También denominadas, según GlobalSegurity.org, como armas volumétricas, esta tecnología militar, genera una eficaz disuasión contra países con ejércitos más poderosos que el agredido, y sobre todo, puede garantizar lo que todos queremos: la paz en el mundo.
Constantemente, el azote de la guerra se cierne sobre los habitantes de la tierra. Voy a explicarte por qué estos misiles pueden hacer que muchos países respiren tranquilos:
1. Destrucción masiva en un solo punto
La principal característica que poseen y los hace muy eficaces, es la capacidad de proporcionar un efecto de calor y presión masiva, con una gran precisión en un solo punto, garantizando la completa eliminación del blanco.
Estos proyectiles se dividen en dos categorías: Explosivos termobáricos y FAE (combustible-aire).
Los explosivos termobáricos funcionan de la siguiente manera: Constan de un monopropelente que detona de forma muy similar al TNT, quemándose en el aire a una velocidad récord, creando una bola de fuego intensa y de una gran presión.
Los FAE funcionan de forma similar pero, el proyectil está lleno de combustible en forma de gas o líquido, que en contacto con el aire genera una "nube ardiente", que se expande por todos lados, y produce una sobrepresión que elimina al objetivo.
Las ventajas principales que proporcionan estas armas son:
— La munición termobárica es muy eficaz en terrenos urbanos, montañas, fortificaciones etc.. Como ejemplo tenemos el caso de Rusia, en el Cáucaso Norte, con el sistema TOS-1 Buratino.
— No contaminan el medio ambiente como pueden hacerlo las armas nucleares o químicas.
— Son relativamente baratas y solo son superadas en potencia por las cabezas nucleares tácticas por lo que es una defensa eficaz contra un enemigo superior.
— Son muy precisas y para el comandante de una fuerza armada es una opción muy versátil, abriendo nuevas alternativas en el campo de batalla, sobre todo en escenarios de gran complejidad.
— Dada su capacidad de destrucción hace que un enemigo, aunque sea más fuerte que el defensor, se lo piense dos veces antes de atacar.
2. Sumadija"Destructor de ciudades"
Hace unas semanas en la Feria IDEX 2017 (feria de seguridad pública y armamento celebrada en Abu Dhabi), Serbia presentó esta innovadora arma, Sumadija.
Es un cohete de clase tierra-tierra, con ojivas termobáricas y de fragmentación, capaz de destruir blancos en un radio de hasta 300 kilómetros. Elaborado por las compañías serbias Yugoimport SDPR y Edepro, el especialista Miroslav Lanzanski, señaló que esta arma era "lo que le faltaba a Serbia para prevenir una eventual participación de estados regionales", refiriéndose a una posible agresión que se pudiera realizar contra su país.
La capacidad de destrucción del misil es tal, que ha sido bautizado como "el destructor de ciudades". Un arsenal de cohetes semejante ayudaría a proteger a un país acosado por una potencia superior.
3. Iskander "La pesadilla de la OTAN"
Este sistema de misiles tácticos, que pueden portar ojivas termobáricas, al que el experto Valentin Vacilescu, le ha dado el sobrenombre de "pesadilla de la OTAN" es un arma letal.
Esto se debe a su enorme precisión que garantiza la destrucción del objetivo. Es casi imposible de localizar y derribar ya que vuela muy rápido, alcanza hasta casi 5000 kilómetros y a muy baja altitud, con un recubrimiento nanoestructurado, que lo hace muy difícil de localizar por los radares enemigos.
Los sistemas antimisiles adversarios (como las baterías Patriot) no pueden interceptar estas armas.
Si se une su indetectabilidad, con la potencia de la munición termobárica, hace que la destrucción del objetivo adversario sea inevitable.
4. TOS-1 Buratino "Tormenta Infernal"
.
Es un sistema de lanzamisiles montado en la estructura de un T-72 equipado con misiles de un calibre de 220 milímetros con munición termobárica o incendiaria
Es un sistema de lanzamisiles montado en la estructura de un T-72 equipado con misiles de un calibre de 220 milímetros con munición termobárica o incendiaria
Sus misiles cargados de líquido inflamable tienen poco alcance (máximo 6 kilómetros) pero su efecto es devastador.
Cuando impacta la ojiva termobárica genera una "niebla incendiaria" de 2000 grados de temperatura, produciendo quemaduras letales en los seres vivos e incinerando los equipos y edificaciones enemigas.
Pero el calor infernal no es único efecto, la sobrepresión producida crea un vacío de oxígeno, que acaba con los pocos adversarios que hayan podido cubrirse de las llamas.
Los equipos e instalaciones que consigan resistir el impacto quedan inutilizados completamente, debido al daño que sufren por la combinación de altas temperaturas junto con una elevada presión.
No existe sistema en el mundo que iguale las capacidades únicas del Buratino en la destrucción de fortificaciones, trincheras y defensas enemigas.
En tiempos de guerras y conflictos como los que vivimos, las armas termobáricas pueden garantizar la seguridad de los supuestamente "débiles" contra los abusos del "fuerte".
No hay comentarios:
Publicar un comentario