El constructor de motores General Electric ha sido seleccionado por la Administración de Programas de Adquisición de Defensa (DAPA) para suministrar el motor GE 414-GE-400 para el futuro avión de combate KF-X (Korean Fighter Experimental).General Electric se ha impuesto a la empresa europea Eurojet Turbo GmbH que presentaba el EJ2000 empleado por el Eurofighter Typhoon. El contrato se firmará previsiblemente durante este mes de junio y tiene un importe estimado de 3.500 millones de dólares.
El General Electric F414 es un motor turbofán de post-combustión con una potencia de 22.000 libras que en diferentes versiones está en servicio en aviones de combate tan conocidos como el F/A-18E/F Super Hornet, o el Saab Gripen NG. El F414 de General Electric propulsará a los 120 aviones de combate que está previsto construir para Corea del Sur y los 50 para Indonesia, cuyo diseño se espera esté definido en 2019 y que comenzarán a entrar en servicio a mediados de la década de 2020.
DAPA está anunciando en estas fechas varios contratos de sistemas para el KF-X, de hecho el mes pasado seleccionó a la empresa surcoreana Hanwha Thales como suministrador preferido para el sistema de radar que portará el avión. Y es que Corea del Sur pretendía acceder a 25 tecnologías avanzadas del constructor aeronáutico estadounidense Lockheed Martin como parte de la firma de compra de los 40 aviones de combate F-35A de despegue y aterrizaje convencional (Conventional Take Off and Landing o CTOL) que se firmó el 30 de septiembre 2014 en el marco del programa F-X III.
Sin embargo el gobierno estadounidense ha bloqueado la exportación de cuatro de estas tecnologías críticas, por lo que Corea del Sur está buscando proveedores alternativos. Entre estas tecnologías están la de radar de barrido electrónico(AESA) que ya ha sido encargada a Hanwha Thales, un sistema de búsqueda y rastreo por infrarrojos (Infrared Search and Tracking o IRST), un pod electroóptico de designación de objetivos y un sistema de perturbación por radiofrecuencia.
De nuevo una empresa estadounidense se impone a su competidor europeo, algo hasta cierto punto previsible si tenemos en cuenta la especial relación estratégica que une a Corea del Sur y a Estados Unidos y que se materializa en la presencia de fuerzas estadounidenses en el país como frente a la amenaza del vecino del norte. En ese marco no es sorprendente que los programas de adquisición de material militar de este país tengan en Estados Unidos a uno de los principales suministradores.
El KF-X
En marzo del año pasado DAPA anunció la selección del equipo formado por Korean Aerospace Industries (KAI) y Lockheed Martin para el diseño y construcción de nuevo avión de combate KF-X. La otra opción presentada era la del equipo que componían Airbus y Korean Air (KAL). Según declaraciones de la DAPA, la elección de KAI y Lockheed Martin se basó en los costes, el proyecto presentado y la capacidad de producción. La pareja formada por la empresa aeronáutica Korean Aerospace Industries (KAI) y Lockheed Martin que ya trabajan juntas desde 2002 en el desarrollo del avión de entrenamiento avanzado y combate ligero T-50 Golden Eagle
El programa supone la construcción de 120 aviones de combate por un valor de 7.800 millones de dólares para sustituir a los aviones de fabricación estadounidense F-4 y F-5 de la Fuerza Aérea surcoreana. Recordemos que Indonesia también participa en el programa, de ahí que aporte el 20 % de financiación, junto al 60 % del dinero aportado por Corea del Sur y otro 20 % aportado por el grupo industrial elegido.
El avión será monoplaza, bimotor y dispondrá de características furtivas en la línea de los modernos aviones de combate como el F-22 o el JSF y reemplazará en Corea del Sur a los F-4 y F-5 de fabricación estadounidense.
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