Los últimos conflictos bélicos han expuesto la creciente dinámica de bajas en los enfrentamientos urbanos. Con el fin de salvar las vidas de los que cumplen con su deber, una empresa rusa ha lanzado su propio proyecto de robots de combate
Y es que, la aparición de cámaras térmicas, lentes de visión nocturna y rifles de mayor calibre relativamente baratos, han hecho que los refugios que anteriormente brindaban las estructuras de la ciudad sean ahora prácticamente inútiles o más peligrosos aún. Incluso los francotiradores, que dominaban el espacio urbano, han dejado de ser los temibles cazadores para convertirse ahora en presas fáciles.
Y es que, la aparición de cámaras térmicas, lentes de visión nocturna y rifles de mayor calibre relativamente baratos, han hecho que los refugios que anteriormente brindaban las estructuras de la ciudad sean ahora prácticamente inútiles o más peligrosos aún. Incluso los francotiradores, que dominaban el espacio urbano, han dejado de ser los temibles cazadores para convertirse ahora en presas fáciles.
Con el fin de contrarrestar esta preocupante tendencia y salvar vidas humanas perdidas inútilmente, la compañía rusa Lobaev Robotics ha diseñado y mostrado el prototipo de un nuevo robot de combate en zonas urbanas.
Minirex está diseñado para realizar tareas en la delantera del frente de batalla urbano. Su misión: sustituir a los soldados en operaciones especiales de entrada en edificios, rastreo y detección oportuna de emboscadas. Está equipado con miras ópticas y térmicas, procesador de balística y un módulo de disparo cuyo trabajo es acertar en el blanco de un solo intento.
"Ahora no podemos darnos el lujo de sacrificar la vida de los soldados, como sucedía en las guerras anteriores. Es hora de reemplazarlos con robots", dice Vlad Lobaev, ingeniero y fundador de Lobaev Robotics.
Aunque el consorcio Lobaev se especializa en armas de precisión de largo alcance, Minireks puede ser armado tanto con calibres de 7,62×39, 9×39mm, como también calibres de francotirador 338LW y 40LW. Es, además, capaz de reconocer rostros humanos a una distancia de hasta 400m, suficiente para las condiciones urbanas.
Al parecer, los robots ocupan un espacio cada vez mayor no solo en nuestra vida cotidiana, sino en lo que respecta a conflictos bélicos también. A los drones en el aire y robots-zapadores se les unen ahora combatientes urbanos que no saben lo que es el temor por su vida ni el cansancio. Ayudan a sustituir a los humanos, siempre y cuando permanezcan bajo su control.
