El Concurso Innovar 2016 otorgó una distinción a la plataforma LabOSat, desarrollada por un grupo interinstitucional que integra el INTI
Con el fin de realizar experimentos y estudiar el comportamiento de dispositivos electrónicos en ambientes hostiles, un grupo de investigadores argentinos desarrolló un laboratorio portátil multipropósito llamado LabOSat (abreviación de Laboratory On Satellite). El trabajo fue premiado en la categoría “Nuevas Tecnologías en Investigación Científica” del concurso Innovar 2016 del Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva (MinCyT), entre mil quinientos proyectos presentados.
“El laboratorio es una plataforma electrónica liviana que mide aproximadamente 10 centímetros por 10 centímetros, lo que permite su fácil traslado. Fue diseñado para soportar condiciones extremas de temperatura, presión y radiación, presentes en contextos como satélites, centrales nucleares o pozos petroleros”, detalla Luciano Patrone del Centro de Micro y Nano Electrónica del Bicentenario del INTI (CMNB), área que participó del desarrollo junto con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Universidad Nacional de General San Martín (UNSAM) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
A 500 kilómetros de la Tierra
Desde mayo, las plataformas LabOSat se encuentran dentro de los satélites Fresco y Batata, en una órbita LEO (Low Earth Orbit) a 500 kilómetros de la superficie de la Tierra. Estos dispositivos —antes llamados MeMOSat— están ensayando el comportamiento de memorias de tipo no volátiles (memristores), y midiendo tanto transistores como la radiación ionizante.
La plataforma fue diseñada por investigadores argentinos de diversas disciplinas. "Está conformada por dos películas metálicas con un óxido entre medio de unos 20 nm de espesor, donde la información se almacena como un cambio en la resistencia eléctrica de esta tricapa. Envía información sobre el estado de los dispositivos desde los satélites lo que permite estudiar su comportamiento en estos ambientes hostiles”, explica Federico Golmar del CMNB, coordinador del Proyecto.
Los técnicos programaron diferentes rutinas de testeos, que se han ido ejecutando correctamente hasta el momento y continuarán en actividad durante toda la vida útil de los satélites (que se estima en tres años). Esta participación permite afianzar la tecnología, probar nuevos materiales y tecnologías, recibir información, verificar que funcionen los parámetros elementales y estudiar las variaciones sufridas por los dispositivos de la plataforma.
A fin de año una nueva plataforma LabOSat volará en el próximo satélite Milanesat de la empresa nacional Satellogic. El lanzamiento permitirá realizar un nuevo testeo de la plataforma y agregar dosímetros externos, de esta forma se podrán medir las radiaciones recibidas en distintas partes del satélite. “Estas memorias tienen un alto potencial por ser versátiles para mediciones en diferentes ambientes hostiles, más allá del espacial”, concluye Liliana Fraigi, directora del CMNB.
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