El Pentágono pretende contrarrestar las amenazas que presentan los posibles adversarios de EEUU, como Rusia y China, a través de su Third Offset Strategy, según dijo el Vicepresidente del Estado Mayor Conjunto, el pasado 10 de marzo, en su discurso en la McAleese & Associates and Credit Suisse 2017 Defense Programs Conference.
“Teniendo en cuenta los enfoques asimétricos de China y Rusia ¿Qué tenemos que cambiar que nos permita aplicar la tecnología, conceptos operativos y estructuras organizativas para derrotar su ventaja en sus sistemas ofensivos de gran precisión a largas distancias?”, cuestionó el General de la Fuerza Aérea Paul J. Selva .
El Third Offset, dijo, “trata de averiguar qué hacer de manera diferente de forma que desequilibremos sus ventajas, con el objetivo de poder mantener nuestra disuasión convencional.”
Después de las dos estrategias anteriores, la Third Offset explota las vulnerabilidades de los enemigos potenciales y capitaliza los activos existentes y adaptables de Estados Unidos, tales como carros de combate, aviones y buques, dijo Selva.
Como parte de la First Offset Strategy, que se mantuvo durante los años 1950 a 1960, EE.UU. Desplegó armas nucleares tácticas en Europa Occidental para hacer frente a una amenaza soviética terrestre masiva, explicó el General.
“Tras nuestro primer desarrollo de armas nucleares miniaturizados, llegamos a la conclusión de que no podíamos superar en gasto a los rusos … y acumular los mismos medios que ellos tenían en la frontera en el Pacto de Varsovia”, dijo . “Por lo tanto, tomamos la decisión de sustituir a la masa por la potencia explosiva.”
A finales de los años 60 y principios de los 70, el Pentágono “comenzó a pensar en armas convencionales lo suficientemente precisas como para tener efectos casi nucleares en el campo de batalla convencional … lo que nos permitió eliminar la mayor parte de nuestras armas nucleares tácticas del campo de batalla” añadió Selva.
La Second Offset Strategy, desarrollada en la década de los 80, aprovechó el dominio tecnológico para desequilibrar cantidad por calidad, un offset que se mantuvo durante décadas.
El Second Offset, que ha perdurado desde el comienzo de los 90s, configuró la doctrina “air-land battle” empleada en la Guerra del Golfo. “Nos permitió cambiar la forma de operar ya que pudimos disponer de una red de sensores ofensivos y defensivos (C2) y las armas asociadas para llevar a cabo la batalla aire-tierra”, dijo Selva.
El General señaló que la potencia de fuego junto con la precisión, el sigilo y la velocidad, han compensado los números en el campo de batalla moderno. “Hemos vivido con ese legado desde los años 90”, dijo Selva.
Sin embargo, los presupuestos y planeamientos futuros de la defensa deben reflejar el mantenimiento del compromiso de la disuasión nuclear estratégica, dijo el General. La disuasión nuclear de EE.UU. Cuenta con sistemas de lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales, navales y aéreos – las tres “patas” de la tríada nuclear.
“Nuestra capacidad para disuadir a los enemigos nucleares añade credibilidad a nuestra fuerza convencional”, dijo Selva. “Y si alguna vez fuéramos amenazados por un enemigo nuclear igual o superior, nuestra fuerza convencional perdería relevancia rápidamente.”
Y añadió: “Por lo tanto, tenemos que pagar la cuenta que supone modernizar las tres patas de nuestra tríada nuclear.”
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