Japón y el Reino Unido concluirán este año en curso la fase preliminar para la fabricación de un misil aire-aire de nueva generación, reveló un diario nipón.
Según dio a conocer el martes el periódico Sankei, Londres y Tokio iniciaron en 2014 un proyecto conjunto para construir el misil aire-aire, denominado JNAAM—basado en un misil Meteor de producción británica, alemana y francesa—; sin embargo, pese a tener gran alcance, el misil aun registra problemas relacionados con la puntería.
Para resolver la falla, agregó el diario, los ingenieros japoneses planean dotar al misil de una ojiva de radiolocalización del misil Mitsubishi AAM-4, circunstancia que constituiría un salto cualitativo en las características del proyectil
Los japoneses y los británicos están desarrollando un nuevo misil para superar a los estadounidenses”, ha declarado un experto militar.
De acuerdo con varios expertos, Japón y el Reino Unido intentan finalizar este año en curso la fase preliminar de este misil a fin de aumentar sus capacidades ante los misiles estadounidenses.
"Los japoneses y los británicos están desarrollando un nuevo misil para superar a los estadounidenses”, declaró el experto militar Konstantín Sivkov, en una entrevista concedida a la agencia rusa de noticias Sputnik.
Por su parte, otros expertos destacaron que el Gobierno japonés busca aumentar el alcance de los misiles para atacar con mayor eficacia a los cazas de un enemigo potencial e imponerse en una batalla aérea en caso de conflicto con otros países, entre ellos China
"Desde 2010, Japón fabrica misiles AAM-4B con un alcance de hasta 120 kilómetros, que están equipados con un sistema de puntería activo. Los misiles más novedosos del enemigo más probable de Japón son inferiores a los misiles japoneses. El Tien Chien II chino es un sistema de radiolocalización infrarrojo pasivo y tiene un alcance de hasta 60 kilómetros", comentó el politólogo Dmitri Verjoturov.
Japón ha decidido reforzar su capacidad militar por el agravamiento de su disputa con China a partir de 2012, cuando Tokio decidió nacionalizar las islas deshabitadas, llamadas Senkaku, en japonés (Diaoyu, en chino), en el mar de la China Meridional, una medida que indignó a Pekín.
Además de mantener disputas territoriales en estas isletas, China y Japón se enfrentan a serios problemas en el mar del Sur de China. Pekín reclama como suyo casi un 90 % del territorio en litigio en las citadas aguas, en especial las islas Spratly.
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