La industria aeroespacial y de defensa en vilo, buscan que el Estado no pode contratos estratégicos. El avión Pampa 3ª generación, radares militares y satélites son los contratos que movilizan un sector de alta especialización.
En la ciudad de Córdoba se debatirá sobre el futuro del sector aeroespacial en la Argentina. Empresas privadas de la Cámara Argentina Aeronáutica y Espacial (CARAE), ente organizador, junto a las estatales que son "tractoras" en este rubro como la Fábrica Argentina de Aviones (FadeA), el INVAP, Sociedad del Estado y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) alzarán la voz con un destinatario: el Gobierno nacional.
Empresarios y directivos de esos organismos estatales buscarán formas de continuar con el desarrollo tecnológico aeronáutico, espacial y de defensa en el marco recesivo generado por la crisis económica. Claman para que no se desfinancien, interrumpan o reduzcan los proyectos espaciales y aeronáuticos en marcha.
Los efectos del acuerdo entre la Argentina y el FMI, con el compromiso de ajuste fiscal movilizaron voluntades y mentes para evitar más recortes en un sector que por su especialización e insumos (la mayoría cotizados en dólares) necesita de fondos sostenidos.
El Congreso Internacional de las Industrias Aeronáutica, Defensa y Espacio (CIIADE) se llevará a cabo entre el 4 y 5 de octubre en el auditorio de la Universidad Tecnológica Nacional, regional cordobesa.
Los panelistas tratarán los siguientes temas; Capacidades y desarrollos tecnológicos de Argentina, Oportunidades de internacionalización y de integración comercial, Coyuntura política sectorial y por último, Formación de capital humano especializado.
En los primeros paneles está comprometida la presencia de los ministros de Industria, Comercio y Minería, y de Ciencia y Tecnología de la provincia de Córdoba. También funcionarios del Ministerio de Defensa. No estará el ministro Oscar Aguad; radical cordobés; en su representación se espera a Luis Riva, secretario de Investigación, Política Industrial y Producción del Ministerio de Defensa. Hay un panel especial para debatir sobre la necesidad de contar con legislación de compensaciones (Offset).
El Offset es una herramienta de negociación asociada a compras de gran volumen en el exterior, especialmente sistemas de armas (aeronaves, navíos, tanques, sistemas y equipos electrónicos complejos, etc ) que busca compensar al país que hace la compra, con beneficios como inversión extranjera, compra de bienes, transferencia tecnológica, contratos a empresas locales por servicios de mantenimiento y otros.
"Este mecanismo favorece la creación de empleos de alto valor agregado en el país de destino y empuja el desarrollo tecnológico de las empresas", afirmó una fuente de la CARAE."En ninguna de las contrataciones recientes de la Fuerza Aérea, por caso, la adquisición de 12 aeronaves Texan T-6C+, los helicópteros Bell 412 o el contrato de "pay per hour" de los 8 ultralivianos Tecnam se negoció offset. "La ausencia de una norma perjudica la posición nacional del sector", completó la fuente.
La capacidad instalada de estas Pymes especializadas puede dar respuesta. Javier Siman, presentador de la conferencia, CEO de DTA, una de las empresas de la CARAE que participa del programa de resolución de obsolescencias del IA-63 Pampa, desarrolló un conjunto esencial (yaw damper, amortiguador de guiñada) en reemplazo de uno extranjero discontinuado.
Otra cuestión a tratar en medio de la prioridad del Gobierno de reducir gasto es la continuidad del uso inteligente del poder de compra del Estado. El Invap se mira como modelo, creció con un 25 por ciento de exportaciones (venta de reactores nucleares de investigación) y un 75 de contratos con el mercado nacional.
Es una empresa estratégica con dimensión internacional que compite mano a mano con las grandes potencias nucleares como Estados Unidos, Francia o Alemania. En la actualidad los contratos de tecnología de punta que tiene Invap con el Estado son el reactor multipropósito de investigación RA-10 la puesta en funcionamiento de cinco centros de medicina nuclear en La Pampa, Río Gallegos, Pergamino, Comodoro Rivadavia y Ciudad de Buenos Aires; los satélites de observación Saocom; de inminente lanzamiento; y Sabiamar; la finalización de los radares de largo alcance y de dos radares móviles de alcance medio (150 millas), encargados por la Fuerza Aérea Argentina a fines de 2017 para vigilancia de la reunión del G-20. FAdeA, la planta estatal de aviones busca ése perfil aunque la Casa Rosada desde la ex oficina de Políticas Públicas que lideraba Gustavo Lopetegui impulsa invertir la ecuación; más venta a terceros y menos dependencia de contratos con el Estado.
FAdeA todavía tiene una aeronave diseñada, desarrollada, fabricada y se espera, sea comercializada por la propia empresa a clientes extranjeros. Antes tiene que resolver problemas de gestión y de proveedores, cumplir con el Estado y entregar a la Fuerza Aérea los 3 primeros Pampa producidos en serie de la versión III.
La interacción entre FAdeA y el grupo de Pymes con alta especialización tecnológica en el upgrade del IA-63 a la 3ª generación pone la diferencia entre tener una industria aeroespacial o maquiladora.
El 21 de setiembre pasado con la presencia de Graciela Villata, secretaria de Gestión Presupuestaria y Control del ministerio de Defensa, uno de esos aviones hizo la primera prueba en vuelo. Es la segunda aeronave construida matrícula E-824-; cumplió el vuelo con éxito.
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