Por Fernando Morales
"La Escuela de Aviación de Ejército tiene como propósito principal la formación de pilotos de helicóptero. Lo hace bajo la modalidad de curso básico conjunto ya que de sus aulas egresan los pilotos de helicóptero de las tres fuerzas armadas del país. Eventualmente también lo hacemos con personal de las fuerzas de seguridad y es normal recibir alumnos provenientes de otros países", señala el coronel Sergio Di Clemente, director del instituto de enseñanza. Los pilotos de avión también se forman en la misma escuela. No obstante pueden capacitarse tanto en la Fuerza Aérea como en la Armada Argentina.
Durante su bienvenida, Di Clemente explica que, si bien la Aeronáutica de Ejército es pionera entre las fuerzas armadas ya que nació en 1912, posteriormente y con la creación de la Fuerza Aérea Argentina, se transfirieron recursos humanos y materiales a la nueva institución militar y se discontinuó la actividad aeronáutica del Ejército durante algunos años. Al retomarse la misma, y luego de sucesivas modificaciones orgánicas, en 1989, mediante un decreto secreto del Poder Ejecutivo Nacional, se creó la actual escuela "Coronel Arenales Uriburu"
Según detallan los oficiales que acompañan a Infobae en la recorrida por el establecimiento [más detalles en la primera entrega de esta nota], en la primera jerarquía militar para oficiales (subteniente, guardiamarina o alférez) los aspirantes rinden los exámenes de admisión correspondientes para cursar la currícula que los transformará en pilotos de helicóptero. La escuela ofrece también los cursos de Instructor de Vuelo, Curso Básico de la especialidad Piloto de Ejército, Técnico en Mantenimiento de Aeronaves, Vuelo por Instrumentos, Gestión de Recursos, Radio Operador Restringido y Seguridad en Vuelo, entre otros.
Este año, se suma a la oferta educativa el curso de formación de Mecánicos de Aviación destinado a alumnos civiles egresados de escuelas secundarias con orientación aeronáutica que quieran ingresar al cuadro de suboficiales del Ejército.
La institución, explica el coronel Di Clemente, brinda a los oficiales cursantes un apoyo psicológico permanente que permite detectar situaciones que puedan afectar el rendimiento o la evolución del alumno. "Incluso cuando se arman los binomios de vuelo, se perfilan las parejas, a efectos de poner en un mismo aparato a cursantes que tengan la mayor afinidad posible", detalla Di Clemente.
En un todo de acuerdo con la política militar de operación conjunta, el personal cursante realiza sus prácticas de vuelo interactuando con alumnos de distintas fuerzas a efectos de asegurar una adecuada integración profesional y personal.
En compañía del comandante de Aviación y del director de la escuela "Arenales Uriburu", se recorrió los distintos simuladores que sirven de entrenamiento para los futuros pilotos. Si bien la unidad militar cuenta con simuladores de vuelo adquiridos en el exterior, se destacan otros, como el entrenador táctico de aviación de ejército desarrollado por los propios pilotos de la institución a partir de un software recreativo y que en la actualidad permite llevar a cabo simulaciones tácticas de gran utilidad para la capacitación profesional y a muy bajo costo.
Realmente sorprendente es el simulador de vuelo "Cicaré" un desarrollo llevado adelante en la localidad de Saladillo por un fabricante local de helicópteros, y que consiste ni más ni menos que en una aeronave real montada sobre un ingenioso dispositivo que, sin el aparato levante vuelo, le permite al piloto realizar maniobras de mantenimiento equilibrado de la nave, constituyendo un verdadero paso previo al primer vuelo real de un cursante.
VIDEO: EL SIMULADOR "CICARÉ"
La escuela además cuenta con un taller en el que los cursantes de la especialidad "mantenimiento de aeronaves" ejecutan las tareas correspondientes a la conservación de la habilitación de aeronavegabilidad de los aparatos utilizados para instrucción de vuelo. Las tareas son realizadas bajo supervisión de personal técnico habilitado para tales actividades.
Según lo detallado por el coronel Di Clemente, a nivel regional, la Escuela de Aviación del Ejército se encuentra entre las mejores conceptuadas. La oportunidad es buena para recordar que el Comando de Aviación de Ejército ostenta el mayor número de condecoraciones por actos de servicio destacados durante las operaciones bélicas en el Atlántico Sur en 1982.
Uno de los hechos más emblemáticos de la aviación de ejército en el Teatro de Operaciones durante la guerra de Malvinas fue el protagonizado por los tripulantes del helicóptero Puma AE 505 perteneciente al Batallón de Aviación de Combate que, a pesar de no tener entrenamiento en rescates marinos, despegaron en medio de condiciones climáticas muy adversas en socorro de la tripulación civil del pesquero argentino "Narwall" que había sido atacado por el enemigo, hundiéndose en pocos minutos. El aparato fue derribado por un misil Sea Dart disparado desde el destructor inglés HMS Coventry. En la acción perdieron la vida los tenientes primeros Roberto Mario Fiorito y Juan Carlos Buschiazo junto al Sargento Raúl Dimotta.
Anochece en Campo de Mayo, la temperatura desciende y al mismo ritmo parece hacerlo la actividad en la guarnición militar más grande del país. A contramano de la retirada general, en una de las aulas de la Escuela de Aviación un grupo de pilotos, mecánicos y bomberos de la Policía Federal, se aprestan para una asombrosa rutina. Vuelo a baja altura con sistemas de visión nocturna. Los Bell UH 1H y los HUEY II están listos, la misión está planificada y los sofisticados equipos de visión nocturna, dan capacidad de fuego certero en la oscuridad de la noche al personal que tripula las aeronaves. Las maniobras incluyen persecución de una unidad "enemiga", reconocimiento del terreno, vuelo estacionario y diversas tácticas de combate nocturno. Terminada la ejercitación, la jornada no concluye; ahora es el turno de los cursantes quienes también se entrenan en vuelo básico, pero ya sin la luz de sol.
Como sucede con frecuencia en tantas instituciones argentinas, sus integrantes -y esta particular unidad caratulada internamente como "tropa técnica"- se muestran siempre poco dispuestos a bajar los brazos a pesar de las limitaciones presupuestarias o los vericuetos administrativos. O quizás toman demasiado en serio el lema de uno de los batallones que integran el Comando al que pertenecen, Non Sufficit Orbis. El mundo nunca es suficiente.
VIDEO: VUELO NOCTURNO CON VISORES
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