Amán está barajando la posible adquisición de un número indeterminado de aviones de combate rusos Su-32 (versión para exportaciones del Su-34). La noticia resulta especialmente llamativa por la proximidad que Jordania mantiene en los últimos años con Estados Unidos, país que desde 2011 le ha suministrado una de cada cuatro armas que ha comprado al extranjero.
El diario moscovita Kommersant cita a dos ejecutivos de la industria aérea rusa al revelar las consultas iniciadas por Jordania para la posible compra de un pequeño lote de estos cazas. Uno de ellos muestra la esperanza del sector en el país porque ese “interés se convierta en las negociaciones en el futuro próximo”.
Las posibilidades de que esas acciones cuajen en un contrato se ven reducidas por la querencia jordana hacia las adquisiciones en Estados Unidos y por la inestabilidad que atraviesa el país, de acuerdo con el periódico ruso.
Entre 2011 y 2015 Jordania ha adquirido a Washington el 25,7 por ciento del valor de sus importaciones de material militar. En cambio, durante el mismo periodo, las compras a Rusia han supuesto poco más del 9 por ciento y solo se concentran en dos años, los más lejanos. Desde 2012 no se han vuelto a registrar suministros rusos a Jordania.
Los Su-34 son aparatos biplazas en los que los tripulantes se sientan uno junto al otro. A diferencia de los antiguos Su-24 se trata de aviones con ucapacidad de defensa propia aire-aire, lo que le exime de tener que operar acompañado de cazas para hacer frente a combates aéreos
Cada ejemplar está dotado de un cañón Gryazev-Shipunov GSh-301 de 30 milímetros y de doce puntos de anclaje para portar hasta ocho toneladas entre bombas, cohetes y misiles o, en su caso, tanques de combustible externos, contenedores de reconocimiento y sistemas de contramedidas electrónicas. Su alcance llega a los 4.000 kilómetros, si bien su radio de combate es de algo más de 1.100 kilómetros, y la velocidad máxima a la que puede volar es de Mach 2.5 (2.200 kilómetros por hora). Su velocidad de crucero a nivel del mar es de Mach 1.8 (1.900 kilómetros por hora).
Se trata de uno de los modelos que han participado en los bombardeos que Rusia emprendió hace unos meses en Siria, lo que le ha permitido demostrar sus éxitos tácticos. En esta línea, Kommersant adelantó a finales del mes pasado que las posibilidades de exportaciones de aeronaves de combate, entre otro armamento ruso, se han incrementado tras la intervención de Moscú en Siria. En aquella información, de la que Infodefensa.com se hizo eco entonces, se cifraba en entre 6.000 millones y 7.000 millones de dólares el volumen de ventas impulsadas por esas operaciones.
Anteriormente el fabricante aeronáutico Sukhoi anunció que este 2016 esperaba que se marcase un punto de inflexión en sus ventas internacionales.
Por otra parte, la agencia estatal rusa Sputnik destaca que Amán ya negocia con Moscú la venta de helicópteros de transporte Mi-26 y que también existen posibilidades de que acabe adquiriendo helicópteros Mi-17, Ka-32A11VS y Ka-226T.
Imagen:Sukhoi
Anteriormente el fabricante aeronáutico Sukhoi anunció que este 2016 esperaba que se marcase un punto de inflexión en sus ventas internacionales.
Por otra parte, la agencia estatal rusa Sputnik destaca que Amán ya negocia con Moscú la venta de helicópteros de transporte Mi-26 y que también existen posibilidades de que acabe adquiriendo helicópteros Mi-17, Ka-32A11VS y Ka-226T.
Imagen:Sukhoi
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