Las negociaciones habrían fracasado debido a la letra chica del acuerdo acercado al Reino Unido. También contó cómo una kelper se burló del ex canciller Guido Di Tella
El ex secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido Malcolm Rifkind reveló que en 1997, el entonces canciller argentino, Guido Di Tella –hoy, fallecido–, le propuso que las Islas Malvinas fueran "independientes" de ambos países, aunque aclaró que las negociaciones fracasaron porque "la letra chica decía que el vice gobernante tenía que ser argentino".
De acuerdo a su relato, el ex funcionario británico mantuvo dos reuniones con el hombre que ocupó el Palacio San Martín entre 1991 y 1999: la primera, en la ciudad misionera de Iguazú, y la segunda, en la residencia oficial de la Secretaría de Asuntos Exteriores en el distrito inglés de Chevening.
"Uno de los encuentros fue más romántico. Fue en la frontera argentino-brasilera, en las Cataratas del Iguazú. Él me dijo: '¿Cruzarías la frontera hacia la Argentina para almorzar conmigo?'", contó el ex secretario, que estuvo bajo las órdenes del primer ministro John Major.
Respecto del encuentro llevado a cabo en Chevening en 1997, el escocés rememoró que le sugirió a Major que informara de la reunión a su antecesora en el número 10 de la calle Downing, Margaret Thatcher.Según sostuvo Rifkind, al enterarse de la intención argentina, la referente del Partido Conservador se mostró "totalmente relajada", aunque reclamó la presencia de los consejeros isleños.
Durante la presentación de sus memorias Poder y pragmatismo, Rifkind afirmó que lo que quería Di Tella "era proponer que las Islas Malvinas deberían dejar de ser una colonia británica, pero tampoco pasar a ser parte de la Argentina, por lo que se convertirían en independientes".
Uno de los puntos que establecía el acuerdo que acercó Di Tella establecía que las autoridades asentadas en Londres debían hacerse cargo de la defensa del archipiélago del Atlántico Sur en caso de hostilidades hacia el territorio.
Sin embargo, la propuesta no fue bien vista porque "la letra chica exigía un vicegobernante argentino, lo cual habría significado soberanía compartida", publicó el diario inglés Standard al informar sobre los dichos de Rifkind.
"Dijimos: 'Lo sentimos. Eso no va a suceder'", contó el ex secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido entre 1995 y 1997.
El escocés recordó, además, que una vez concluido el encuentro en Chevening, una de las consejeras isleñas le dio al entonces ministro de Relaciones Exteriores y Culto argentino una foto de su casa en Malvinas y se burló de él. "Esta es la única parte de las Malvinas que vas a tener", sentenció.
La propuesta de Di Tella fue diseñada en el marco de la "política de seducción" que el Gobierno de Carlos Menem llevó adelante con los kelpers. Aquella estrategia había incluido en diciembre de 1998 el envío de 600 libros de cuentos del personaje Winnie the Pooh y una carta adjunta, en la que el entonces canciller trataba a los vecinos de Malvinas de "querido isleño" y aseguraba que esas historias infantiles "llenas de calor, simplicidad e ingenio pueden ayudar a construir un sentido de familia" entre el archipiélago y la Argentina.
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