La prueba de caída supersónica pone al F-35A un paso más cerca de poder emplear las nuevas armas nucleares, que literalmente valen más que su peso en oro.
El Laboratorio Nacional de Sandia, en cooperación con la Fuerza Aérea de EEUU completó una serie de pruebas de vuelo para integrar la nueva bomba nuclear B61-12 en el arsenal del caza F-35A. El vídeo de uno de estos ensayos ha sido publicado en YouTube.
Si bien la prueba se completó sobre el polígono de Tonopah el 25 de agosto del 2020, hasta ahora no se había publicado ningún vídeo de esta maniobra. Tonopah es un campo secreto que se sitúa en el estado de Nevada y que se utilizó en el pasado para ensayar armas nucleares.
En cierto momento de la grabación se puede ver cómo el F-35A arroja la bomba B61-12, que incluía componentes no nucleares funcionales y componentes nucleares simulados, desde una altitud de 3,2 kilómetros. En total, el proyectil tardó aproximadamente 42 segundos en golpear el blanco. Además, este vídeo ofrece una vista sin precedentes de cómo funciona el sistema de estabilización por rotación de la bomba.
"Este fue el primer ensayo de todos los sistemas, incluidos los mecánicos, eléctricos, de comunicación y de lanzamiento (…). El último test es una pieza crítica en el programa de los F-35A y los B61-12", añadió Steven Samuels, uno de los directivos de Sandia.
Esta prueba tiene una particular importancia para la Fuerza Aérea de EEUU ya que el F-35A debería portar la bomba B61-12 dentro de su fuselaje. Esta manera de llevar el arma se distingue de la que utilizan otros aviones de combate "de doble capacidad", capaces de volar a velocidades supersónicas, como el F-15E Strike. Por ejemplo, el bombardero B-2 Spirit y los B-21 Raider también portarán estas bombas dentro de su casco, pero volarán a velocidades subsónicas.
La B61-12 es la primera bomba de una familia de proyectiles nucleares que dispone de un sistema de guiado y de precisión integrado en un kit de cola. Este kit también contiene un sistema de navegación inercial asistida por GPS y es similar en algunos aspectos generales a los utilizados en las bombas convencionales de Munición de Ataque Directo Conjunto.
Desde el 2019 los F-35A han realizado una serie de pruebas de vuelo con el B61-12. Hasta ahora, no está claro cuando la Fuerza Aérea de EEUU concluya el respectivo programa, pero algunos informes publicados en el 2017 sugerían que la bomba finalmente sería integrada en estos cazas a finales del 2020. Sin embargo, debido a la expansión de la pandemia es poco probable que los F-35A estén certificados para portar esta arma antes del 2021, concluye el periodista Joseph Trevithick
Fuente:https://www.thedrive.com
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