Con el fin de que el personal esté en capacidad de adaptarse a técnicas y procedimientos de combate individual o conjunto, se llevó a cabo un cursillo aplicativo en el Regimiento de Infantería de Monte 30
La capacitación incluyó tres materias: Lucha cuerpo a cuerpo y defensa personal operativa; tácticas y estrategias de combate en localidades, y técnicas y práctica de primeros auxilios.
Primera etapa: combate cuerpo a cuerpo
El temario estuvo orientado a que el personal se capacitara en anatomía y fisiología para el combate, pilares fundamentales para la seguridad individual, además de analizar, planificar y resolver situaciones de conflicto. También se impartió instrucción en técnicas y procedimientos en espacios confinados, sometimiento o abordaje con reducción del enemigo, y combate con cuchillo, bastón de Cali, tonfa y armamento, entre otras.
Adquiridos estos conocimientos, los estudiantes participaron de un ejercicio, en el que debieron adaptarse a una situación de presión, reconociendo y reduciendo ataques de un supuesto agresor.
Como culminación de esta fase, el personal de cuadros ya capacitado tomó parte de una actividad de alto riesgo en diferentes ambientes, poniendo en práctica lo aprendido.
Segunda etapa: primeros auxilios
Días más tarde, los cursantes se desplegaron en el monte y áreas urbanas, aplicando técnicas de cuidados urgentes en situaciones de emergencia médica.
En el transcurso de la materia, los efectivos se adiestraron en tratamientos de heridos, traumas particulares y procedimientos para atender este tipo de casos, como ser extracción y evacuación de heridos empleando cuerdas, camillas rígidas y arneses individuales.
Tercera etapa: combate en localidades
Para finalizar con el cursillo, se proporcionó a los participantes el material necesario para que logren conducir con éxito a sus fracciones en técnicas de pasillo y escalera, recuperación de instalaciones militares y apertura de brecha con escopeta y explosivos. Además, se perfeccionaron en entrada dinámica y despeje de cuartos, avance rápido, cobertura y disparo a blancos móviles, entre otros.
Poniendo en práctica lo aprendido, los efectivos realizaron un ejercicio en la casa de fuego de la unidad, que comenzó con la apertura de brecha y despeje de cuartos, utilizando gas lacrimógeno y máscaras anti gas, y efectuaron pruebas de tiro con diferentes calibres.
Etapa final: ejercicio conjunto
A fin de evaluar el conocimiento obtenido, se llevó a cabo un último ejercicio, en el que algunos participantes aplicaron infiltración a través del monte con la intención de recuperar objetivos, mientras otros actuaban como enemigos.
Durante esta actividad, se pusieron en práctica técnicas de ataque y defensa con cuchillo y reducción del atacante. Rescate y evacuación de heridos por quemadura, fractura y heridas de arma de fuego.
Fuente:Ejercito Argentino
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