El titular de la cartera de Defensa promete reforzar la presencia aérea en esa región con aviones argentinos. Debió pedir US$ 16,8 millones para la campaña en la Antártida.
El ministro de Defensa, Julio Martínez, ex diputado de la UCR por La Rioja y ex candidato a gobernador, asumió la función en diciembre tras años de interpelaciones y cuestionamientos a la política de defensa del gobierno saliente. Ahora le toca responder en primera persona:
—¿Va a encarar el reemplazo de los Mirage?
—Sí, pero la prioridad va a ser lograr un equipamiento que nos permita garantizar la seguridad en la frontera norte, por el narcotráfico. No se necesitan para eso aviones supersónicos, sino naves menos veloces, las prioridades serán el Pampa II y el Pucará.Después podremos avanzar e incorporar aviones supersónicos.
—¿Se inclina por alguna alternativa de las ofertas?
—Vamos a analizar todas las propuestas, sin descartar ninguna. Cada una tiene sus pros y sus contras. Lo más importante es garantizar la disponibilidad de repuestos y el costo de uso. Hay aviones que demandan 17 mil dólares por hora de vuelo. Chile tiene 24 F16, pero no puede hacerlos volar. Necesitamos una nave con un costo adecuado.
—¿Cuál fue la sorpresa más grande que se encontró tras asumir?
—No demasiadas. Porque, más o menos, lo que veíamos desde afuera es lo que encontramos. En términos negativos, lo que más me impactó es la cantidad de juicios de personal de la fuerza contra el Estado. Hay muchas sentencias firmes. Se van a necesitar entre ocho y diez años para regularizar la situación. Otra sorpresa fue la Campaña Antártica. Creíamos que estaba todo pagado, pero no era así. El buque ruso Vasiliy Golovnin debía zarpar en noviembre. Nosotros asumimos en diciembre y aún estaba en Rusia; no se había girado un solo peso.
—¿Tuvo que pedirle dinero fresco al ministro Prat-Gay?
—Sí, se necesitaban 16,8 millones de dólares para pagar el buque y el puente aéreo. Apenas asumimos el ministro dijo que no había pesos ni dólares; pero, gracias a Dios, pudimos destrabar el pago y lograr que el buque zarpara. La contratación del buque ruso se hace porque no está disponible el Irizar.
- —Hubo contrataciones que causaron polémica para campañas anteriores, ¿se está revisando esto?
- —Sí, estamos haciendo auditorías, pero lo que más nos preocupa es garantizar el futuro de la Campaña Antártica.
- —En esta campaña hubo retrasos, científicos que llegaron tarde para sus investigaciones y otros problemas.
—La Campaña Antártica nunca podía ser normal, porque entramos a trabajar en tiempo de descuento. La Antártida es una cuestión de Estado que se sigue manteniendo, más allá de los problemas. Necesitamos profundizar esta política. Tener más y mejor presencia. Es un territorio que consideramos nuestro. Pero muchos países no están de acuerdo, por eso es un tema estratégico y una cuestión de Estado.
—¿Habrá más despidos en su cartera?
—Queremos conservar la relación laboral y equilibrar los abusos. Si hay funcionarios que se metieron de empleados, como en la Universidad de la Defensa, vamos a actuar. Lo mismo haremos con los militantes que no cumplían tareas en el ministerio.
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