El almirante Srur suspendió al jefe de Puerto Belgrano y cuatro contralmirantes pidieron su pase a retiro en solidaridad con él el ministro de Defensa dijo que les aceptará la renuncia.
En una crisis inédita en la historia de la fuerza, el jefe de la Armada, almirante Marcelo Srur, suspendió a un alto oficial naval debido a una "falta de disciplina" relacionada con la pelea interna que abrió el sumario por la tragedia del submarino ARA San Juan, desaparecido hace 27 días.
Se trata del comandante de Adiestramiento y Alistamiento Naval, contraalmirante Luis López Mazzeo, quien tiene base en Puerto Belgrano. Antes de esta crisis, López Mazzeo era quien mejor había salido calificado por la Junta Superior de Calificaciones de la Armada entre los candidatos a suceder a Srur.
El actual jefe de la Armada le abrió una “actuación militar” a López Mazzeo por "negarse a firmar documentos vinculados" al retraso en informar a instancias superiores que el submarino había perdido contacto con tierra el 15 de noviembre, señalaron fuentes militares.
La tardanza implicó a varias líneas de oficiales, en la medida que Srur debería haber informado más rápido sobre lo que estaba ocurriendo con el ARA San Juan al ministro de Defensa, Oscar Aguad, que estaba en Canadá en una misión oficial. Una actuación militar no es una medida tan grave como un sumario, pero ambas están contempladas en el código de disciplina militar. La suspensión de López Mazzeo durará mientras esté abierto el sumario, pero por la crisis que se abrió seguramente terminará con el pase a retiro del marino.
En solidaridad con López Mazzeo, "pidieron el pase a retiro los comandantes de la Aviación Naval, contralmirante Gustavo Vignale; de la Infantería de Marina, contraalmirante Bernardo Noziglia y de la Flota, contraalmirante Rafael Pietro; además del Jefe de Mantenimiento", según fuentes militares consultadas por Clarín. Estos comandantes consideraron “injusto” que López Mazzeo tenga que hacerse responsable por la crisis del San Juan. La suspensión de López Mazzeo había ocurrido el viernes pasado, pero recién se conoció ayer.
La única respuesta del Gobierno y de la Armada frente a esa crisis de proporciones provino de boca de Aguad, “No toleraremos la indisciplina" y advirtió que "a los que pidieron el retiro se lo daremos".
El pedido de pase a retiro de cuatro contraalmirantes en solidaridad con López Mazzeo es una medida inédita en la historia naval. En una estructura tan rígida donde un reclamo hecho por dos militares a la vez se lo puede considerar un motín.
La decisión de Srur dejó a la Armada sin los tres jefes operativos más importantes, quienes seguramente, por una cuestión de calificaciones y promociones, iban a constituir la nueva cúpula naval. Esos tres hombres eran claves frente a los cambios que planea el Gobierno, tras la enorme repercusión que tuvo la tragedia del San Juan, que dejó al desnudo la falta de presupuesto y de equipamiento moderno de la fuerza.
Los cuatro altos oficiales que pidieron el pase a retiro fueron citados ayer en forma urgente para hablar con Srur en el edificio Libertad. No se sabe qué conversación tuvieron.
Aguad quería que Prietro reemplace a López Mazzeo para amortiguar la crisis, pero según las fuentes militares, hasta ayer el mediodía “el primero mantenía su pedido de pase a retiro”.
Ayer, cuando se conocía esta información, la Marina anunciaba por primera vez la postergación de la rueda de prensa habitual sobre las tareas de búsqueda del submarino que da el vocero Enrique Balbi, aunque se informó que más allá de esta crisis interna el operativo de búsqueda del San Juan continuará.
La pelea interna se relaciona con la disputa por determinar quiénes se harán cargo política y judicialmente de la tragedia del ARA San Juan, que viajaba rumbo a Mar del Plata con 44 tripulantes cuando el 15 de noviembre tuvo el último contacto radial con tierra. El sumario en la Armada será una prueba clave para la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yañez quien investiga si hubo responsabilidades penales en la tragedia.
El ministro de Defensa apoya al jefe de la Marina, quien iba a pasar a retiro a fin de año, al menos según se sabía hasta que desapareció la nave. Aguad iba a pasarlo a retiro junto a los jefes del Ejército y de la Fuerza Aérea, de acuerdo a fuentes oficiales. El único que iba a ser confirmado era al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Bari del Valle Sosa. Incluso, algunas fuentes dicen que estas propuestas habían llegado a manos del presidente Mauricio Macri.
“Si bien Aguad y Srur se conocieron hace tres meses, construyeron una muy buena relación y se tienen confianza”, afirmó una fuente del Gobierno a Clarín. Srur había sido impulsado a la comandancia por el ex secretario de Defensa, Ángel Tello, durante la gestión del ex ministro del área y actual senador de Cambiemos Julio Martínez.
Hace una semana, Aguad había aceptado el pedido de pase a retiro del comandante del Área Naval Atlántica, Gabriel González, quien fue el primero en dar la cara ante los familiares de los 44 tripulantes en la base de Mar del Plata. “González habló con Srur y adujo razones personales”, explicaron las fuentes del Gobierno.
Según las fuentes, el sumario apunta primero al comandante de la Fuerza de Submarinos, capitán de navío Claudio Villamide, quien era el jefe directo del comandante del ARA San Juan, capitán Pedro Martín Fernández. En el sumario se reconstruye paso a paso qué sucedió entre el 14 y el 15 de noviembre, cuando ocurrió el contacto final.
Dos fuentes oficiales le restaron ayer importancia al registro de las últimas ocho llamadas satelitales, en concordancia con lo que dijo el portavoz Balbi, la semana pasada.“Cada vez que el submarino sale a superficie, se conecta con el satélite. Algunas pueden ser conexiones automáticas, otras de voz y otras de datos”, explicó uno de los militares. Un problema es que “las llamadas no se graban porque son secretas”.
A criterio de las fuentes del gobierno, lo más importante de las llamadas es que demuestran que el submarino “estuvo a nivel de periscopio” desde las 23 del 14 de noviembre hasta las 8 del 15. Es decir que estaba a 17 o 18 metros de la superficie, mientras arriba acontecía un fuerte temporal.
“Estaba a nivel de periscopio porque se activaron las llamadas al satélite, de lo contrario era imposible”, agregaron. No se sabe si, simultáneamente, había sacado el esnórquel antes de que anunciara por radiofrecuencia que iba bajar a mayor profundidad para hacer las reparaciones.
La clave está en los chequeos que se tienen que hacer al submarino -al igual que a los aviones- antes de partir. La discusión de Srur con sus subordinados por señalar qué fue más relevante, si el retraso en informar sobre la pérdida de comunicación o el mantenimiento del submarino, no es solo una cuestión técnica. En el primer caso "López Mazzeo queda más expuesto, y en el segundo, Srur", a criterio de las fuentes militares. De todos modos, si no se logra localizar y fotografiar al San Juan no habrá pruebas concretas de las causas del accidente.
El ARA San Juan tuvo una verificación de 48 horas en la base de Mar del Plata el 25 de octubre, antes de arrancar su última misión. Y cuando volvió del ejercicio de tiro en la Isla de los Estados tuvo otro chequeo de 48 horas, como establece el protocolo. fue en Ushuaia, a cargo del capitán Fernández y los tripulantes. “No reportó novedades, excepto pequeñas averías”, afirmó la fuente.
Para comprobar este dato, el ministro Aguad habló en persona con el suboficial Humberto René Vilte, quien se bajó en Ushuaia para volver a Jujuy por una grave enfermedad de su madre.
El "tripulante 45" le aseguró al funcionario que “participó de las primeras 24 horas del chequeo y no hubo novedades, salvo pequeñas averías. Ninguna referida al esnórquel". "El submarino estaba en perfectas condiciones”, le dijo a Aguad.
Estos y otros indicios llevan a Defensa a abonar la teoría de la "crisis súbita e incontrolable".
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