El misil, que cayó en el óblast de Kherson y no llegó a alcanzar su objetivo, fue derribado con éxito por un potente sistema de interferencia radioelectrónica.
Al chocar con la zona del sistema de guerra electrónica, el sistema de guiado del misil dejó de funcionar, por lo que el misil no alcanzó su objetivo y simplemente se apagó.
A día de hoy, se sabe que el misil AGM-88, que prácticamente no sufrió daños tras su impacto, no fue alcanzado por las defensas antiaéreas y no se encontraba en las inmediaciones de posibles objetivos. Al mismo tiempo, se sabe que el equipo de guerra electrónica desplegado podría haber interferido el canal de comunicación del misil, por lo que éste, al acercarse a su objetivo, lo perdió repentinamente y por esta razón se apagó. Anteriormente se había observado una situación similar con otro misil que perdió su objetivo y cayó sobre un edificio residencial.
Este hecho indica que los obsoletos misiles de crucero antirradar de EE.UU. son muy vulnerables a los PEM y son actualmente el medio más eficaz para repeler incluso los ataques inesperados de las AFU, incluido el uso de armamento de misiles.
Fuente:https://avia.pro
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