El nuevo bombardero chino H-20 va camino de convertirse en un avión furtivo de nueva generación, si bien no en un futuro inmediato.
China aún no ha desarrollado un bombardero propio de largo alcance. Sin embargo, tanto el gigante asiático como el mundo "deben ser pacientes" y esperar a que el H-20 sea lanzado, indica el contralmirante Yin Zhuo.
El H-6 —bombardero actual en servicio del Ejército Popular de Liberación, que toma como modelo el Tu-16 soviético de décadas atrás— carece de la capacidad de alcanzar objetivos a gran distancia. Es por eso que China está a la búsqueda de un nuevo avión que sea capaz de igualar al B-2 Spirit estadounidense. Northrop Grumman sacó a la luz el primer B-2 en 1989 y la corporación armamentista se encuentra ahora en pleno desarrollo del B-21 Raider, un bombardero de largo alcance de nueva generación
Los críticos señalan que, con su nuevo modelo de nave, China se apega a la estrategia tradicional de aprovecharse de las tecnologías más avanzadas desarrolladas por otros países para alcanzar las más altas cotas de diseño. Edward Snowden filtró en 2015 documentos que sugieren que China robó las fichas técnicas del caza de 5a generación estadounidense F-35. La agencia de noticias china Xinhua afirma, por su parte, que el nuevo bombardero H-20 aprovecha las tecnologías implementadas en el programa de desarrollo de otra nave china: el caza furtivo J-20, análogo del Lockheed F-22 estadounidense o el Sukhoi PAK FA ruso.
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