Con los esfuerzos por comprar los 14 (IAI) Kfir C.10 caídos, en su lugar el Ministerio de Defensa argentino esta viendo la posibilidad de adquirir 12-14 Northrop F-5E Tiger IIS de los EE.UU. Aunque se utilice al caza para salir del paso (hasta el momento en que una plataforma multi-función moderna pueda ser adquirida), es evidente que la Fuerza Aérea Argentina tiene muy pocas opciones disponibles para satisfacer sus necesidades.
La búsqueda de Argentina de un nuevo caza polivalente ha sido azarosa, por decir lo menos. Su programa se inició en 2013 cuando trató de adquirir una serie de Mirage F-1 de la Fuerza Aérea Española, pero la incapacidad del gobierno argentino para financiar una compra y una serie de cuestiones técnicas hundio el acuerdo. Más tarde, Argentina buscó los IAI Kfir ex-israelíes, pero la incertidumbre en torno a la condición de los fuselajes, su edad y el respaldo insuficiente desde el gobierno argentino puso una valla delante de ese camino. En el año 2014, Argentina comenzó a pensar en aviones de combate chinos y rusos; nada resultó por ese lado. En 2014 o 2015, alguien propuso la idea de adquirir el JAS-39 Gripen, pero el uso intensivo de componentes británicos en ese avión la transformo en una no-opción.
Argentina volvió al punto de partida, el IAI Kfir, pero fue en vano.
Es evidente que la ruta para la adquisición del avión de combate para Argentina adolece de dos obstáculos principales: En primer lugar, la incapacidad de Argentina para financiar una compra con dinero en efectivo. En segundo lugar, una grave falta de opciones en términos de cazas polivalentes de nueva construcción, y se ve empujando así a plataformas como el Dassault Mirage F-1, IAI Kfir, y Northrop F-5 Tiger II.
De alguna manera, la situación de Argentina no está demasiado lejos de la de Pakistán, pero este último tiene una nueva solución para su avión de combate multi-rol para llegar a buen término en estos momentos.
Sin embargo, las similitudes son genuinas, especialmente en términos a la falta de financiación y opciones; esta realidad podría favorecer las perspectivas de venta del JF-17 de Pakistán, si se ejecuta una estrategia de compromisos con objetivos bien definidos.
Argentina tiene una predisposición a los sistemas occidentales, y como tal, es probable que (igual que antes) prefiera utilizar el JF-17 con los radares occidentales, aviónica, y municiones aire-aire / aire-superficie. Sin embargo, su realidad no se alinea con sus expectativas. No hay nuevas plataformas occidentales a su alcance, y si lograra conseguir una, municiones occidentales – ofrecidas principalmente por MBDA – podría ser vetada debido a la influencia británica. Hay comodines como Israel y Sudáfrica, pero en estos escenarios, Argentina tendría que pagar la factura de la integración y las pruebas.
La Fuerza Aérea de Pakistán (PAF) se encuentra en una situación única para entender la realidad de la difícil situación de la Fuerza Aérea Argentina. Por ejemplo, el PAF preferiría subsistemas y municiones occidentales, pero entiende que sus opciones son pocas (debido al costo y la falta de acceso). A pesar de esto, la PAF sigue buscando las mejores opciones disponibles en el mercado, con independencia de que esas opciones son China,Sudáfrica, Turquía, o incluso europea
Esto podría continuar potencialmente a través de Denel Dinámica A-Darter y el pod de orientación Aselsan ASELPOD.
Al final, la Fuerza Aérea Argentina se beneficiaría de una solución personalizada para hacer frente a un amplio conjunto de problemas complejos. Estos incluyen ataque de precisión, stand-off, de apoyo marítimo, defensa aérea (contra oponentes aéreos de primera calidad), el control de costes, el mantenimiento y la resistencia de cara a las sanciones y otras situaciones políticamente precarias.
En otras palabras, el PAF ha absorbido el costo y la complejidad de la adaptación del JF-17 para un conjunto de problemas muy difíciles (sin duda por encima de lo que la Argentina está tratando en la actualidad), y los beneficios que están disponibles para la Fuerza Aérea Argentina.
Esto habría sido un poco más difícil de demostrar en los días del JF-17 Block-I, es decir, cuando el avión sólo estaba compuesto en sus principales subsistemas y municiones de origen chino. Pero con el Block-II, la naturaleza personalizada de la plataforma es cada vez más evidente. En el block-III, será muy evidente. Además, existe un claro avance en términos de aviónica y sistemas de armas en el JF-17. Por ejemplo, el Block-I y II usa misiles aire-aire (WVRAAM) de tercera generación; el Block-III utilizará un WVRAAM de quinta generación.
Para resumir, Pakistán tendría que demostrar claramente que el JF-17 es ya una solución personalizada, y que esta solución está diseñada para hacer frente a problemas muy complejos (por lo tanto es suficiente para Argentina). Además, tendría que mostrar a la Fuerza Aérea Argentina que se ha establecido una ruta de actualización clara en el JF-17 (debido a los requisitos de la PAF), y como resultado, no sería gravosa para Argentina. Otro aspecto clave es la próxima disponibilidad de los JF-17B biplazas, que no sólo servirá como un sistema de conversión del JF-17, si no potencialmente como un entrenador de combate también.
Este es el costado de un escollo central. Ni Argentina tiene los fondos para comprar inmediatamente los aviones, ni Pakistán puede proporcionar una línea de crédito o financiación flexible en plazos. China podría tratar de promover sus intereses económicos en América Latina, por lo que puede ofrecer una línea de crédito. Por otra parte, el Complejo Aeronáutico Pakistán (APA) se mantendrá ocupado con la producción para las necesidades del PAF, puede que no haya una necesidad de que Argentina realice un depósito. El caza ya está en producción. En su lugar, siempre que Argentina tenga los medios para pagar por los cazas, el PAC ha podido asignar un número en la producción de la PAF. Esto puede aliviar algunos de los riesgos involucrados, tanto para Argentina y Pakistán.
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