Argentina el Ministerio de Defensa preparó una acción de recorte de personal en las Fuerzas Armadas que logrará un ahorro de unos dos mil millones de pesos, al cambio presente unos 130 millones de dólares, con el objetivo de reducir la planta permanente de personal y hacerla más eficiente, recomponiendo la pirámide jerárquica. La idea disminuir el número de los altos oficiales, es decir de generales, almirantes y brigadieres, ajustando las cúpulas castrenses a la dimensión actual de las fuerzas.
Se busca llegar a una media histórica de 35 generales, 25 almirantes y el mismo número de brigadieres, cifras más acordes con la realidad de las instituciones armadas, disminuidas en poder efectivo de combate, tanto en lo que hace al personal como al material. También se retirará a más de mil oficiales y suboficiales que han alcanzado o excedido los 38 años de servicio, conformando una cantidad aproximada de casi ochocientos del cuerpo de comando y más de doscientos del cuerpo profesional.
La situación ha llegado a límites inauditos: hay más oficiales jefes que jóvenes tenientes, faltando personal específico en ciertas áreas sensibles, pese a contarse con miles de suboficiales de grados medios y altos. Por razones varias, entre ellas que nadie deseaba pasar a retiro puesto que perdía gran parte de su salario, y de orden político, los anteriores jefes castrenses crearon numerosos puestos de jerarquía donde instalar a oficiales acólitos, provocándose el dislate de contarse con más de sesenta generales en actividad –hoy hay cincuenta y cuatro- , cuando en la década de los noventa la cúpula del generalato la integraban una treintena de generales en promedio.
Asimismo, creció de una manera desproporcionada el número de empleados civiles de las FFAA, conformando una masa de personal integrada mayoritariamente por familiares de los uniformados, muchos sin una función clara y mucho menos eficiente. La decisión del MINDEF fue bien recibida, puesto que está asociada a las expectativas producidas por la nueva administración, que ya produjo y producirá una mejora salarial y la recuperación de pirámide jerárquica.
El blanqueo de los salarios de la administración macrista, otro se realizará a principios del próximo año, implica un fuerte mejoramiento de los sueldos de los uniformados, a la vez que pone en la legalidad un importante número de suplementos que no figuraban en los recibos, pero que habían originado una gigantesca cantidad de juicios laborales, todos perdidos por el Estado Nacional, que forman parte de la pesada herencia recibida por Mauricio Macri.
Es difícil pensar en reequipamiento de material cuando existe una problemática de personal compleja, con pocos hombres dedicados al combate, que se supone es la quinta esencia del militar, y muchos en puestos burocráticos además de una millonaria cantidad de dineros públicos perdida en juicios laborales. (Luis Piñeiro)