El 25 de enero Raytheon y Leonardo anunciaron que habían decidido no seguir adelante con su alianza para participar en el programa del nuevo avión de entrenamiento avanzado de la USAF, más conocido como T-X.
El equipo formado por las dos empresas había estado diseñando el demostrador T-100, basado en el entrenador avanzado Leonardo M-346. Sin embargo, como se explica en el comunicado de prensa que han lanzado ambas empresas, han sido: “incapaces de alcanzar un acuerdo comercial que sea del mejor interés de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos”. Esto dejará el Programa T-X reducido a únicamente tres competidores principales: Lockheed Martin, Boeing y Northrop Grumman.
La retirada de ambas empresas será además un notable contratiempo para algunas de las empresas subcontratadas y algunos proveedores como ACAE, que había entregado ya los sistemas de entrenamiento basados tierra para el prototipo y esperaba un jugoso contrato de ganarse el concurso
El anuncio, que ha sido toda una sorpresa, pues era uno de los candidatos con más posibilidades de hacerse con la victoria en un concurso multimillonario, parece haber sido la consecuencia de una serie de diferencias entre ambas empresas relacionadas con el reparto en cuanto a la construcción de cada componente. Se entiende que no han llegado a un acuerdo sobre qué partes sería fabricadas por cada empresa y cuáles lo serían además en instalaciones de Estados Unidos y de Europa.
La retirada de ambas empresas será además un notable contratiempo para algunas de las empresas subcontratadas y algunos proveedores como ACAE, que había entregado ya los sistemas de entrenamiento basados tierra para el prototipo y esperaba un jugoso contrato de ganarse el concurso
El anuncio, que ha sido toda una sorpresa, pues era uno de los candidatos con más posibilidades de hacerse con la victoria en un concurso multimillonario, parece haber sido la consecuencia de una serie de diferencias entre ambas empresas relacionadas con el reparto en cuanto a la construcción de cada componente. Se entiende que no han llegado a un acuerdo sobre qué partes sería fabricadas por cada empresa y cuáles lo serían además en instalaciones de Estados Unidos y de Europa.
Por otra parte, parece también que han existido roces relacionados con el precio, siendo en este caso Leonardo la responsable del desencuentro al no estar dispuesta a mejorar la oferta y rebajar el precio ordinario del M-346 que ronda los 25 millones de dólares por unidad. Por su parte, Raytheon presionaba para rebajar esta cantidad y partir así con más opciones de victoria en el concurso para el Programa T-X.
T-X es el mayor programa de aviones de entrenamiento de cuantos están llevándose a cabo, con una cantidad inicial del orden de 350 aparatos, cantidad esta que podría llegar a duplicarse en el futuro y a la que además han de sumarse los numerosos equipos asociados, el mantenimiento, los recambios, etcétera.
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