TOS-1A del Ejército ruso.
El TOS-1A de Rusia es un arma de guerra verdaderamente horrible por muchas razones:
El TOS-1A es un sistema de cohetes de lanzamiento múltiple (MLRS) utilizado para disparar artillería termobárica de superficie a superficie. Su ojiva se conoce como "bomba de vacío", que, tras la explosión, dispersa los productos químicos en aerosol.
Estos productos químicos se encienden, lo que resulta en una gran explosión, con la gran bola de fuego química creando una onda de choque de alta presión que crea un vacío de presión. Este vacío luego extrae aire de alrededor de la explosión creando un "efecto de desgarro" y haciendo que las llamas sean más grandes y más calientes. Este "efecto de desgarro" puede ser devastador para los humanos en el área, creando un trauma mortal para los órganos internos.
Sin embargo, parte de lo que hace que el arma sea eficaz es que, antes de detonar su nube química, los propios productos químicos, por ser gaseosos, son capaces de rodear y hacer vulnerables incluso a los objetivos más duros. La temperatura de la bola de fuego resultante oscila entre los 2.500 y los 3.000 grados centígrados.
A pesar de no estar prohibida por el derecho internacional, el arma es bastante horripilante y plantea interrogantes en torno a los objetivos civiles, especialmente si se utiliza en lugares en los que la infraestructura militar está incrustada con la civil.
Desde que se desarrolló en la Unión Soviética en los años 80 y 90, no ha cambiado mucho el sistema TOS-1. Los 24 lanzacohetes se cargan en un chasis de tanque T-72, lo que hace que las armas sean móviles. La variante más reciente, el TOS-1A, amplía el alcance del arma de 6 a 10 kilómetros. También contiene un ordenador balístico mejorado.
El TOS-1 fue utilizado por primera vez por el ejército ruso en sus campañas en Chechenia. Desde entonces ha sido utilizado por el ejército iraquí en 2014 en las campañas contra el Estado Islámico, así como en las campañas de contrainsurgencia sirias y rusas. Además de los informes de que Rusia empleó el arma con efectos devastadores en Ucrania, el TOS-1A también se utilizó en el conflicto de Nagorno-Karabaj entre Armenia y Azerbaiyán en 2020.
Todavía no está claro qué resultado tendrá el uso del arma por parte de Rusia en Ucrania. Muchos comentaristas han señalado que su capacidad destructiva puede hacer difícil, si no imposible, evitar los objetivos civiles. A diferencia del uso ruso de las municiones de racimo, el problema es la discriminación entre combatientes y no combatientes, una característica clave de las leyes que regulan la conducta de la guerra.
Lanzamiento del cohete TOS-1. Crédito de la imagen: Creative Commons.
TOS-1 en Ucrania Imagen: Creative Commons.
Sin embargo, con su gran capacidad para despejar fuerzas bien atrincheradas, es poco probable que Rusia y otros poseedores del TOS-1A lo abandonen pronto. A pesar de su impacto devastador, esta arma se diferencia de las municiones de racimo en que no deja un peligro adicional en el futuro tras sus pasos. Es sólo una enorme explosión que absorbe oxígeno.
Fuente:https://www.19fortyfive.com
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