Actualmente la energía eléctrica producida con el uso de tecnologías nucleares en Argentina abarca menos del 5% del total nacional, este país continúa desarrollándose, por lo que podría convertirse en un jugador serio en la arena mundial en este ámbito, opina Anastasia Polozkova, de la agencia rusa Regnum.
Lo primero que destaca la columnista es que Argentina es el mayor productor de energía por persona entre los países de América Latina. Actualmente, 4,85% de esa energía es generada con ayuda de las centrales nucleares del país. Sin embargo, la necesidad energética en Argentina y en otros países de América Latina ha crecido en los últimos años y Buenos Aires ha buscado la manera de suplir esas necesidades. Así, en 2006, el Gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner anunció el aumento de la producción de energía nuclear entre un 15 y un 18% del total del país
En 2013, ya bajo el mandato de Cristina Fernández de Kirchner, el Estado invirtió 42.000 millones de dólares en el desarrollo atómico. En 2015, los Gobiernos de Rusia y Argentina firmaron un memorándum de ayuda mutua en materia de energía atómica para la construcción de una Central Eléctrica en Argentina de diseño ruso con una capacidad de 1.200 megavatios. Este año, las autoridades argentinas han afirmado su interés por continuar con los proyectos conjuntos con Rusia. "En Argentina tenemos un importante desarrollo en este sector [de la tecnología nuclear] y Rusia también lo tiene, de modo que hay oportunidades para la complementación", declaraba la Canciller argentina, Susana Malcorra, en abril de este año.
Sin embargo, el país austral también ha recibido propuestas por parte de China para realizar proyectos atómicos conjuntos. De hecho, Buenos Aires y Pekín firmaron un memorándum de entendimiento para construir en Argentina dos centrales nucleares con el financiamiento de bancos de la nación asiática. Por otra parte, Argentina está trabajando en la construcción de la estación nuclear de pequeño poder CAREM 25, que empezó en 2014 y que debería estar terminada para 2017. Un 70% de los materiales de la estación, valorada en 450 millones de dólares, son producidos en Argentina. En el ámbito de las centrales nucleares de pequeño poder, Argentina se convierte así en un pionero.
Por otro lado, especialistas argentinos han trabajado en la creación y ensamblaje de 15 reactores nucleares, seis de los cuales han sido vendidos a Perú, Argelia, Egipto y Australia. Es claro que Argentina no tiene la experiencia o el nivel de potencias nucleares como EEUU, Rusia o Francia, pero aun así el país austral está ganando experiencia y poder en este sentido. Por ahora, Argentina continúa siendo la primera potencia en el continente latinoamericano en producción de gas y el cuarto país en producción de petróleo en esta región. Sin embargo, Buenos Aires quiere convertirse en un jugador fuerte y autónomo en la esfera de las tecnologías nucleares, más aun teniendo en cuenta que la producción de gas ha disminuido en los últimos años y que la situación mundial petrolera no es la mejor. La pregunta es qué tanto tiempo necesita Buenos Aires para alcanzar la producción de los planeados 18% de energía atómica en el país, concluye la autora.
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