Hace unos cuatro años, el Maj. General James L. Hodge, entonces Comandante General del Combined Arms Support Command (CASCOM), escribió un artículo para el Army Sustainment titulado “Cada soldado es un gestor energético”. En el artículo, se discutía brevemente acerca de la energía en operaciones y la creación de una nueva oficina en CASCOM.
El objetivo de la Operational Energy Branch de CASCOM es reducir el consumo y la demanda para proporcionar a los comandantes en operaciones un aumento de las capacidades, en forma de mayor autonomía, mayor libertad de acción y, por tanto, menos riesgos. La Oficina pretende que los sistemas y plataformas de combate del Ejército sean más eficientes en el uso de la energía en operaciones y, al mismo tiempo, cambiar el comportamiento de los soldados para que la utilicen más sabiamente.
Una Ley de 2009 define la energía operativa como “la energía necesaria para el adiestramiento, movimiento, y mantenimiento de las fuerzas militares y de las plataformas de armas para operaciones militares”.
Comparado el consumo de combustible de nuestras Fuerzas entre la Segunda Guerra Mundial y hoy, un soldado consumía entonces un promedio de 3,70 litros al día. En 2007, durante las operaciones Libertad Duradera y Libertad Iraquí, el gasto fue de 83 litros. Hoy el combustible comprende aproximadamente el 50% del abastecimiento en el teatro de operaciones, mientras que el agua comprende aproximadamente el 20%. Cada 44 convoyes el Ejército pierde un soldado.
Para que el Ejército sea más eficiente en el consumo de energía en operaciones se debe incorporar conciencia energética, formación y educación en todos los niveles.
La Army Operational Energy Training Strategy de CASCOM establece un plan para la incorporación de los conceptos operacionales de energía, prácticas y técnicas en todos los dominios de la formación institucional, operativa y personal.
La formación en energía operativa se divide en tres categorías principales: sensibilización, capacitación técnica y educación. La capacitación y la educación se integrarán en todos los niveles y empleos militares para “establecer una cultura informada sobre la energía a través de programas de educación, capacitación y sensibilización, que valoren a la energía como un recurso que permite mayores capacidades y reduce el riesgo operativo”, de acuerdo con la 2013 Department of Defense Operational Energy Policy.
La Operational Energy Branch ha desarrollado un plan para incorporar los conceptos de energía operativa en las publicaciones logísticas específicas. Sin embargo, no existe una doctrina global del Ejército que aborde la potencia operativa eléctrica ni la energía en peraciones expedicionarias. Tampoco el uso y gestión de lo que es este abastecimiento crítico en las publicaciones operativas.
Para garantizar que se proporciona el conocimiento crítico necesario, CASCOM trabajará para que, en publicaciones seleccionadas, se incluyan consideraciones sobre planeamiento energético operativo y consideraciones sobre su gestión.
El concepto “Force 2025 and Beyond” es el de una fuerza flexible y ágil, con más opciones de tener que resolver crisis en múltiples ubicaciones.
La Operational Energy Branch está evaluando una red integrada en una base expedicionaria con varias tecnologías relacionadas con la energía en operaciones y con el apoyo al desarrollo de un concepto de gestión táctica de la energía.
El equipo también está trabajando, con el Project Manager Expeditionary Energy and Sustainment Systems y con el Army Materiel Command, en micro-redes de generación de energía tácticas que se encienden y apagan automáticamente, que integrarán a múltiples generadores y fuentes de energía alternativas para proporcionar electricidad de manera más eficiente a los contingentes estacionados en bases.
Además de trabajar en fuentes de energía móvil avanzadas (un generador que gasta el 21% menos de combustible que los sistemas más antiguos), trabaja en las cinco principales prioridades de CASCOM relacionados con las tecnologías energéticas operativas del futuro:
- Convoyes autónomos: medios de transporte sin conductor que siguen a un vehículo tripulado en la zona de combate. Los beneficios incluyen minimizar la huella de la logística, reducir el riesgo para los soldados y la preservación de la libertad de maniobra y acción.
- Fuentes de agua alternativas: ahorrarían energía en operaciones. Por ejemplo, el agua producida por los sistemas de aire acondicionado, se purificaría para consumo humano. Los beneficios incluyen minimizar la huella de la logística, la reducción del riesgo a los soldados y el aumento de la disponibilidad de agua en la zona de combate sin usar reabastecimiento.
- Fabricación aditiva: con la fabricación aditiva o impresión en 3D se pueden fabricar piezas de recambio de forma rápida in situ. Los beneficios incluyen la fabricación próxima a donde se necesita, reducción del stock de piezas que minimiza la huella de la logística y la reducción del riesgo a los soldados al reducir el número de convoyes de suministro.
- Sistema inteligente de distribución y gestión de energía: se trata de un sistema portátil y robusto de distribución de la energía que automáticamente equilibra las cargas y avisa de riesgos. Sus beneficios son: mayor fiabilidad de la red de alimentación y menor posibilidad de lesiones causadas por la electricidad.
- Abastecimiento aéreo autónomo: se trata de un modulo de despegue y aterrizaje vertical no tripulado que se puede emplear en operaciones de suministro. Su capacidad permitiría un tiempo de respuesta menor en el reabastecimiento de emergencia y más escalable a las unidades desplegadas tácticas.
La capacidad del Ejército para gestionar eficazmente la energía en operaciones afecta directamente a su capacidad. La doctrina y manuales deben reflejar y se debe hacer énfasis de los conceptos de gestión de energía en el adiestramiento, educación, sistemas de contabilidad y programas de comunicación. El objetivo es hacer de cada soldado y civil un gestor energético que tenga en consideración a la energía en todo momento.
CASCOM actualizará la doctrina para reflejar los métodos para conseguir los objetivos energéticos operativos que ya se encuentran en las políticas y orientaciones sobre energía. Esto se hará mediante un enfoque multifacético, que aproveche las capacidades de las plataformas de adiestramiento existentes, tales como las instalaciones institucionales y cursos de familiarización basados en la web. Los mandos deben complementar esta formación, poniendo de relieve que la eficiencia energética es importante.
La concienciación tiene un largo camino por delante y, para mantener el impulso, se necesita mejorar la educación y el adiestramiento. La educación es la plataforma que sirve de puente entre el conocimiento y la acción. Una vez que empecemos a cambiar el comportamiento de los soldados para utilizar la energía de manera más eficiente, cada uno de ellos se convertirá un gestor energético.
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