El Gobierno argentino destinará más de 275 millones de euros para la compra de 12 (se habían solicitado 24) aviones de entrenamiento T-6 Texan –que servirán también para vigilar la frontera Norte- y 4 de transporte mediano Airbus DS C295 para la Fuerza Aérea y la Marina y reparación de material en 2017, parte a través de créditos, mientras se proyectan otras inversiones.
En medio de la necesidad de ajustar gastos, la Administración de Mauricio Macri tiene, como venimos informando, un plan plurianual de recuperación de la capacidad militar para las Fuerzas Armadas. En los próximos tres años, hasta 2019, se pagarán hasta 920 millones. El ministro de Defensa, Julio Martínez, tiene previsto hacer las compras con financiación externo y negocia tasas del 3 por ciento, tanto de bancos, como de proveedores del exterior.
Si el Presidente le autoriza más endeudamiento, las inversiones podrían llegar a cerca de 1.880 millones en 2019, con buques oceánicos y polares y decenas de vehículos de combate blindados, si bien esta posibilidad está más lejana. Tenemos que recuperar la capacidad militar. En los 12 años de ‘kirchnerismo ‘se perdió equipamiento, logística y entrenamiento. Y hay una decisión del presidente de recuperar el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, dijo Martínez. Para diseñar el presupuesto 2017, las Fuerzas Armadas presentaron al Tesoro pedidos de endeudamiento para vehículos, aviones y buques de diverso tipo por 2.400 millones, en un plan hasta 2019. Pero las necesidades económicas determinaron que Macri autorizara gastos por 920 millones para los cuatro años de mandato: más de 600 millones con financiamiento externo para nuevos aviones y 315 millones presupuestados (recursos propios) para mantenimiento de material aeronáutico en ese periodo.
Para las compras de aviones se pagarán el año próximo 216 millones con deuda y para el mantenimiento se ejecutarán 59 millones: un total de 275 millones. De todos modos, altas fuentes del Ministerio de Defensa confiaron que Macri podría autorizar en estos cuatro años algunas compras más: decenas de vehículos de combate blindados a rueda y buques oceánicos y polares, que sumarían otros 955 millones. Para el año próximo está presupuestada una partida de cerca de 185 millones a cuenta de los futuros cuatro años, para el caso que se autorice, pero lo más probable es que se use parcialmente o no se utilice. La prioridad será la Fuerza Aérea. Los aviones de entrenamiento se financiarían a seis años y en 2017 se ejecutaría la primera cuota de 29 millones de euros.
Además, la Fuerza Aérea Argentina comprará 2 aeronaves de transporte de tropas de mediano alcance Airbus DS C295 con créditos a tres años. Se presupuestaron 85 millones para 2017 y 225 millones hasta 2019. La Armada, por su parte, adquirirá un avión idéntico a estos últimos y otro similar, pero en la versión de patrulla marítima, mejor equipado. Tendría financiación del BBVA y se pagarían 100 millones el año próximo y 200 millones para 2019. El mantenimiento aeronáutico, con recursos propios, demandará cerca de 60 millones el año próximo y 316 millones hasta 2019. Para mantener las aeronaves en horas de vuelo habrá 6,3 millones y 20,5 millones hasta 2019.
No se autorizó finalmente la compra de 12 cazabombarderos Mirage, para lo cual se habían pedido más de 82 millones al Tesoro y se negociaba con oferentes de Estados Unidos, Europa, China e Israel. El ministro Martínez, sin embargo, no descarta una autorización presidencial para nuevas inversiones por 960 millones en estos tres años: vehículos blindados de combate sobre ruedas por 240 millones, un patrullero oceánico multipropósito OPV por 440 millones, un buque polar por 200 millones y un buque multipropósito por 77 millones. Si esto prospera, en el presupuesto 2017 hay una partida de 185 millones a la espera de la autorización, pero sólo se usará si hay una venia del Tesoro. Por otra parte, el rompehielos Irízar espera el dragado para salir del puerto del complejo Tandanor a navegar y a hacer pruebas de motores.
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