La campaña "Rapid Dragon" consiste en un palé de municiones que puede ser lanzado en paracaídas desde la parte trasera de un C-17 o C-130. Se trata de una carga de misiles que se lanzaría desde el palé.
¿Cómo funciona?
La Fuerza Aérea dice que ve a Rapid Dragon como un "sistema experimental de armas paletizadas autónomas". El experimento funcionará así: sólo hay que abrir la puerta de carga trasera de un C-17 o C-130 y empujar hacia fuera un palé de misiles roll-on/roll-off. El palé sale por la parte trasera y el paracaídas se despliega.
Una vez que está a salvo del avión, el palé se endereza y lanza hasta 32 misiles. Los misiles serían probablemente misiles conjuntos aire-superficie de alcance extendido (JASSM-ER) de 2.000 libras.
Rapid Dragon: Hasta ahora todo va bien
El programa Rapid Dragon ha alcanzado la madurez con bastante rapidez. Gracias a una campaña de dos años con 24 millones de dólares, pasó del concepto a la prueba en sólo 10 meses. Las Fuerzas Aéreas realizaron las pruebas preliminares del concepto en julio sobre el campo de tiro de White Sands, en Nuevo México. El cuerpo utilizó un EC-130SJ y un C-17A durante ese vuelo de prueba.
El siguiente obstáculo será una prueba de fuego real con los JASSM-ER del EC-130SJ. La primera caja de paletas tendrá el tamaño necesario para albergar seis misiles para el C-130 o nueve JASSM-ER para el C-17. El palet puede ampliarse para transportar más misiles.
Aún no se han resuelto todos los problemas
La parte más complicada de Rapid Dragon es el lanzamiento de los misiles.
Los misiles tendrán que bajar después del lanzamiento y las narices apuntarán hacia abajo. Luego tendrán que autocorregirse y volar hacia arriba. Así que, de nuevo, este programa es todavía experimental. Es probable que la Fuerza Aérea tenga que ajustar la forma en que vuelan los misiles realizando extensas pruebas.
Aun así, Rapid Dragon es una idea impresionante y original. Las Fuerzas Aéreas tienen muchos aviones de carga enormes y muchos misiles. Las paletas parecen ser poco costosas. Los 24 millones de dólares gastados hasta ahora no son muchos. Pero conseguir que los misiles se corrijan es la mayor dificultad y el mayor riesgo. Un problema sería que los misiles fallaran al disparar y no obtuvieran la trayectoria correcta. Podrían lanzarse e ir directamente al suelo o al océano. Las pruebas con diferentes tipos de misiles se llevarán a cabo en 2022 y 2023.
Las Fuerzas Aéreas tendrían que averiguar quién sería el propietario y el comandante del programa si éste supera todos los obstáculos técnicos. ¿Sería un ala de carga o un ala de mando de combate? Parece que ambos tipos de mando estarían a cargo de un despliegue real. Probablemente, eso podría resolverse. El concepto en sí es muy interesante y demuestra que el Ejército del Aire está pensando de forma innovadora con los sistemas que ya tiene en lugar de diseñar un nuevo y costoso hardware.
Fuente:https://afresearchlab.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario