiales superiores", señaló Waldemar Rupsys, jefe de las fuerzas terrestres del Ejército lituano.



"[Practicar] una rápida y efectiva reacción de determinadas divisiones [del Ejército] a las amenazas militares es una de las tareas principales de estos ejercicios", añadió.



Los juegos de guerra Iron Sword 2016 se extenderán por dos semanas, desde el 20 de noviembre hasta el 2 de diciembre, durante las cuales las tropas de la OTAN realizarán actividades de defensa, bloqueo y apoyo militar, entre otras.

Según el ministerio de Defensa de Lituania, en el evento participarán tropas de Estonia, Letonia, EEUU, Reino Unido, Canadá, Polonia, Luxemburgo, Rumanía, Eslovenia, Alemania y, por supuesto, Lituania.

https://mundo.sputniknews.com