El proyecto se realizó en cooperación con Alemania y procura medir desde una aeronave espesores de hielo en los glaciares de las islas cercanas a la Base Marambio. Estuvo a cargo del jefe de Departamento de Glaciología del Instituto Antártico Argentino, ingeniero Sebastián Marinsek.
En esta oportunidad, las mediciones pudieron efectuarse en el Glaciar Gourdon de Isla Ross, a unos 40 km al oeste de la isla Marambio, durante dos operaciones en el mes de febrero, en el marco de la Campaña Antártica de Verano 2016/17.
La exitosa operación fue cuidadosamente planificada y ensayada en la VII Brigada Aérea en Moreno, provincia de Buenos Aires, antes del despliegue a la Antártida, dadas la complejidad del sistema, la exigencia de la carga externa y las pruebas necesarias para maniobrar el helicóptero durante el despegue y el aterrizaje
La operación
Para realizar el operativo se estableció un campamento de apoyo con científicos y técnicos, próximo al glaciar de estudio, a fin de preparar y montar en el lugar la antena en el helicóptero.
Posteriormente, los vuelos desde Marambio hasta la zona del campamento se efectuaron sin la carga externa, la cual sólo se montó para efectuar las mediciones
Por tratarse de un vuelo con carga colgante, fue necesario disponer de condiciones meteorológicas adecuadas en la zona de trabajo. Este factor es de suma importancia dado que afecta en los virajes y en las zonas próximas a las paredes del glaciar influyendo en el vuelo a bajas velocidades.
La altura de medición sobre el glaciar fue de 30 a 40mts, volando a unos 70 km/h. Estos parámetros debían mantenerse para no alterar las mediciones.
Esta primera experiencia permitió cumplir una importante tarea científica en la Antártida gracias al eficaz apoyo logístico de la Fuerza Aérea Argentina.
El sistema de radar de hielo aerotransportado
El dispositivo consiste en una antena metálica rectangular de nueve metros de longitud, cinco de ancho y uno de espesor, con el transmisor, receptor y GPS, con un peso de 300 kg, suspendida de la aeronave.
Para la instalación del radar, de tipo Doppler, se adaptó el helicóptero no sólo para el sistema colgante, sino para colocar el equipamiento de medición y registro de datos en la cabina del helicóptero, junto al operador de radar. El sistema colgante se enlaza mediante fibra óptica con los equipos de control ubicados en la cabina
La altura de medición sobre el glaciar fue de 30 a 40mts, volando a unos 70 km/h. Estos parámetros debían mantenerse para no alterar las mediciones.
Esta primera experiencia permitió cumplir una importante tarea científica en la Antártida gracias al eficaz apoyo logístico de la Fuerza Aérea Argentina.
El sistema de radar de hielo aerotransportado
El dispositivo consiste en una antena metálica rectangular de nueve metros de longitud, cinco de ancho y uno de espesor, con el transmisor, receptor y GPS, con un peso de 300 kg, suspendida de la aeronave.
Para la instalación del radar, de tipo Doppler, se adaptó el helicóptero no sólo para el sistema colgante, sino para colocar el equipamiento de medición y registro de datos en la cabina del helicóptero, junto al operador de radar. El sistema colgante se enlaza mediante fibra óptica con los equipos de control ubicados en la cabina
El radar es independiente de todos los sistemas de a bordo, e incluso se alimenta con baterías propias. Además, se incorporó altímetro láser con un monitor para el piloto, a fin de mantener la altura de medición sobre el glaciar.
El desarrollo emite un pulso sobre el glaciar y el receptor recibe la señal rebotada de la superficie y otra posterior, del lecho, lo que permite efectuar la medición del espesor del hielo.
Fuente: Juan Benavente – Sección Prensa – Dirección de Asuntos Antárticos.
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