Según el sitio U.S. Naval Institute (especializado en temáticas de poder naval) la Armada de los EEUU, después de más o menos una década de idas y vueltas, habría iniciado finalmente los trabajos tendientes a desarrollar un nuevo caza embarcadado: el primero en casi 20 años.
Se estableció una oficina para manejar el programa y se mantuvieron conversaciones tempranas con la industria. El objetivo es reemplazar a los F/A-18E/F Super Hornet y los EA-18G Growlers a partir del 2030.
El nuevo caza debe surgir de los resultados obtenidos por los estudios conceptuales que se realizan dentro del programa el Next Generation Air Dominance (Próxima Generación de Dominio Aéreo), o también conocido como F/A-XX.
El mismo fue encarado por la Armada en Enero del 2016 para desarrollar un sistema de armas de 6ta generación que complemente y, eventualmente, reemplace a la flota de Super Hornets.
F/A-18E Super Hornet, momentos antes del despegue.
El mismo fue encarado por la Armada en Enero del 2016 para desarrollar un sistema de armas de 6ta generación que complemente y, eventualmente, reemplace a la flota de Super Hornets.
F/A-18E Super Hornet, momentos antes del despegue.
A que apunta la Navy para su caza de 6ta gen?
El nuevo caza de sexta generación deberá reemplazar a los F/A-18E/F Super Hornet y los EA-18G Growlers en sus funciones, y complementar a los F-35C. Para ello, parece ser que los estudios estratégicos realizados hasta ahora apuntan a que el nuevo caza embarcado deberá ser rápido y tener gran alcance, dejando de lado el foco puesto hoy día en la baja detectabilidad.
Respecto a la velocidad, no hay un número establecido (al menos públicamente), pero es probable que estemos ante un diseño Mach 2 o superior. O en todo caso, debería ser más rápido que el 1.6 Mach de un F-35C.
Este diseño preliminar de la Boeing, viene con opción pilotada o sin piloto.
Respecto al alcance, hay un valor que sí es mencionado. La idea de la USNAVY es que su nuevo 6ta gen tenga un radio de acción de 1000 millas (1600 kms), frente a las 700 millas (1126 kms) de un F-35C.
La exigencia del aumento del alcance surge en respuesta a las nuevas amenazas para las fuerzas de portaaviones, que representan, principalmente, los misiles balísticos anti-buque chinos. Se trata de los misiles de la familia Dong Feng DF-21, DF-26, y ahora incluso los gliders hipersónicos DF-17
La nueva amenaza de las municiones hipersónicas, como estos DF-17. Rusos y chinos le llevan la ventaja a occidente en esta rama de la tecnología.
El nuevo caza de 6ta generación se desarrolla como parte de un sistema de combate (planteo análogo al de los europeos del programa tripartito FCAS), en el que la aeronave funciona dentro de una estructura organizada de plataformas con diferentes especialidades.
El F/A-XX deberá poder llevar internamente armamento de gran alcance, pero dada la necesidad de tener un gran radio de acción y una gran velocidad, no debería tener un gran volumen interno disponible para la bahía de armas. Por lo que seguramente será acompañado de drones de combate, para llevar la mayor parte de la carga bélica necesaria para la misión.
Así y todo, no se puede garantizar que el portaaviones quede fuera de todo peligro, pero depender solo del F-35 deja a la flota dentro del radio de acción de demasiados sistemas de misiles.
Los misiles balísticos con capacidad anti-buque que China desplegó en su territorio, presentan un mortal desafió para la Armada de los EEUU.
El futuro F/A-XX tomará varios de los aspectos positivos del F-35, como la fusión de datos de diferentes sensores y medios, pero mejorándolos por la adopción de las últimas tecnologías. Se incorporará más automatización de los sistemas, se mejorará la integración y presentación de los datos obtenidos por diversos sensores y fuentes externas. La computadora del avión se encargaría de volar la aeronave y gestionar los sistemas, y el piloto se irá transformando en el operario de esa computadora; liberándolo para poder llevar a cabo el análisis de situación y la toma de decisiones.
Problemas de tiempo, riesgos y dinero
Los F-18E/F parecen estar quemando horas de vuelo más rápido de lo anticipado. Por eso la USNAVY quiere que su sexta generación llegue lo antes posible, y están pidiendo que se acelere el programa.
Pero acelerar los programas, y sobre todo cuando se incorporaran nuevas tecnologías, implica mayores riesgos y costos. Por ejemplo, se tiene que desarrollar una nueva turbina para que la aeronave logre alcanzar las performances propuestas. Ese es uno de los tipos de tecnologías más complejas y desafiantes. No es casualidad que tan pocos países en el mundo puedan desarrollar sus propias turbinas de aviación de altas prestaciones.
Un diseño conceptual de un caza de 6ta generación, presentado por Lockheed Martin a la USAF.
Y la Armada no anda sobrada de dinero. Con lo cual acelerar el F/A-XX implica un gran desafío en 3 frentes; riesgo tecnológico, tiempos del proyecto y financieros. Un informe de enero de 2020 de la Oficina de Presupuesto del Congreso, estimó que el servicio podría gastar aproximadamente 67 mil millones para reemplazar la flota F / A-18E / F del 2032 al 2050 y U$S 22 mil millones para reemplazar a los Growlers. Tal vez la meta del 2030 sea un tanto optimista.
Fuente: https://news.usni.org
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