En junio se informó de que el programa llevaba más de un año de retraso y que las solicitudes de financiación para el año fiscal 2022 se habían reducido de 206 a 189 millones de dólares. El avión está destinado a sustituir al entrenador T-38 Talon actualmente en servicio en la USAF.
El proveedor sueco de defensa y aeroespacial Saab ha dicho que el programa T-7A, que junto con Boeing entregará un nuevo avión de entrenamiento a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF), podría alcanzar el Hito C a finales de 2022 antes de pasar a una producción inicial de baja velocidad (LRIP) más estable en 2023.
En junio se informó de que el programa llevaba más de un año de retraso y que las solicitudes de financiación para el año fiscal 2022 se habían reducido de 206 a 189 millones de dólares. El avión está destinado a sustituir al entrenador T-38 Talon actualmente en servicio en la USAF.
T-7A Red Hawk
El T-7A, antes conocido como T-X, es un programa clave para la USAF, que pretende sustituir al actual entrenador T-38 Talon. Boeing
Micael Johansson, director general de Saab, en una sesión informativa del 21 de julio sobre los resultados del segundo trimestre de la compañía, declaró que no se estaba trabajando en un nuevo calendario con Boeing sobre el programa.
"Como saben, se han mantenido conversaciones con la USAF y nuestro objetivo es cumplir el calendario original y, potencialmente, alcanzar el Hito C a finales de 2022, en lugar de lo que se había comunicado, a finales de 2023", dijo Johansson.
Johansson continuó diciendo que el programa pasará a una "producción inicial más estable" en 2023 y que la producción a pleno rendimiento tendrá lugar en "un par de años" después.
"Así que, entre 2024 y 2025, deberíamos alcanzar el ritmo que está relacionado con el contrato marco actual de unos 400 aviones para la USAF", detalló Johansson.
En cuanto a los resultados de la compañía en el segundo trimestre de 2021, se destacó que el rendimiento de las ventas del área de negocio de Aeronáutica había mejorado un 8% en comparación con el mismo periodo del año anterior, debido en parte al "alto nivel de actividad" del programa Gripen E/F tanto para Suecia como para Brasil. Sin embargo, los costes de amortización del programa GlobalEye ascendieron a 129 millones de coronas suecas (14,8 millones de dólares).
El beneficio estimado antes de impuestos (EBIT) del área de negocio aeroespacial se calculó en un 6,7%, por debajo del 8,4% registrado en el segundo trimestre de 2020, debido a los ajustes relacionados con el proyecto de la pandemia COVID-19 en el tercer trimestre de 2020 y la "aceleración" del programa T-7A.
En cuanto a los pedidos clave del 2.º trimestre, Saab se refirió al contrato de Desarrollo y Apoyo Futuro del Gripen C/D sueco y a la ampliación del programa de apoyo al Helikopter 15 con la Administración de Material de Defensa sueca (FMV).
El flujo de caja operativo del segundo trimestre fue de 3.100 millones de coronas suecas (357 millones de dólares) debido a los grandes pagos por hitos recibidos en el trimestre, y los responsables de la empresa señalaron que el segundo semestre podría tener "un flujo de caja más débil, incluso ligeramente negativo".
Fuente:https://www.airinternational.com
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