Los helicópteros de combate Ka-52 Alligator, desplegados en el portaviones ruso Almirante Kuznetsov que se dirige hacia las costas sirias, portan misiles antitanque experimentales para probarlos en condiciones reales por primera vez.
Se trata de los novedosos misiles antitanque guiados de largo alcance Guermés (Hermes, en ruso). Su característica más destacada es su radio de acción: pueden alcanzar blancos a una distancia de hasta 30 kilómetros, superando casi tres veces la distancia operativa habitual de los misiles semejantes actuales tanto rusos (Ataka y Vijr) como estadounidenses (Hellfire) —que es de unos 10 kilómetros—.
El proyectil se está desarrollando desde la década de los 90. A pesar de calificar formalmente como un misil antitanque, es más bien un arma universal que puede emplearse contra edificios, fortificaciones y agrupaciones de la infantería. "Los Ka-52 basados en Almirante Kuznetsov están equipados con un lote de prueba del misil. El uso real permitirá dar el toque final al proyecto antes de incorporarlo en el arsenal de los Alligators", citó el diario ruso Izvestia a una fuente militar informada.
Guermés cuenta con varias herramientas de puntería, explicó al medio Dmitri Kórnev, redactor jefe de la página web rusa Militaryrussia.
Puede ser guiado, como otros misiles, con un láser. También tiene sensores de luz infrarroja para fijarse en los objetivos. En el futuro próximo, se prevé equipar esos misiles con un pequeño radar propio. En conjunto, todos estos modos de apuntación "garantizan una precisión única". "Los Guermés tienen ciertas semejanzas técnicas con los misiles del sistema antiaéreo Pántsir. La primera etapa del misil lleva el proyectil hacia el área necesitada. Allí, se activa la segunda etapa con la ojiva, que encuentra el blanco y lo abate. En la trayectoria final, el misil alcanza velocidades supersónicas", comentó Kórnev. Foto: Un año de la operación de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia en Siria En la actualidad, existe solo único análogo de Guermés. El misil guiado antitanque Spike-NLOS de producción israelí tiene un alcance de hasta 25 kilómetros y también goza de una plétora de métodos de apuntación. Fue desarrollado en los ochenta para contrarrestar los ataques masivos de tanques, y ahora evolucionó en un sistema universal de base terrestre, naval y aérea.
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