Fecha Mié, 02 de diciembre 2015 12:55a.m. ART - Mié, 02 de diciembre 2015 03:45 am ART
LISA Pathfinder allanará el camino para futuras misiones al probar en vuelo el concepto mismo de la detección de ondas gravitacionales: va a poner dos masas de prueba en un gravitatoria caída libre casi perfecto y controlar y medir su movimiento con una precisión sin precedentes. LISA Pathfinder utilizará la última tecnología para minimizar las fuerzas adicionales sobre las masas de prueba, y para tomar medidas. Los sensores inerciales, el sistema de metrología láser, el sistema de control y arrastre libre y un sistema ultra-precisa micro-propulsión hacen de esta una misión altamente inusual. LISA Pathfinder es una misión de la ESA, que también llevará una carga útil de la NASA.
Los ingenieros de Airbus Defence and Space trabajan en la puesta a punto deLISA Pathfinder, el demostrador de detección de ondas gravitacionales de la Agencia Espacial Europea (ESA), para su lanzamiento desde Kourou, en la Guayana Francesa, este miércoles 2 de diciembre de 2015 a las 04:15 horas GMT. Tras meses de duro entrenamiento, los controladores de la misión realizaron un último ensayo general el pasado fin de semana, demostrando que están preparados para el lanzamiento.
Dentro LISA Pathfinder
Misión LISA Pathfinder de la ESA es un demostrador de tecnología que allanará el camino para futuros observatorios de ondas gravitacionales bordo de vehículos espaciales. Operará alrededor de 1,5 millones de kilómetros de la Tierra hacia el Sol, orbitando 'punto de Lagrange' el primer Sol-Tierra, L1
El ingenio espacial de 1,9 toneladas, desarrollado y construido por Airbus DS, se lanzará en un cohete europeo Vega. La ESA eligió el tema científico del universo gravitacional para su tercera gran misión L3, para la que es candidata destacada una misión similar a la de LISA. La radiación gravitacional permitirá a los astrónomos estudiar nuestro universo de una forma nueva y los futuros sistemas de telescopios podrán observar objetos tan exóticos como agujeros negros supermasivos en colisión como hasta ahora no ha sido posible.
El responsable de Space Systems de Airbus DS, François Auque, explicó que "LISA Pathfinder allanará el camino a un futuro gran observatorio espacial que será el que, en última instancia, podrá observar y medir con precisión las ondas gravitacionales", En este sentido, añadió que "estas minúsculas distorsiones del espacio-tiempo requieren tecnologías de medida muy sensibles y extraordinariamente precisas, y su funcionamiento solo puede probarse en el espacio".
Un viaje de once semanas
Tras el lanzamiento, LISA Pathfinder pasará dos semanas elevando su órbita. En este tiempo, efectuará seis reencendidos diferentes, utilizando un módulo de propulsión especial, que también ha sido construido por Airbus DS. Aproximadamente 51 días después del lanzamiento, y una vez realizado el último encendido y comprobado la integridad del módulo espacial, se separará el módulo de propulsión.
El ingenio espacial continuará su viaje hacia el primer punto de Lagrange (L1), ubicado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. Su órbita operativa es una órbita de Lissajous de 500.000 kilómetros x 800.000 kilómetros alrededor del punto L1. Durante la fase de deriva se probarán y verificarán la plataforma y los dos sistemas de propulsión del satélite (el de gas frío y los sistemas coloidales de propulsión con empuje medido en micronewtons de la NASA).
Veinticuatro días tras la separación, la misión comenzará con una puesta a punto de tres semanas de la carga útil científica, que incluye pruebas como la liberación y captura de masas de prueba y la verificación del sistema de control de actitud sin resistencia (Drag Free and Attitude and Control System- DFACS). A continuación tendrá lugar la misión principal, de seis meses de duración.
Paquete tecnológico
El demostrador incorpora el Paquete Tecnológico LISA (LTP) que pesa alrededor de 150 kilogramos. Consiste en un interferómetro láser que mide las variaciones en la distancia entre dos masas de prueba de una aleación de oro y platino de alta precisión que pesan 1,96 kilogramos cada una.
Una vez en órbita alrededor de L1, las dos masas de prueba se liberarán de su mecanismo de bloqueo y se mantendrán en su posición mediante un débil campo electrostático que se puede controlar de una forma muy precisa. En el momento en que se desactive la actuación electrostática sobre las masas de prueba, los dos bloques de oro/platino podrán moverse libremente de modo independiente, sin que se ejerza sobre ellas la influencia del ingenio espacial que las rodea.
El interferómetro láser medirá la posición relativa y la orientación de las masas, que se encontrarán separadas una de otra alrededor de 40 centímetros, con una precisión inferior a una millonésima parte del grosor de un cabello humano, o lo que es lo mismo, menos de 0,01 nanómetros.
Entre las tecnologías de LISA Pathfinder figuran también dos tipos de diminutos propulsores, tan pequeños que el empuje de uno apenas bastaría para evitar la caída de un copo de nieve al suelo. Estos propulsores se utilizan para asegurar que el ingenio espacial compense fuerzas externas como la presión de la radiación solar, protegiendo de esta forma a las masas de prueba de cualquier influencia externa. La misión desarrollará pruebas en órbita de estos dos sistemas de micropropulsión, uno de procedencia europea y otro de la NASA.
La Agencia Espacial Europea (ESA) eligió a Airbus Defence and Space en el Reino Unido para construir el ingenio espacial y el módulo de propulsión, y es responsable del suministro del satélite integrado. ESA y el Centro Aeroespacial alemán (DLR) eligieron a Airbus Defence and Space en Alemania para dirigir los sistemas del LTP, desarrollado con la contribución de compañías e institutos de investigación europeos.
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